Si hay una palabra que define a Ángel López Maraver es cazador, de lo que él presume constantemente. El jefe de gabinete de Santiago Abascal fue el presidente de la Real Federación Española de Caza (RFEC) durante dos años, desde febrero de 2017 hasta abril de 2019, cuando abandonó el cargo —tras las quejas de federaciones como la navarra— para concurrir a las elecciones europeas de la mano de Vox. No consiguió el acta, pero la formación ultra lo contrató como asesor en esa corta legislatura y lo reubicó en las listas de las generales de ese mismo año por la provincia de Guadalajara —aunque es madrileño de nacimiento— y logró entrar en la Cámara Baja. Según la prensa local, apenas se deja ver por la provincia, donde sólo acude para cazar.
La relación de este periodista —antes de hacerse con la presidencia de la RFEC trabajó en el departamento de comunicación de la institución— con la cúpula de Vox encabezada por Santiago Abascal venía de tiempo atrás. En una entrevista antes de confirmar su salto a la política, contó que el líder de Vox le contactó para que fuera al acto de Vistalegre (Madrid) en 2018, que supuso el pistoletazo de salida para los ultraderechistas. Y no se limitaba únicamente a él. De hecho, en los comicios de abril de 2019 su mujer, Marta Álvarez Barrio, concurrió como candidata por la provincia de León, pero tampoco resultó elegida. En la repetición electoral, fue sustituida como cabeza de lista por Pablo Calvo Liste.
Según explican fuentes de Vox, López Maraver "lleva el día a día" de Abascal pero no es un jefe de gabinete "al uso". Compagina su cargo con el escaño en el Congreso, aunque no habitúa a tener un rol protagónico y son pocas las intervenciones que ha protagonizado. La mayoría de ellas, dedicadas a cargar contra la “ideología animalista” y la defensa de la caza como “patrimonio cultural”, la demanda de más ayudas para la tauromaquía, la exclusión del lobo como especie protegida y la furibunda oposición a la ley de bienestar animal. Desde su nacimiento, Vox ha desarrollado su propia estrategia para marcar perfil rural, con un discurso de agravio frente al progre urbanita y con la caza por bandera, que el jefe de gabinete de Abascal explota en el Congreso.
Sin embargo, uno de los últimos debates en los que intervino no fue para hablar de la caza ni del campo, sino para criticar la propuesta de rebajar a 0,2 gramos el litro de alcohol como la tasa máxima permitida para todos los conductores. "No quieren salvar vidas, quieren demonizar el instrumento que mayor independencia y autonomía ha dado a los españoles", alegó, en referencia al coche. Y añadió: “Prohibirán los coches y satisfarán sus deseos más íntimos con el fanatismo climático. Prohibirán la agricultura de cereales fermentables, con la excusa de que así no se mata nadie al volante y cumplirán con los objetivos de la mayor estafa dictatorial que hay sobre la faz de la tierra, el rosco endemoniado de colorines, la magnicida agenda 2030, que les tiene a todos absortos y que cada día nos hace más esclavos".
¿Quién manda en Vox?
Más allá de estas intervenciones puntuales, López Maraver no suele tomar la palabra ni en el Congreso ni en los eventos del partido. Es el que está en un discreto segundo plano detrás de Abascal, pero a diferencia de otros jefes de gabinete no se dedica a elaborar discursos ni a la estrategia del partido. Fuentes de la formación explican a infoLibre que Abascal "cuenta con un equipo amplio en el que cada persona asume un área de trabajo distinta" y, por tanto, la figura del jefe de gabinete como se entiende en otros partidos en el caso de Vox no existe".
El resto del equipo, según explican las citadas fuentes, lo componen otras cuatro personas: Jorge Martín Frías, director de la Fundación Disenso además de responsable de Relaciones Internacionales y política exterior en el equipo de presidencia; Enrique Cabanas, vicesecretario de presidencia y director General del Grupo Parlamentario en el Congreso, por lo que" informa al presidente de todas las cuestiones relacionadas" con la Cámara Baja; el periodista Álvaro Zancajo, coordinador nacional de comunicación del partido, que también forma parte del equipo de presidencia y Rosa Cuervas-Mons, jefa de prensa del Grupo Parlamentario y de presidencia.
