Policía antidisturbios

Pelotas de goma o foam: las protestas de Cataluña ponen en el punto de mira el uso de material antidisturbios

Antidisturbios de la Policía Nacional durante las protestas de este viernes en Barcelona.

Continúa la tensión en las calles de Cataluña. La respuesta a la sentencia del procès emitida por el Tribunal Supremo este lunes se ha tornado en protestas en las calles de varias ciudades catalanas. Y algunas han terminado con enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad. Desde el martes se han producido centenares de heridos, tanto de un lado como del otro. El lunes, las cargas producidas en el aeropuerto de Barcelona-El Prat, provocaron el estallido del globo ocular de un hombre que, aunque fue intervenido en el Hospital de Bellvitge, en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), perdió la visión. Ese mismo día, los médicos del Hospital Clínic (también en Barcelona) tuvieron que intervenir de urgencia a otro hombre que había sido herido en los testículos. Este jueves, otro hombre con lesiones similares producidas en Lleida también fue operado en el Hospital Universitari Arnau de Vilanova. También ese día, otro manifestante herido durante los disturbios de la noche del miércoles acudió al servicio de Urgencias de Sant Pau, en Barcelona, por una fractura orbitaria que le ha provocado pérdida de visión, aunque no completa. De momento, tan solo se conoce el origen de las lesiones del primero: el hombre que perdió el ojo fue impactado por una pelota de goma.

No es la primera vez que se produce un caso similar. Sin ir más lejos, el 1 de octubre de 2017, el día que Cataluña celebró el referéndum de independencia previamente suspendido por el Tribunal Constitucional, otro joven perdió el ojo. Fue Roger Español, que aquel domingo acudió a votar a la escuela Ramón Llull de Barcelona, uno de los focos donde se produjeron los mayores disturbios de la jornada. Precisamente este martes, el joven acudió al Juzgado de Instrucción número 7 de Barcelona para declarar en su doble condición de víctima e investigado por, presuntamente, haber lanzado una valla. Según un informe médico forense hecho público el pasado mes de noviembre y recogido por Europa Press, sus lesiones son "compatibles con un impacto a gran velocidad probablemente por una pelota de goma".

El uso de este material por parte de las fuerzas de seguridad es controvertido por los problemas que pueden causar a los manifestantes a los que se intenta dispersar. De hecho, Amnistía Internacional denunció este mismo viernes que, durante las protestas de esta semana, ha observado "diversos casos de uso excesivo de la fuerza, incluyendo un uso inapropiado e injustificado de bastones y otro equipo de defensa contra personas que no suponían ningún riesgo, incluyendo periodistas y personas que ya habían sido inmovilizadas por los agentes de seguridad y que a pesar de ello seguían siendo golpeadas en la cabeza y partes superiores del cuerpo". "La organización ha documentado casos en que pelotas de goma o de foam han sido disparadas a muy poca distancia para dispersar multitudes, o bien utilizadas en lugares semicerrados como el parking o las inmediaciones del aeropuerto de Barcelona", añade la organización. 

"Es muy preocupante la forma en que el material antidisturbios está siendo utilizado en el marco de estas protestas. Es fundamental que todas las fuerzas de seguridad muestren total apego a los principios de necesidad y proporcionalidad en el uso de la fuerza para responder a los actos de violencia de forma apropiada, y facilitar así que quienes se conducen de forma pacífica puedan continuar la protesta", declaró Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa. "Las autoridades deben asegurarse que la decisión de dispersar una manifestación sea el último recurso cuando todos los otros medios menos restrictivos han demostrado ser ineficaces. Toda orden de dispersión debe ser explicada claramente dando tiempo suficiente a la gente para retirarse voluntariamente, y la fuerza utilizada debe ser siempre proporcional a la resistencia encontrada", añadió Adriana Ribas, coordinadora de Amnistía Internacional en Cataluña.

La actuación y los materiales empleados, en función de cada cuerpo policial

Cada cuerpo de policía tiene su propio protocolo. Y todos ellos son internos. En la Secretaría de Estado de Seguridad, informan fuentes del Ministerio del Interior, no existe ninguna normativa que centralice los procedimientos. Por eso no todas las policías usan las pelotas de goma que ha denunciado Amnistía Internacional: tal y como afirmó el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, la Policía Nacional y la Guardia Civil sí pueden usar esta herramienta; los Mossos d’Esquadra, en cambio, confirmaron a infoLibre que no.

