Polariza que algo siempre queda

Polarización: proceso por el cual en un conjunto se establecen características que determinan la aparición en él de dos o más zonas, los polos, que se consideran opuestos a una cierta propiedad, quedando el conjunto en un estado de polarización.

La definición de la palabra polarización, sin ningún tipo de adjetivo ni aplicada a una situación concreta, es ésta pero si buscamos qué significa polarización aplicada a la política la definición es mucho más simple y mucho más exacta: fenómeno por el cual la opinión pública queda dividida en dos extremos opuestosExtremos opuestos. Orientar en dos direcciones contrapuestas. Orientar.

La FundéuRAE ha elegido esta palabra como la palabra del año. La que mejor define cómo hemos navegado en este 2023. Y creo que han dado en el clavo. Hasta el último minuto, lo hemos visto en Pamplona ayer mismo, la vida política se ha dividido en dos bandos, en dos extremos, en dos polos irreconciliables entre unos y otros.

Desde que se convocaron las elecciones municipales de mayo, con la precampaña ya en marcha mucho antes de que la cita se hubiese hecho oficial, la política se ha reducido a bandos. Se ha reducido a dos ideas o posturas entre las que parece imposible encontrar puntos en común, aunque los haya, aunque sean puntos de partida muy básicos. Pero no. La voluntad ha estado todo el tiempo en obviar esos puntos que unen y hacer hincapié en los que distancian, en los que confrontan, en los que separan.

Los debates en el Congreso y en el Senado deberían ser ejemplo de convivencia como país, de trabajo de fuerzas políticas diferentes, con diferentes planteamientos, que llegan a acuerdos con el único fin y objetivo de mejorar la vida de las personas

La palabra se ha impuesto a otras muchas que estaban encima de la mesa y que recogen en cierto modo cómo ha sido este 2023: guerra, amnistía, fentanilo… Voces que han estado presentes en la actualidad durante estos 12 meses. Pero la que ha ganado, por goleada, es la de la polarización.

Ganar no es el verbo que mejor recoja lo que supone esta noticia, el alcance y significado que tiene: que hayamos hablado más de esto que de cualquier otra cosa define muy bien en qué punto estamos. Polarizar la sociedad ideológicamente es un camino altamente peligroso. La historia nos lo ha demostrado incansablemente. Pero ahí seguimos, transitando ese camino, sin descanso. Aunque no haya elecciones a la vista, aunque no haya citas importantes. Dejar toda la acción política a enfrentar. Sin más aportaciones que las de dividir.

Arranca un nuevo año. Busquemos que nuestro resumen dentro de 12 meses sea justo el contrario. Que hayamos encontrado la forma de conciliar, una palabra maravillosa. Conciliar las diferentes posturas encontrando la mejor de las soluciones. La gente no necesita que le incendien ideológicamente, no puede perder el tiempo en esto. Necesita soluciones para lograr mejorar su vida, lograr mejores oportunidades para su familia, para su economía, para poder pagar las facturas, para encontrar tiempos de descanso, tiempo para ellos.

La política debería ser el reflejo de esto. Los debates en el Congreso y en el Senado deberían ser ejemplo de convivencia como país, de trabajo de fuerzas políticas diferentes, con diferentes planteamientos, que llegan a acuerdos con el único fin y objetivo de mejorar la vida de las personas, pensar en los jóvenes, en las oportunidades que les podemos ofrecer, en cómo mejorar su educación, sus habilidades, su salud mental… O en el de nuestros mayores, el de su soledad no deseada, el de sus cuidados…

Si de verdad escuchásemos lo que se pide en la calle hablaríamos más de conciliar que de polarizar. Sería, sin duda, la palabra ganadora que más se anhela para el próximo año.

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