El 'caso López Miras'

Un hospital murciano operó al familiar de García Egea antes que a pacientes con la misma prioridad y que ya estaban en lista de espera

Teodoro García Egea y Fernando López Miras en una imagen de archivo.

Un familiar de Teodoro García Egea, número dos del PP, fue operado en el mayor hospital de Murcia antes que otros pacientes con la misma patología e idéntica prioridad quirúrgica y que habían entrado en la lista de espera incluso un mes antes.

Tal como indicaban los mensajes en los que, desempeñando un papel literal de mediación, cruzó el 14 de abril el presidente de Murcia, Fernando López Miras, con García Egea y un alto cargo del sistema regional de salud, la operación tuvo lugar una semana después: “La intervención la van a programar el martes 20 por la tarde”, comenzaba la serie de mensajes.

El proceso médico se desarrolló en el hospital Virgen de la Arrixaca, pese a que al paciente le correspondía otro –el Morales Meseguer– y a que en Murcia no se aplica la fórmula de libre elección.

Lo anterior lo confirman datos del sistema murciano de salud a los que ha tenido acceso infoLibre. Pese a que ofrecen múltiple y detallada información, este periódico los omite para preservar la intimidad de las personas afectadas. Es decir, la intimidad de quien pertenece a la familia de Teodoro García Egea, de quien no se facilita ni identidad ni género ni patología ni cualquier otro elemento que pudiese apuntar en su dirección. Y para proteger también a los pacientes que ya estaban en la lista de espera con la misma prioridad quirúrgica y a los que, con posterioridad, se sometió a una operación de las mismas características.

La gravedad de un paciente, factor clave en la programación quirúrgica, se plasma como “prioridad”. La prioridad 1 es la que requiere mayor rapidez. La 3, la que menos. Cuando la prioridad y la patología coinciden en dos pacientes, se otorga prelación al que lleve más tiempo en la lista de espera. Así lo subrayan distintos facultativos y expertos sanitarios consultados por este medio. Y los protocolos por los que se rige el sistema sanitario español. Como remarca el Real Decreto que consagra el tratamiento de la información sobre las listas de espera (el 605/2003), si la prioridad es la 1 la intervención quirúrgica debe practicarse antes de 30 días. Si es la 2, el tiempo de espera recomendable no debe superar los 90 días. Y si se trata de la prioridad 3, no se establece periodo aconsejado ya que la patología que sufre "no produce secuelas importantes". 

Anexo III del Real Decreto 605/2003 sobre listas de espera

En Murcia, un decreto autonómico de 2006 señala que "para la ejecución de las prescripciones" contenidas en su texto "serán de aplicación las disposiciones, criterios e indicadores previstos" en el ya mencionado: el 605/2003, de ámbito estatal. Como plazo máximo para intervenciones quirúrgicas "de carácter programado y no urgente", el decreto murciano establece un plazo máximo de 150 días naturales.

En este caso, transcurrieron casi cinco semanas entre la inclusión del miembro de la familia de García Egea en la lista de espera y la operación. En lo que respecta a otros enfermos con el mismo diagnóstico y prioridad y cuyas intervenciones quirúrgicas tenían idéntico objetivo, hubo esperas que sobrepasaron los 60 días. Y se acercaron en algún caso a los 90.

Fuentes consultadas por infoLibre han señalado que no consta que el familiar de García Egea acudiera en ningún momento al hospital Morales Meseguer con motivo de la dolencia por la que finalmente fue intervenido. Ni consta tampoco que de ahí fuese derivado por alguna razón a la Arrixaca

El hospital que le correspondía por su lugar de residencia es, junto con el de la Arrixaca, uno de los más importantes de la Región de Murcia. Pero las operaciones de la especialidad quirúrgica que incluye la enfermedad por la que fue intervenido el pariente del número 2 del PP están sujetas a un tiempo de espera notablemente superior en el Morales Meseguer que en La Arrixaca. Los datos oficiales de las listas de espera quirúrgicas, ahora actualizados hasta mayo, pueden consultarse aquí.

"Asegúrate de que lo citan"

Captadas el 14 de abril por una cámara en la Asamblea Regional de Murcia mientras la pantalla del móvil del jefe del Ejecutivo murciano resultaba visible, las imágenes que llegaron a manos de este periódico muestran la siguiente secuencia: a media mañana, el secretario general de Salud de Murcia, Andrés Torrente, envió al presidente, Fernando López Miras, el mensaje donde le informaba de que la operación se programaría para seis días después.

De inmediato, López Miras se lo reenvía a Teodoro García Egea. El secretario general del PP le contesta así: “Cojonudo”. Y completa su respuesta con un segundo mensaje: “Pero creo que tienen (sic) que verlo un cardiólogo”.

Ahora, es López Miras quien responde al número dos del partido: “OK. Voy a verlo”. García Egea vuelve a contestar: “Gracias líder”. Y el presidente murciano replica: “A mandar”.

Captura de la pantalla del móvil de López Miras.