La Policía Foral de Navarra, por su parte, tampoco emplea pelotas de goma desde abril de 2017, tal y como informó el propio Gobierno en una nota de prensa y confirmó a este diario la Agrupación Profesional de Policía Foral. La consejera de Presidencia, Función Pública, Interior y Justicia, María José Beaumont, fue quien anunció que se elaboraría la orden un año antes.

¿Y la Ertzaintza? La norma interna que regula el uso del material antidisturbios por parte del cuerpo se renovó en 2012 tras 15 años con la misma regulación. Y aunque no prohibieron totalmente el uso, sí lo restringieron mucho. Según informó el Gobierno vasco, "la escopeta lanzapelotas deberá utilizarse siempre de manera muy estricta, cuando exista un riesgo para la vida o la integridad de los agentes o de terceras personas y sólo cuando no sea posible resolver la situación por otros medios. Los primeros disparos deberán ser salvas de aviso, sin pelota y a una distancia mínima de 10 metros". Lo decidieron poco después de que Iñigo Cabacas, de 28 años, muriera por el impacto de una pelota de goma tras los disturbios producidos después de un partido de fútbol del Athletic y el Schalke 04. De hecho, tal y como aseguraron desde el Sindicato Profesional de la Ertzaintza, desde entonces no se ha vuelto a disparar una sola pelota de goma. Ahora, explican, se usa el llamado "lanzador", un proyectil "más pequeño" y "menos lesivo".

En el caso de la Policía Nacional, aclaran desde el Ministerio del Interior, existe una circular del mes de septiembre de 2013 que regula el empleo del material antidisturbios y que fue difundida por la Comisaría General de Seguridad Ciudadana. No obstante, el Defensor del Pueblo solicitó que las Unidades de Intervención Policial (UIP) —dependientes de este cuerpo— elaboraran un protocolo de actuación sobre el empleo de la fuerza en grandes concentraciones, una recomendación que fue rechazada, dijo el Defensor, porque la Dirección General de la Policía consideró "que la regulación y los mecanismos de control existentes son suficientes". 

El caso de los Mossos d’Esquadra

 

Mossos dEsquadra durante las protestas de este miércoles en Barcelona. | EFE

Los Mossos d'Esquadra no usan pelotas de goma desde el año 2014. Así se decidió mediante la Resolución 476/X del Parlament de Cataluña, que aprobó las conclusiones del Informe de la Comisión de Estudio de los Modelos de Seguridad y Orden Público y del Uso de Material Antidisturbios en Eventos de Masas. CIU, ERC y Cs votaron a favor de la medida, PPC e ICV-EUiA en contra y PSC y la CUP se abstuvieron. Lo hicieron porque en Cataluña no fueron pocos los casos de personas heridas graves tras el impacto de una pelota de goma. Tal y como recuerda el Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos de la Universidad de Barcelona en un informe dirigido al Comité Europeo para la Prevención de la Tortura y otros Tratos o Penas Inhumanos o Degradantes en el año 2012, en tan sólo tres años hubo, al menos, siete casos de personas que habían perdido un ojo por estos proyectiles. 

Por ello, la Cámara autonómica aprobó que debía "iniciarse inmediatamente la retirada de las pelotas de goma, que deben sustituirse gradualmente, de modo que en fecha 30 de abril de 2014 sea efectiva su prohibición total". Desde entonces, según informan fuentes de los Mossos, emplean proyectiles de foam. "En las unidades de orden público no utilizamos pelotas de goma, lo que sí que se utiliza son los proyectiles de foam, que tienen una capacidad de absorción mucho mayor que lo que tenían las pelotas de goma", aclaran. 

Por otro lado, según la resolución aprobada entonces, "los procedimientos y protocolos de actuación deben revisarse a fondo para conseguir las máximas garantías de seguridad y de salvaguarda de derechos de las personas implicadas en cualquier evento en el espacio público desde la perspectiva del estado de derecho, de acuerdo con la evolución de las policías democráticas europeas". Y es que cada unidad, dicen desde los Mossos, actúa en función de la situación. "En temas de orden público no es lo mismo tener a una persona que te está tirando agua que una persona que te está tirando una botella de cristal", ejemplifican. No obstante, todos los protocolos se atienen a los criterios de "congruencia, oportunidad y proporcionalidad". 

