Medios comunicación

La fábrica española de 'fake news'

A comienzos de abril, volvieron a dispararse todas las alarmas en Alemania después de que una furgoneta de reparto arrollara a un grupo de transeúntes en la ciudad de Münster, al oeste del país. El atropello, que se produjo en las inmediaciones del conocido restaurante Kiepenkerl del casco antiguo, dejó al menos dos muertos y varias decenas de heridos. Y puso a las fuerzas de seguridad del país en alerta. No era la primera vez que se utilizaba en Europa un vehículo para cometer un atentado. Por eso, lo primero que hicieron las autoridades fue poner la lupa sobre el conductor de la furgoneta, que se quitó la vida tras embestir a la multitud. La investigación preliminar descartó por completo el móvil terrorista. “El presunto autor sería un alemán identificado como Jens R., nacido en 1969 y con antecedentes psiquiátricos en 2014 y 2016", señalaron los medios germanos.

Con las primeras pesquisas concluidas, la Policía alemana dio por terminada la búsqueda de sospechosos adicionales. Sin embargo, varios medios de comunicación siguieron agitando el fantasma del terrorismo. Difundiendo la imagen de un joven tomada por la cadena austríaca OE24, aseguraban que el autor del atropello era un musulmán de origen kurdo. El bulo comenzó a distribuirse rápidamente por las redes sociales. Y la Policía del Estado de Renania del Norte-Westfalia tuvo que salir al paso en Twitter: “Fake News: el hombre de la foto no es el culpable del sábado. ¡No publicamos ninguna foto del tirador!”, escribieron a través de su cuenta oficial. Un extremo que la cadena austríaca OE24 también confirmó a la página web Maldito Bulo: “Se trata de un entrevistado y la captura está sacada de contexto”.

La noticia del falso ataque terrorista corrió como la pólvora. También en España. Cuarenta y ocho horas después del atropello múltiple, varios periódicos digitales abrían sus páginas web con el siguiente titular: “El atacante de Münster era de origen kurdo y musulmán”. Las noticias, prácticamente calcadas, arrancaban con la misma frase: “La Policía alemana vuelve a mentir”. En el interior de la información, todos ellos señalaban que el autor del ataque era “un kurdo que había llegado a Alemania como ‘inmigrante’ y que había regularizado su situación obteniendo la nacionalidad germana”. La fuente de la que decían beber era “medios de comunicación de Hungría y Polonia”. Sin embargo, sólo uno de ellos puso en la noticia un enlace para contrastar la información. Hipervínculo que llevaba a un simple blog.

La dimensión internacional de las fake news adquirió protagonismo durante las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre de 2016, comicios que auparon a Donald Trump a la Casa Blanca. Desde entonces, la preocupación por el crecimiento exponencial de este fenómeno ha llegado también a la Unión Europea. El Gobierno de España, por ejemplo, lleva meses insistiendo en la presunta injerencia rusa en la crisis catalana. Sin embargo, Moscú no es, ni mucho menos, el único productor de noticias falsas. Dentro de nuestras fronteras, varias páginas web con apariencia de periódicos dan alas a las fake news made in Spain. Sus informaciones se mueven entre las conspiraciones y la difusión de bulos, algunos de ellos sacados directamente de las redes sociales.

De todos ellos, sobre el que más se ha puesto el foco en los últimos días es La Tribuna de Cartagena. A comienzos de mayo, este diario publicó un artículo firmado con seudónimo en el que se difundía la imagen de la víctima de La Manada y un fragmento del vídeo grabado durante la agresión. "No echaste a correr ni pediste auxilio porque ibas a lo que ibas, a pegarte una pasada de orgía y desenfreno con cinco desconocidos", recogía el texto. Un artículo, condenado con dureza por el Colegio de Periodistas de Murcia, en el que se tildaba de "farsa" la denuncia interpuesta por la joven y que previsiblemente será incluido por los abogados de la víctima en la denuncia que han presentado por presuntos delitos de amenazas y contra la intimidad de la joven en medios de comunicación y redes sociales.

Sin embargo, no es el único sobre el que pesan acusaciones de difundir noticias falsas. Durante los últimos años, la lupa también se ha puesto sobre otros como Alerta Digital o Mediterráneo Digital. Pero, ¿quién está detrás de esos medios de comunicación?

