La ‘ceja’ de Ayuso: la ofensiva pachanguera* que transforma Madrid y que amenaza a la cultura

La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, durante una vista al parque de bomberos de Las Rozas (Madrid).

La contratación de la cantante Gloria Estefan para el Festival de la Hispanidad, que ha supuesto 484.000 euros a la Comunidad de Madrid, es algo más que una tardía serpiente de verano: la cultura en Madrid se concibe como una política de imagen para atraer inversores; también para captar determinados electorados en expansión; y para mantener una red clientelar que conforma una ‘ceja’ mucho más poblada que la que en su día denunciara el Partido Popular contra el entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero

El Festival de la Hispanidad, que desde 2021 trata de hacer de Madrid un centro multicultural en el que “caben todos los acentos” y en el que no sobra ningún flujo financiero, no ha escatimado nunca en gastos. La oposición ya criticó, como lo ha hecho en esta ocasión, la asignación de 847.000 euros destinada en 2023 a la actuación del colombiano Carlos Vives. Estos eventos han sido justificados como generadores de ingresos turísticos y financieros a corto y largo plazo.  

Una inversión que pretende pagarse sola, al menos en su vertiente electoral. En 2022, el congreso que dio a Isabel Díaz Ayuso el control del PP regional creó la Secretaría de Nuevos Madrileños, asignada al venezolano Gustavo Eustache. El compromiso de la Comunidad de Madrid con determinadas ramas de la oposición venezolana se ha materializado durante estos años en distintos actos, y la promoción de una visión aún más castiza de la hispanidad se ha visto reflejada en fiestas como ‘Europa es Hispana’, celebrada en marzo de 2023 con la presencia de Alberto Núñez Feijoo, poco antes de las elecciones municipales y autonómicas. 

La importación del voto conservador convive con la reinterpretación del pasado colonial. En este mestizaje de discursos emergen figuras como el actor Toni Cantó, encargado durante un año de la Oficina del Español, buque insignia de “la capital del español en Europa” y, desde 2021, impulsor del Festival de la Hispanidad.  

Nacho Cano, el paradigma

Dentro de esta doctrina del hermanamiento revisado ha destacado también el músico Nacho Cano, promotor del musical Malinche en Madrid, para el que el Ayuntamiento cedió una parcela de 19.000 metros cuadrados en el barrio de Hortaleza. La relación de este icono de la Movida madrileña con la presidenta ha tenido más de un hito. 

El fundador de Mecano, que cantó de manera gratuita y para una vacía Puerta del Sol Un año más en el cierre del fatídico 2020, recibió el día 2 de mayo de 2021 la Gran Cruz de la Orden del 2 de Mayo. Durante el acto, celebrado dos días antes de las elecciones autonómicas en las que Ayuso obtuvo la mayoría absoluta, el músico homenajeó a la presidenta y reconoció su valentía durante la pandemia. Unos días después, Yogi Songs, una empresa vinculada al músico, ultimó los trámites para obtener una subvención que le fue concedida por considerarse negocio afectado por la pandemia. Ese mismo verano Ayuso se fotografió con Nacho Cano en Villatranquila, una residencia que el músico tiene en Ibiza.  

El papel de Nacho Cano, al que Ayuso considera perseguido por una justicia represora en un caso de irregularidad laboral que ha sido ya archivado, representa un esquema claro de la política cultural madrileña: la promoción y ayuda a determinadas figuras de la cultura popular que actúen voluntaria o involuntariamente como embajadores dentro y fuera de España. 

Uno de ellos es Alfonso Ussía, veterano columnista, ahora en el periódico digital El Debate, propiedad de la Asociación Nacional de Propagandistas Católicos, y galardonado con el Premio de Cultura de Madrid en 2025; otro es David Bisbal, premiado en 2024 por su aportación a la música popular y protagonista en la Casa de Correos por su versión de la canción navideña El burrito sabanero.