Amnistía denuncia el uso de pelotas de goma como material antidisturbios

Sin embargo, desde organizaciones como Amnistía Internacional se ha criticado en varias ocasiones la actuación policial en situaciones con grandes multitudes. Lo hicieron, por ejemplo, tras el 1-O. En un informe elaborado tras las cargas producidas durante aquella jornada, la ONG recordó que ha mostrado "preocupación en España por el empleo de material antidisturbios como las pelotas de goma". "En particular, la organización ha mostrado preocupación por la falta de protocolos sobre su uso plenamente acordes con los estándares internacionales", apuntó Amnistía, que aseguró que la "única normativa de la que tiene constancia" es el protocolo de 2013 [de la Policía Nacional] en el que "se estipula que hay dos tipos de cartuchos de pelotas de goma que deben dispararse desde una distancia de hasta 15 y 75 metros, respectivamente, y que deben utilizarse dispositivos atenuadores para reducir su impacto cuando se disparen a distancias cortas". 

Sin embargo, sostiene la organización, los "estándares internacionales establecen que sólo podrán usarse proyectiles de impacto cinético, es decir, con el objetivo de golpear a la persona, como instrumento para frenar a personas que estén ejerciendo violencia contra otras personas, sin que deban emplearse como instrumento general para dispersar". La organización hace suya esta demanda y la amplía, además, a la necesidad de que el tipo de proyectiles que deben utilizar las fuerzas de seguridad tienen que "dirigirse con suficiente exactitud y precisión" para que no exista el "riesgo de golpear determinadas partes especialmente vulnerables del cuerpo, en particular los ojos, o incluso golpear a otras personas que no sean el objetivo". 

Pero los cuerpos policiales españoles no son los únicos que han suspendido en algunas de sus actuaciones con grandes multitudes. Así, Amnistía también ha denunciado el "uso excesivo de la fuerza, empleo indebido de armas 'menos letales', obstrucción del acceso a asistencia médica y detención arbitraria" en otros países como Grecia y Rumanía. "Hay vídeos, fotografías, artículos de prensa y testimonios de testigos que indican que la policía hizo reiteradamente uso excesivo de la fuerza durante las manifestaciones contra las medidas de austeridad organizadas el 15, 28 y 29 de junio de 2011 en Atenas, Grecia", denunció la organización. En Bucarest, por su parte, "hubo varios casos documentados de agentes de policía que hicieron uso excesivo de la fuerza contra manifestantes pacíficos y que no oponían ninguna resistencia". 

Camiones de agua

Las pelotas de goma o los proyectiles de foam no son las únicas herramientas empleadas por los antidisturbios. Tanto la Policía Nacional como los Mossos d'Esquadra han movilizado esta semana sus respectivos vehículos con cañones para lanzar agua, que nunca habían sido utilizados. Los Mossos anunciaron en la noche del viernes que lo iban a emplear en Vía Laietana, donde se produjeron graves enfrentamientos entre manifestantes violentos y las fuerzas de seguridad.

Admitida la querella de la chica que perdió un ojo tras el disparo de un Mosso con balas de foam

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El de la Policía Nacional fue comprado en 2014 y costó 350.000 euros; el de los Mossos, por su parte, se adquirió en 1994, alcanza una distancia de 60 metros y tiene capacidad para 3.500 litros. Según informó Europa Press, entre los expertos policiales en seguridad ciudadana existen dudas sobre la utilidad de este tipo de camiones ya que, entre otras cuestiones, se requiere un gran número de agentes para respaldar su despliegue. El Sindicato Profesional de la Ertzaintza confirmó a infoLibre que también dispone de un camión similar, pero tampoco se ha empleado nunca.

En España no hay experiencia con el uso de este tipo de camiones que, sin embargo, se han empleado recientemente durante las protestas en Hong Kong. Un uso que fue muy criticado por Amnistía Internacional, que alertó del peligro que pueden suponer estas herramientas. Según la organización, "sólo deben utilizarse en circunstancias estrictamente definidas y únicamente si su uso es licito, necesario y proporcionado para el objetivo legítimo de aplicación de la ley", "no deben utilizarse nunca contra personas situadas a corta distancia y jamás apuntando a la cabeza", "ha de haber vías de dispersión o salida adecuadas, y han de hacerse advertencias a las personas asistentes" a la manifestación. 

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