Espiados y vetados

Felipe Sicilia

El paso de Jorge Fernández por el Ministerio del Interior no deja de sorprendernos. Ya sabíamos cómo puso el Ministerio del Interior al servicio del PP, para intentar ocultar cualquier prueba que Bárcenas pudiera presentar ante la justicia y que demostrara la financiación ilegal del PP, la famosa caja B. Lo que conocemos como la trama Kitchen y por la que la Fiscalía Anticorrupción le pide 15 años de prisión por delitos de malversación y encubrimiento, entre otros.

También utilizó el Ministerio del Interior para investigar de forma ilegal a políticos de otros partidos. Que sepamos hasta ahora, a políticos independentistas catalanes y de Podemos. Pero no solo los espiaron e investigaron de forma ilegal, es que llegaron a fabricar informes policiales falsos imputándoles la comisión de delitos. Informes que terminaron en medios de comunicación con el fin de desprestigiar al adversario político con pruebas inventadas pero que a la ciudadanía le resultarían verosímiles, dado que provenían de la policía.

Pero la cosa no se queda ahí. En los últimos días hemos sabido que el ministerio en manos del PP no solo investigó y espió a políticos. También lo hicieron con periodistas. Investigaron sus relaciones familiares, la orientación sexual de estos o sus amistades.

Y cabe preguntarse, ¿qué pretendían hacer con esta información, qué interés tenía la cúpula de Interior del PP en conocer esta información? ¿Acaso pretendían utilizarla para chantajear a esos periodistas? ¿Utilizarla para amenazarlos en caso de que estos publicaran alguna noticia que no conviniera al PP? ¿O quizás para coaccionarles y que se vieran forzados a publicar esos informes policiales falsos que desprestigiaban al rival político?

Cada semana el exministro del Interior Jorge Fernández publica un artículo en un periódico de tirada nacional en el que da lecciones de moral y buena gestión al Gobierno de Pedro Sánchez. Así, con 15 años de prisión apuntándole, pero sin rubor

Desgraciadamente para nuestra democracia, cada día vamos conociendo un nuevo desmán de Jorge Fernández y su secretario de Estado de Seguridad en el Ministerio del Interior, y lo peor de todo es que visto lo visto puede que no sea el último. Es más, seguro que usted, apreciado lector, esté pensando como yo: cuántas otras irregularidades habrán cometido y no hemos sabido aún, y puede que no lleguemos a saber.

Esta derecha que tanto habla de libertad es la que cercena la libertad de otros, espiándoles e investigándoles de forma ilegal.

Es la misma derecha que en Andalucía ha vetado la participación en la televisión pública de un periodista que sólo ha hecho su trabajo, investigar y publicar que el Gobierno de Moreno Bonilla ha regalado a dedo diferentes contratos saltándose el procedimiento ordinario y contratando a empresas que no tenían ni trabajadores.

Espiados y vetados, así es como la derecha trata a aquellos periodistas que no son de su gusto.

Por eso resulta curioso, por no decir cínico, ver cómo cada semana el exministro del Interior Jorge Fernández publica un artículo en un periódico de tirada nacional en el que da lecciones de moral y buena gestión al Gobierno de Pedro Sánchez. Así, con 15 años de prisión apuntándole, pero sin rubor.

Porque eso también caracteriza a la derecha de nuestro país, no tiene rubor ninguno en utilizar y financiar medios de comunicación para trasladar sus opiniones e ideas a la misma vez que veta o chantajea a periodistas para que ellos no puedan hacerlo.

¿Libertad? De presa.

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Felipe Sicilia es diputado del PSOE por Jaén.

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