Reforma constitucional
La consulta catalana enfrenta dos visiones sobre el modelo de Estado
El enquistamiento del problema soberanista catalán provoca movimientos en el terreno intelectual. Si el martes se presentó un manifiesto firmado por personalidades como Mario Vargas Llosa o David Gistau que pedía al Gobierno que deje de estar "a la defensiva" y rechazaba "cualquier negociación" con la Generalitat, este miércoles se hace público otro documento cuyos autores, bajo el título Una España federal en una Europa federal, abogan por la reforma de la Constitución y la superación de un estado de las autonomías que estiman "insuficiente para hacer frente a los nuevos retos que España tiene ante sí".
La declaración federalista está suscrita, entre otros, por catedráticos como Angel Gabilondo, Fernando Vallespín, Mariola Urrea o Javier Braña; rectores de universidad como Daniel Peña (UC3M) y Alejandro Tiana (UNED); sindicalistas como Rodolfo Benito; abogados como Nicolás Sartorius; escritores como Almudena Grandes y periodistas como José Antonio Zarzalejos, Joaquín Estefanía, Ignacio Escolar o Jesús Maraña. El manifiesto antinacionalista, por su parte, es apoyado por la plataforma Libres e Iguales, que agrupa a políticos –como la expresidenta del PP vasco María San Gil–, intelectuales –el escritor Mario Vargas Llosa o el filósofo Fernando Savater– y periodistas –Hermann Tertsch o Federico Jiménez Losantos, por ejemplo–.
Y, si bien el manifiesto presentado este miércoles comparte con el de la plataforma Libres e Iguales que existe un problema en torno a cómo se están afrontando las reivindicaciones soberanistas, esa es su única coincidencia. Ambos documentos hacen hincapié en la necesidad de abrir un debate sobre la cuestión, pero difieren a la hora de reclamar soluciones al Estado y en el análisis de las causas del problema. El manifiesto antinacionalista achaca la causa principal al "desprecio al pluralismo social y político" del que, a su juicio, hace gala el soberanismo; la declaración federalista denuncia la "ceguera imperdonable" que supone "ocultar" o "minimizar" la "actual insuficiencia de la estructura territorial del Estado".
Por la reforma constitucional
En este sentido, las soluciones que plantean ambos manifiestos no pueden ser más contrapuestas: mientras la declaración federalista insta "a los partidos políticos, a las instituciones democráticas que tienen las facultades para cambiar la actual situación, a que alcancen los consensos y adopten los procedimientos necesarios para reformar nuestra Constitución", el manifiesto que presentó la diputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo es tajante a la hora de reclamar al Gobierno que "aplique toda la ley y advierta con claridad de las consecuencias de violarla".
Eso no significa que la plataforma Libres e Iguales sea contraria a cualquier reforma constitucional, ya que su manifiesto señala que está a favor de "las reformas cíclicas que permitan que España sea una nación cada vez más integradora y de mayor calidad democrática", si bien no detallan en qué sentido deben ser estos cambios. Pero las referencias a la Constitución no terminan ahí, ya que el grupo reivindica la Carta Magna "como consigna de ciudadanía y convivencia" y rechaza "cualquier negociación que, con el pretexto de evitar el conflicto que plantea el secesionismo catalán, limite la soberanía del conjunto de los ciudadanos y el ejercicio de sus derechos".
El mensaje del manifiesto Una España federal en una Europa federal también gira en torno a la Constitución. Pero, en este sentido, plantea cambios profundos para garantizar la "unidad del Estado" frente a un movimiento independentista cuyas aspiraciones, de cumplirse, provocarían consecuencias "nefastas para todos". El documento enuncia de forma abierta para profundizar en el debate, cuatro propuestas o rasgos básicos de ese modelo federal: el "reconocimiento de las identidades diversas que componen nuestro país", la "distribución clara" de las competencias del Estado y las comunidades autónomas, el establecimiento de una cámara "que permita la participación de todas las comunidades en la gobernación de los problemas comunes" y la reforma en la financiación de las comunidades basándose en los principios de "igualdad de derechos de los ciudadanos", de "solidaridad entre los territorios" pero, a su vez, promoviendo que "ninguna comunidad se empobrezca por causa de la referida solidaridad".
Un grupo de intelectuales pide a los ciudadanos que se involucren en la defensa de una España federal
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El problema "no ha recibido la respuesta que merece"
"Deseamos firmemente formar parte de un mismo Estado, de una España y una Unión Europea federales, porque estamos convencidos de que sería lo mejor para todos los que llevamos tantos años conviviendo juntos", señala el manifiesto federalista, que pide "el más amplio consenso" para abordar una reforma constitucional que configure un Estado "que pueda en el futuro insertarse de manera natural en una federación de Estados europeos". Por contra, la declaración de Libres e Iguales insiste en la supuesta proliferación de "maniobras opacas para ofrecer nuevos privilegios al nacionalismo a costa de la soberanía de los españoles".
En lo que sí coinciden ambos manifiestos es en que el problema "no ha recibido la respuesta que merece". Pero, de nuevo, los destinatarios de las críticas que se plantean son radicalmente opuestos: mientras la declaración federalista denuncia la actitud inmovilista del Gobierno y alerta ante el riesgo que, a su juicio, supone pensar "que los problemas se arreglarán por sí solos" y prolongar "situaciones que posibilitan la fractura de la ciudadanía", el documento de Libres e Iguales carga contra el soberanismo y es tajante al asegurar que "el nacionalismo antepone la identidad a la ciudadanía" y "los derechos míticos de un territorio a los derechos fundamentales de las personas".