Alerta Digital y el Donald Trump español

Alerta Digital fue una de las páginas españolas que dieron pábulo al embuste del atentado yihadista en la ciudad germana. Y lo hizo sólo dos días después de haber presentado en su portal la noticia del atropello bajo el siguiente titular: “¡El karma existe! Un camión arrolla a una multitud en Münster (Alemania) y provoca varios muertos y decenas de heridos”. Veinticuatro horas después, y tras el revuelo en redes sociales, el diario ultra decidió darle otro giro: “¿Considerará el juez alemán que ha habido violencia? Un atropello múltiple causa dos muertos y una veintena de heridos en Alemania”. Con estas palabras, Alerta Digital hacía referencia a la decisión de la justicia germana de rechazar la extradición por rebelión de Carles Puigdemont, cuyo arresto en suelo alemán había sido celebrado semanas antes por el medio online: “¡Vía crucis hasta Estremera! La Policía alemana echa el lazo a la rata”, titularon.

Con más de dos millares de seguidores en Twitter, detrás de esta página web se encuentra la empresa Alerta Digital SL. Constituida en diciembre de 2012 con un capital social de 3.020 euros, según consta en la información del registro mercantil consultada por infoLibre, el objeto social de la compañía es el siguiente: “Elaboración de información escrita, gráfica, audiovisual o en cualquier otro soporte”. Tras Alerta Digital SL consta una persona: José Armando Robles Valenzuela, que aparece como administrador único de la sociedad. Un empresario que ha intentado hacer negocio con varios canales televisivos piratas de tarot y que en los últimos años ha tratado de dar el gran salto creando su propio partido político. Es, según ha dicho él mismo en alguna entrevista, “lo más parecido a Donald Trump que hay en España”.

La arena política no es terreno desconocido para el polémico Robles Valenzuela. En la década de los noventa, ejerció como jefe de prensa del exalcalde de Marbella Jesús Gil. Pero los comienzos del joven melillense, que por aquél entonces no rebasaba la treintena, se vieron empañados el 3 de junio de 1993, tres días antes de las últimas elecciones generales ganadas por el socialista Felipe González. Ese día, Robles Valenzuela fue detenido en el Club Financiero Inmobiliario, propiedad de Gil, acusado de haberse llevado enseres de un apartamento que había alquilado en el edificio Eurosol de Torremolinos (Málaga). Según el fiscal, el ahora dueño de Alerta Digital se apropió de cubertería, sábanas, toallas, útiles de cocina y un casco de moto por valor de 105.000 pesetas. El 9 de junio, el titular del juzgado de instrucción que llevaba el caso ordenó su puesta en libertad.

Diez años después de aquel arresto, y ya con Alerta Digital en funcionamiento, el empresario tomó la decisión de quitarse esa espina política que se le quedó clavada. Pero ahora quería ser él mismo el que moviera los hilos. Por eso puso en marcha en agosto de 2013 la formación política Soluciona. A su presentación acudieron miembros del partido neonazi Democracia Nacional. El empresario intentó asaltar el Ayuntamiento de Málaga en las municipales de 2015 con un programa similar al de otros partidos de la extrema derecha europea. No hubo suerte, se tuvo que conformar con un millar de papeletas. También probó, sin éxito, en las generales de diciembre, en las que se postuló como candidato al Senado por Málaga. Por eso, ahora trata de renombrar su movimiento aprovechando el tirón del nuevo presidente estadounidense. Se presenta como el líder de Soluciona-Trump.

Pero la vida de Robles Valenzuela, que no ha dudado en alguna ocasión en mostrar su amor hacia la bandera franquista, no sólo ha girado alrededor de la política. Durante los últimos años también ha cultivado su faceta de empresario. Una trayectoria empresarial que, como la política, también se ha visto empañada en más de una ocasión. En junio de 2013, la Junta de Andalucía decidió precintar y obligar al fin de las emisiones a la empresa Vit Channel, en la que figuraba como administrador único, al comprobar que estaba emitiendo contenidos de tarot por 27 canales que carecían de licencia. Un año más tarde, el Consejo del Audiovisual de Cataluña impuso una multa de medio millón y el cese definitivo de la prestación de servicios audiovisuales a Esoditel SL, en la que también figura como administrador único, por tirar las cartas en horario infantil. Como Vit Channel, Esoditel SL explotaba sin licencia cuatro canales de televisión.

infoLibre ha tratado, sin éxito, de recabar la versión de Robles Valenzuela para la elaboración de este reportaje.

