Operación Tándem

El BBVA ocultó a la máxima unidad de inteligencia contra el blanqueo información sobre la empresa de Villarejo

El ex presidente del BBVA, Francisco González a su llegada a la Audiencia Nacional

El BBVA ocultó en agosto de 2017 a la unidad de inteligencia financiera de España, el Servicio de Prevención del Blanqueo de Capitales (Sepblac), información básica sobre sus relaciones con Cenyt SL, la empresa del comisario José Manuel Villarejo. En su respuesta al requerimiento formulado por el Sepblac en julio de 2017, la entidad omitió toda referencia a que durante 13 años había encargado a Cenyt SL tareas de investigación de terceros por las que cobró 10,28 millones.

La respuesta del banco se produjo el 16 de agosto. Y en el espacio reservado a "Actividad del cliente", el banco admitió que había efectuado pagos a Cenyt en el año y medio sobre el que indagaba el Sepblac (desde enero de 2016). Pero indicó que obedecían a servicios "relacionados con su actividad". ¿Y cuál era la "actividad manifestada" por Cenyt SL? El banco que entonces presidía Francisco González se limitó a transcribir en el recuadro asignado a ese punto que en la liquidación del impuesto de sociedades correspondiente a 2016, constaba "el CNAE 7320. Estudio de mercado y realización de encuestas de opinión pública".

Este periódico preguntó la semana pasada a los portavoces oficiales del BBVA por qué no le comunicó a la unidad de inteligencia financiera española que la entidad mantenía contratos con Cenyt SL desde diciembre de 2004. No ha habido respuesta. Pero otras fuentes conocedoras de lo sucedido aseguran que el área interna de prevención del blanqueo, firmante de la respuesta al Sepblac, "comprobó con Seguridad que Cenyt era proveedor de ese departamento". Salvo uno fechado en 2014, todos los contratos llevaban la rúbrica del jefe de seguridad del banco, Julio Corrochano.

Incorporado a las actuaciones de la Operación Tándem que desarrollan el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón y la Fiscalía Anticorrupción, el escrito del Sepblac iba dirigido a Eduardo Arbizu, el directivo que desde 2003 había dirigido el área legal, luego también la de cumplimiento normativo y finalmente, la de control y regulación interna. Arbizu acabó imputado el pasado mes de noviembre. Como ya publicó infoLibre, la carta del Sepblac, habitual en averiguaciones de este tipo, condujo a que el BBVA supiera que Villarejo estaba siendo investigado por blanqueo tres meses antes de su arresto.

Aunque los datos sobre movimientos de determinadas cuentas de Villarejo y su grupo se ceñían al periodo comprendido entre enero de 2016 y julio de 2017, la unidad de inteligencia financiera había incluido de forma expresa en su misiva un punto, el tercero de la serie, por el que demandaba al BBVA lo siguiente: "Identificación de los titulares y autorizados de dichas cuentas y datos de conocimiento que se tenga de los mismos". Es decir, todo lo que el banco supiera de aquellos a cuyo nombre se había abierto cada depósito. Y entre ellos estaba Cenyt SL, empresa matriz del comisario. 

"El objeto social de la mercantil [Cenyt SL] es el de la consultoría", arrancaba la respuesta del banco sobre "Objeto social y descripción de la actividad manifestada por el cliente". Ese objeto social, prosigue el texto, era "coincidente con la actividad declarada a nuestra entidad". Y es a partir de ahí donde el texto toma el CNAE (el código de identificación de actividades económicas) de Cenyt SL como dogma. El párrafo terminaba así: "Como hemos indicado en la nota al pie nº 1 anterior, esta sociedad es proveedora de nuestra entidad por prestación de servicios relacionados con su actividad". 

Lo sorprendente es que el área de Prevención de Blanqueo de Capitales del BBVA, firmante de la respuesta al Sepblac, no incluyera ni una sola palabra sobre el verdadero carácter de los contratos que, a partir de diciembre de 2004, anudaron la relación entre el banco y Cenyt SL. En la mayoría de esos contratos, suscritos por el entonces jefe de seguridad del BBVA, Julio Corrochano, y el socio principal de Villarejo, Rafael Redondo, aparece destacada la marca comercial V&V Development. Y, como subraya la Fiscalía Anticorrupción, la carta con que Cenyt SL presentaba V&V Development la definía como "una organización dirigida y coordinada por miembros de Seguridad del Estadoen situación administrativa de disponibilidad".

La respuesta del BBVA al Sepblac encierra otra sorpresa. Cerrado ese cuadro que asignaba a Cenyt la categoría de empresa dedicada a la demoscopia, el BBVA hizo constar que "a través de buscadores de internet" había identificado "varias noticias que vinculan a esta sociedad con posibles actividades ilícitas de José Manuel Villarejo Pérez". El enlace agregado a renglón seguido no funciona. Pero la fecha que lo acompaña, 10 de marzo de 2015, se corresponde con un extenso reportaje de El País sobre el emporio privado creado por el policía, que en aquella fecha seguía en activo como comisario. 

Dado que el requerimiento del Sepblac acotaba su exigencia sobre movimientos de cuentas y el detalle sobre de dónde llegaba el dinero y adónde iba, el BBVA solo dio datos relativos a los 18 meses transcurridos entre enero de 2016 y julio de 2017. En ese tiempo, la cuenta de Cenyt SL a la que el banco abonaba sus facturas, ingresó 877.250 euros. Así se desprende de un informe policial también incorporado al sumario y que desgrana el historial de la cuenta utilizada por la empresa de Villarejo para sus cobros del BBVA. 

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En virtud de los contratos que sustentaron la relación entre el BBVA y Cenyt SL, Villarejo y los suyos investigaron, siguieron, controlaron y buscaron puntos débiles en las biografías de distintas personalidades. Hasta la fecha se conoce que esas tareas de seguimiento y espionaje afectaron en la tanda inicial al político socialista Miguel Sebastián, a empresarios como Luis del Rivero y Juan Abelló y a directivos públicos como Carlos Arenillas, en 2004 vicepresidente de la CNMV. El objetivo era impedir que la constructora Sacyr tomase posiciones de poder en el banco.

Más tarde, Villarejo obtuvo información sobre grandes deudores del banco como los empresarios Luis Portillo (Colonial) y Fernando Martín (Martinsa).

Asimismo, investigó al fundador y jefe de la denominada Asociación de Usuarios de Banca (Ausbanc), Luis Pineda. La investigación sobre Ausbanc, a la que el BBVA acusaba de chantaje, dio pie a una "denuncia anónima" cuya verdadera autoría recae sobre el BBVA. A raíz de esa denuncia se abrieron diligencias judiciales que culminaron en un juicio ahora en suspenso por el estado de alarma y donde Pineda, así como otros mandos de Ausbanc y el líder del seudosindicato ultra Manos Limpias, Miguel Bernad, se sientan en el banquillo.

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