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La campaña ofensiva contra los niños trans le cuesta cara a Hazte Oír

El presidente de Hazte Oír, Ignacio Arsuaga, junto al autobús contra los niños trans.

Malas noticias para las arcas de la asociación ultracatólica Hazte Oír. Este martes, el Ministerio del Interior decidió retirar la declaración de utilidad pública a la polémica organización a causa de la campaña que lanzó en 2017, protagonizada por un autobús rotulado con mensajes contra los menores trans. Y eso, más allá de su impacto simbólico, va a tener importantes consecuencias en las cuentas de Hazte Oír, que por el hecho de ser una asociación de utilidad pública se beneficiaba hasta ahora de grandes ventajas fiscales –deducciones en el impuesto de sociedades, exención del IBI...– que a partir de este martes dejará de disfrutar.

La declaración de utilidad pública es un sello que pueden solicitar las asociaciones legalmente constituidas en España y que otorga en Ministerio del Interior si considera que el colectivo en cuestión promueve "el interés general" y tiene una actividad "de carácter cívico, educativo, científico, cultural, deportivo, sanitario, de promoción de los valores constitucionales, de promoción de los derechos humanos, de asistencia social, de cooperación para el desarrollo" o "de promoción de la mujer", entre otros asuntos. 

Interior ha considerado que la polémica campaña del autobús –que llevaba rotulado el mensaje "Los niños tienen pene y las niñas tienen vulva. Que no te engañen"– fue ofensiva para con el colectivo trans y que, pese a estar amparada por la libertad de expresión, no puede considerarse como una actividad destinada al interés general de la sociedad. Y ese es el motivo, confirma un portavoz del Ministerio, por el cual el departamento liderado por Fernando Grande-Marlaska ha decidido retirar la declaración de utilidad pública a Hazte Oír, que la disfrutaba desde 2013, cuando se la concedió Jorge Fernández Díaz, entonces ministro del Interior.

Esa concesión otorgada en 2013 fue una bendición para las arcas asociación ultracatólica, que ha visto sus ingresos crecer enormemente durante los años en los que ha sido considerada una entidad de utilidad pública. En 2012, según sus propios datos, Hazte Oír ingresó un total de 1,5 millones de euros, mientras que en 2017 la entidad manejó un presupuesto de 2,45 millones, lo que supone un aumento del 63%. La organización se enorgullece públicamente de que no tiene aportaciones públicas: la mayor parte –un total de 1,53 millones de euros– procede de las cuotas de sus socios, mientras que otros 913.000 euros provienen de donaciones.

Pero que Hazte Oír no tenga ingresos públicos no quiere decir que no se haya visto beneficiada por el Estado. En 2012, el último ejercicio en el que la asociación no estaba considerada como de interés público, el total de donativos ascendió a 584.753 euros, mientras que cuatro años después, en 2016 –el año en el que sus simpatizantes fueron más generosos– esa cifra era de 1,1 millones de euros. Y es que, como asociación declarada de interés público, los donantes del colectivo ultracatólico han podido desgravarse hasta este martes la mayor parte de sus aportaciones, lo que, lógicamente, ha podido fomentar las donaciones.

"Si donas 200 euros, Hacienda te devolverá 127,5 euros"

En la propia web abierta por Hazte Oír para recibir donaciones, la asociación explica a las personas que quieran aportar dinero a la entidad que, si residen en España, sus donativos "desgravan un 75% los primeros 150 euros, y a partir de esa cifra el 30% (o 35% en determinados supuestos)". "Por ejemplo, si donas 200 euros, Hacienda te devolverá 127,5 euros", informa la propia asociación en su página web, que apunta, además, que quienes les donen dinero por segundo año consecutivo pueden desgravarse "un 75% por los primeros 150 euros" y "un 35% por el resto".

Efectivamente, así lo marca la ley que regula el régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos, que deja claro que los contribuyentes tienen derecho a deducirse en su declaración de la renta este porcentaje de sus donaciones a las entidades consideradas de utilidad pública, como hasta este martes era Hazte Oír. Aunque no solo las personas físicas han tenido ventajas fiscales a la hora de dar dinero a la asociación ultracatólica: si la que donaba era una empresa, ésta ha tenido derecho hasta ahora a deducirse el 35% del total de lo aportado a la hora de liquidar el impuesto de sociedades. Y "si es el segundo año, o más" en el que lo hacía, podía desgravarse "el 40% de lo donado", ofertaba la propia Hazte Oír.

La norma también establece que las entidades sin fines lucrativos, entre las que se cuentan las asociaciones declaradas de utilidad pública, están exentas de pagar a los ayuntamientos el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de sus propiedades inmobiliarias, así como el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana. De igual manera, Hazte Oír tampoco tenía que pagar hasta este martes impuesto de sociedades por los beneficios derivados de las donaciones de terceros y las cuotas de sus propios socios, y asimismo estaba exenta de pagar este tributo por las rentas derivadas "de adquisiciones o de transmisiones, por cualquier título, de bienes o derechos". Y, además, la asociación pagaba únicamente un tipo del 10% en concepto de impuesto de sociedades por "las rentas derivadas de explotaciones económicas no exentas".

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Una retirada poco frecuente

Es infrecuente que el Ministerio del Interior retire la declaración de utilidad pública a una asociación, aunque ha ocurrido otras veces. En mayo de 2016, por ejemplo, Interior –aun controlado por el PP– se la retiró a la Federación de Planificación Familiar Estatal sólo 25 días después de concedérsela y tras un recurso de la Asociación de Abogados Cristianos, otro colectivo ultracatólico que acusó a la citada entidad de "promover el aborto" y de financiación irregular.  No obstante, Hazte Oír ha mantenido la declaración hasta este martes, pese a que también defiende un posicionamiento ideológico sobre el aborto: sus propios estatutos establecen como uno de sus fines la "defensa y promoción de la dignidad de la persona, la familia y el valor de la vida humana".

Pese a que la campaña del autobús ha sido la más polémica, la entidad ha protagonizado en los últimos años varias acciones muy controvertidas. Hazte Oír se ha posicionado contra la investigación con células embrionarias con fines terapéuticos, el matrimonio entre personas del mismo sexo, la ley de educación de Cataluña, la práctica del nudismo en las playas, la asignatura de Educación para la Ciudadanía y el aumento de la financiación pública a los partidos políticos, entre otras causas. También ha apoyado protestas de otras plataformas contra el límite de 110 kilómetros por hora en las autopistas o el canon digital, y movilizaciones en favor de la unidad de España. En 2010 expresó su "respaldo" a los monjes del Valle de los Caídos y exigió al Gobierno de Zapatero que no los "acosara".

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