También destacan otros ganadores de la Gran Cruz del 2 de mayo como el tenista Rafael Nadal; la directora de la Real Academia de la Historia, Carmen Iglesias –preceptora del rey y expresidenta de Unidad Editorial, editora del diario El Mundo–, el cantante Dani Martín, el boxeador Ilia Topuria, el campeón de Moto GP Jorge Martín, o el economista Pedro Schwartz, uno de los principales inspiradores políticos de Esperanza Aguirre. Dioni Martín, integrante del grupo musical Camela, también galardonado por la Cruz, afirmó “adorar” a la presidenta.  

Presidenta de Tabarnia

A estos premios se añaden otros gestos de carácter más simbólico que construyen firmes puentes con determinados sectores del mundo cultural. Isabel Díaz Ayuso fue nombrada en 2022 presidenta en Madrid de Tabarnia, el ente político ficticio creado por el dramaturgo Albert Boadella –director de los Teatros del Canal con Esperanza Aguirre– para combatir el proceso independentista catalán. Ayuso nombró entonces como embajadores de su delegación a la televisiva Carmen Lomana, al locutor Javier Cárdenas, al torero José Ortega Cano y a los músicos Ramón Arcusa y Manuel de la Calva, componentes del Dúo Dinámico. La Comunidad de Madrid prepara un homenaje a De la Calva, fallecido esta semana, pero no ha dedicado espacio alguno a otros artistas que, como Verónica Echegui y Eusebio Poncela, se han marchado también estos días.  

Otros lazos simbólicos son los establecidos con otro cantante, Bertín Osborne, que invitó a Ayuso a su rancho en Sevilla para el programa Mi casa es la tuya, de Telecinco, en 2021, y que la apoyó en su pelea política con Pablo Casado; con el cuestionado animalista Frank Cuesta en su santuario tailandés; o con Miguel Bosé, con el que la presidenta se fotografió este verano en el estadio Movistar Arena –que recibe subvenciones autonómicas– en un concierto al que asistieron también Iván Espinosa de los Monteros, Rocío Monasterio o Alaska y Mario Vaquerizo, entre otros rostros conocidos. 

Este último es probablemente uno de los embajadores más recurrentes. El cantante de Nancys Rubias ha sido propuesto por la Junta Municipal de Chamberí para nombrar una de las salas del Teatro Galileo, un gesto que el gobierno autonómico y el consistorio han rechazado para artistas fallecidas como la actriz Marisa Paredes o la novelista Almudena Grandes. Vaquerizo, además, aparece como actor central de un vídeo promocional que la Comunidad de Madrid produjo por más de 50.000 euros para la edición de FITUR de 2023.  

Esta red de figuras populares y eventos de gran cuantía económica choca contra un desierto cultural denunciado repetidamente por la oposición en la Asamblea de Madrid. Marisa Escalante, diputada de Más Madrid, ha subrayado el contraste entre un dispendio que se produce a dedo y la precariedad que existe, por ejemplo, en un mundo del teatro en el que la alta demanda de espectáculos de calidad se enfrenta a la carencia de ayudas, convenios o condiciones suficientes para unos profesionales que trabajan muchas veces sin apenas descanso. 

En contraposición con esta selva laboral, Escalante denuncia que el sector taurino haya recibido millones de euros en ayudas extraordinarias, que el Centro de Asuntos Taurinos cuente con una asignación anual de 4,5 millones, o la Fundación Toro de Lidia con 1,7 millones. Y que, en paralelo, se hayan eliminado las subvenciones a museos como El Prado, el Reina Sofía y el Thyssen. La 'ceja' de la presidenta no deja de crecer: su proyecto político y económico para Madrid depende, en buena parte, de los embajadores.

*Pachanguero/ra (según la RAE):

De pachanga y -ero.

  1. adj. Dicho de un espectáculo, de una fiesta o, especialmente, de una música: Fácil y bullicioso.
  2. adj. Arg., Cuba, El Salv., Nic. y Ur. Dicho de una persona: Que gusta de asistir a pachangas.
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