Es aquí cuando el jefe del Ejecutivo murciano retoma el hilo de la conversación inicial y, una vez que García Egea le ha informado de que un cardiólogo debe ver al paciente antes de la operación, escribe un nuevo mensaje al secretario general de Salud: “OK. Asegúrate que lo citan por favor. Creo antes [sic] tiene que verlo un cardiólogo. Gracias”. Eso se lee en la pantalla.

Sin explicar qué papel desempeñó el presidente López Miras al hacer de bisagra en los preparativos de una operación quirúrgica que afectaba a alguien ajeno a su familia y mediar así en una conversación ajena a los cauces de comunicación del sistema murciano de salud, el PP ha puesto todo el énfasis en que la publicación de la noticia vulneró el secreto de las comunicaciones. En enero de 2018, cuando Telecinco grabó en un acto público los mensajes que Carles Puigdemont se estaba cruzando con el exconseller catalán Toni Comín a través del teléfono móvil este último, el PP saludó la noticia con euforia. Y contribuyó a difundir los mensajes con declaraciones públicas y mensajes en las distintas redes sociales.

Captura del móvil de López Miras.

Ni el Gobierno de Murcia ni el PP han desmentido la existencia y veracidad de unos mensajes cuya publicación provocó de inmediato el anuncio de querellas y peticiones de dimisión. José Luis Ábalos, secretario de Organización del PSOE y ministro de Transportes, lanzó un aviso contundente: “Si se prueba que hubo trato de favor, Teodoro García Egea tiene que dimitir”, porque “la Sanidad debe ser igual para todos”, escribió en Twitter.

Desde Unidas Podemos, su portavoz parlamentario, Pablo Echenique, remarcó que su formación pretende que “la justicia investigue si en esa mediación, por llamarla utilizando un sustantivo suave, que ha ejercido el señor López Miras para un familiar del secretario general del PP, se puede haber cometido cohecho”.

Este lunes, Unidas Podemos presentó una denuncia en los juzgados de Murcia por un supuesto delito de cohecho. Y el PSOE también ha anunciado acciones legales. Ambas partes consideran lo sucedido como un ejemplo más de corrupción sanitaria en una comunidad que a comienzos de año saltó a los titulares al trascender que varios cientos de personas habían sido vacunadas antes de tiempo. Entre ellas figuraba el consejero de Salud, Manuel Villegas, que tuvo que dimitir.

Sin explicaciones

infoLibre inquirió hace nueve días a la portavoz del hospital de la Arrixaca sobre si pueden ser programados antes pacientes con la misma gravedad que otros y que, presentando la misma patología y gravedad, llevan más tiempo en la lista de espera. Pidió asimismo conocer en qué circunstancias, distintas a las que rigen tras un ingreso por urgencias, admite y/o decide el Virgen de la Arrixaca operar a pacientes cuyo hospital de referencia es otro y en cuya carta de servicios se incluye la intervención a que debe someterse. 

Cuatro días más tarde, la citada portavoz comunicó a este periódico que debía dirigirse a la Consejería de Sanidad. Este periódico lo hizo de inmediato. Y amplió su cuestionario con preguntas directamente relacionadas con la operación a que fue sometida el familiar de Teodoro García Egea. También hizo llegar las mismas preguntas al gabinete de comunicación del presidente regional, Fernando López Miras. Y puso al tanto de ello a la portavoz del secretario general del PP, Teodoro García Egea. Incluso en su cuestionario, infoLibre omitió el grueso de los datos personales: identidad del paciente, género, patología, cirujanos que intervinieron, fecha de la intervención quirúrgica inicial y qué elementos confirman que su hospital de referencia no es el de la Arrixaca. Sí aportó como dato nuevo a las portavoces del Ejecutivo murciano la fecha en que esta persona fue incluida en la lista de espera del hospital Virgen de la Arrixaca. 

El familiar de García Egea fue atendido por el cardiólogo horas después del mensaje del número dos del PP a López Miras

El familiar de García Egea fue atendido por el cardiólogo horas después del mensaje del número dos del PP a López Miras

También omitió facilitar los datos precisos que, sobre fechas de inclusión en la lista de espera, diagnóstico exacto y día de la intervención quirúrgica, permiten afirmar qué pacientes con la misma patología diagnosticada e idéntica prioridad que la del pariente de García Egea fueron operados más tarde pese a que llevaban más tiempo aguardando ese momento.

Tanto García Egea como López Miras han presentado en los juzgados de Madrid una denuncia contra infoLibre, al que atribuyen un delito de revelación de secretos por publicar los mensajes que ambos se cruzaron a través del móvil el 14 de abril. El Código Penal castiga con cárcel la revelación de secretos.

Al igual que en esta información, la que infoLibre difundió sobre aquel diálogo incorporó sobre el familiar de García Egea solo los datos imprescindibles para explicar lo sucedido. En ruedas de prensa y declaraciones públicas de distintos dirigentes, el PP ha sostenido que lo publicado era “falso”. En ningún momento ha explicado qué parte de la información difería de la verdad. Y la denuncia presentada por López Miras y García Egea en ningún momento cuestiona la veracidad del texto.

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