Pero ¿quién manda realmente en Vox? Según el libro que publicó la que fuera su candidata a la Junta de Andalucía y portavoz adjunta, Marcarena Olona, detrás del liderazgo mediático de Abascal, el control del partido lo tienen el citado Cabanas y Kiko Méndez-Monasterio, uno de los asesores de cabecera de Abascal, a los que sitúa incluso por encima del vicepresidente primero, Jorge Buxadé. Olona asegura que "Cabanas es Dios" y se encarga del funcionamiento interno del partido, lo que se conoce como el 'fontanero'.
Méndez-Monasterio, según la antigua dirigente ultraderechista, "también es Dios, y el Espíritu Santo" en la formación. Olona determina que es "la materia gris" del partido, la mente creativa y solucionadora frente a "los líos". Aunque es consejero de Abascal, éste "no se mete en temas de gestión" como Cabanas, pero "factura a través del entramado en torno a Vox (...) convertido en una S.A. Ambos "se han ocupado de que el motor no se haya gripado", concluye.
Méndez-Monasterio, al que el periodista Federico Jiménez Losantos también le atribuye la dirección del partido en la somba, pasó por Alianza por la Unidad Nacional, el partido del falangista Ricardo Sáenz de Ynestrillas. Su currículum se completa con una condena en 1998 por una agresión ultra que tuvo entre sus víctimas al exvicepresidente y otora líder de Podemos, Pablo Iglesias. Es alguien con poder extraoficial. Pero menos que Gabriel Ariza Rossi.
Julio Ariza, la "cúspide del poder"
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Hay que dar un salto más arriba para encontrar el poder real, según la exdiputada: "No obstante, la cúspide del poder de Vox con la que yo he tenido contacto es Julio Ariza —presidente del que durante años fue gigante mediático de la derecha extrema, Intereconomía—. Si a partir de Kiko y de su hijo Gabriel [Ariza] — dueño original del dominio web del digital de Disenso— la niebla es cada vez más espesa, tras él no se ve nada. Lo que haya tras su figura, lo desconozco", añade, "es como esas puertas de los restaurantes en las que pone: No pasar, reservado para el personal del establecimiento”. Y remata: "Gabriel y Kiko susurran al oído de Abascal. Julio [Ariza] dicta".
La propia Olona cuenta que fue Julio Ariza el que "por primera vez" le habló de Vox. Diputado del PP en Cataluña entre 1993 y 1997, jefe supremo de la ya citada Intereconomía, cerró la lista de Vox en Barcelona en las generales de 2019, “hombre del Opus” según Olona, ligado a la secta integrista El Yunque, según el antiguo director de La Gaceta Carlos Dávila, y ferviente antivacunas durante la pandemia del covid, lo que se conoce de Ariza y su familia apunta a que su expansión en el aparato de Santiago Abascal no se ha detenido.
Abascal –opina Olona– es la cara visible, pero no le gusta trabajar. Su extendida fama de vago es confirmada por la que fuera su mano derecha en el Congreso, que afirma que es el "director de orquesta de las almas de Vox, juguete en manos de las tinieblas que empiezan en Ariza y acaban no sé si en El Yunque, en Miami o en Irán".
Si hay una palabra que define a Ángel López Maraver es cazador, de lo que él presume constantemente. El jefe de gabinete de Santiago Abascal fue el presidente de la Real Federación Española de Caza (RFEC) durante dos años, desde febrero de 2017 hasta abril de 2019, cuando abandonó el cargo —tras las quejas de federaciones como la navarra— para concurrir a las elecciones europeas de la mano de Vox. No consiguió el acta, pero la formación ultra lo contrató como asesor en esa corta legislatura y lo reubicó en las listas de las generales de ese mismo año por la provincia de Guadalajara —aunque es madrileño de nacimiento— y logró entrar en la Cámara Baja. Según la prensa local, apenas se deja ver por la provincia, donde sólo acude para cazar.