La Tribuna de Cartagena y la teoría de la conspiración

Otro de los medios que difundió a bombo y platillo la teoría del atentado yihadista en Münster fue el diario digital La Tribuna de Cartagena, que como Alerta Digital también celebró efusivamente la detención del expresidente de la Generalitat en suelo germano: “Excelente noticia: detenido el criminal Puigdemont”. La empresa que está detrás de este medio “independiente, crítico e insumiso” es Sur Este Prensa Editorial SL. Constituida en julio de 2017 con un capital social de 21.500 euros, según consta en la información del registro mercantil consultada por este diario, el órgano social de esta firma lo preside desde su puesta en marcha Antonio Vidal Olivo. El diario, por su parte, está bajo la dirección del polémico periodista vinculado a la extrema derecha Josele Sánchez.

Vidal Olivo aparece relacionado con el partido conservador Iniciativa Ciudadana Carthaginense (ICCT). De hecho, fue de número seis en la lista que la formación política presentó en las elecciones municipales de 2011 para el Ayuntamiento de Cartagena, unos comicios en los que cosechó poco más de medio millar de votos. Puesta en marcha en 2010, esta formación política nació con un objetivo concreto: luchar hasta en los tribunales europeos “porque se instaure la provincia de Cartagena y porque la Región pase a denominarse Región Carthaginense”. Entre las propuestas de su programa, que fue definido por los fundadores del partido como “realista, ejecutable y creíble”, ICCT proponía “incentivar el ocio nocturno y el control absoluto de las licencias de obras”, recortar impuestos y poner en marcha dos nuevas comisarías en la ciudad. Además del “regreso del obispo a Cartagena”.

Como director del periódico figura el polémico periodista Josele Sánchez. Él es el autor de la mayor exclusiva que ha dado La Tribuna de Cartagena en su medio año de vida: el supuesto asesinato del expresidente del Banco Santander Emilio Botín. Sin embargo, esta noticia, que en su momento corrió como la pólvora en redes sociales, no es más que un bulo. Existió en su día una denuncia presentada por un empresario del mundo de la comunicación y algunos diarios confidenciales, de la que se hizo eco La Tribuna de Cartagena, que fue archivada en 2015. El asunto ha llegado a ser utilizado incluso por el sindicato ultra Manos Limpias para intentar extorsionar al Santander.

En conversación con este diario, Sánchez asegura que La Tribuna de Cartagena no difunde "noticias falsas". Ni cuando se le pregunta por el atropello en Münster ni cuando se le cuestiona por el caso Botín. "No han presentado ninguna querella contra nosotros", dice al ser cuestionado por las informaciones sobre el expresidente del Banco Santander. "Lo medios de comunicación grandes no tienen lo que hay que tener para meterse con el Santander", concluye al respecto.

Sin embargo, no es la primera vez que Josele Sánchez, que asegura que le ofrecieron 400.000 euros y un trabajo en Costa Rica si dejaba el caso Botín, está en el punto de mira por sus informaciones. En 2015, el periodista publicó su novela Con la piel de cordero, una obra en la que afirmaba que el ex secretario general del PCE “[Santiago] Carrillo estranguló a su primera mujer y la enterró en la casa de la Pasionaria en París”. Algo en lo que insistió durante la presentación del libro que Falange Auténtica organizó en un hotel de Madrid. Estas afirmaciones, según ha asegurado en alguna entrevista, las tiene “muy probadas”. Por ello, ha retado en alguna ocasión al hijo del exlíder del PCE a presentarle una querella. “Que no le hayamos denunciado no significa que diga la verdad”, le ha respondido José Carrillo.

Mediterráneo Digital y Plataforma per Catalunya

El pasado mes de febrero comenzó a circular por redes sociales la siguiente noticia: “Amnistía Internacional pide a España que no llame ‘banda terrorista’ a ETA para no ofender a los etarras”. Tres días después, Maldito Bulo tiraba por tierra dicha información, publicada por el diario Mediterráneo Digital. A través de Twitter, el proyecto periodístico dedicado a desmontar fake news informó que la noticia difundida por la página web era un “copia y pega” de una información de la agencia de noticias Europa Press del año 2011. En la red social, señalaron que Mediterráneo Digital, tomando como base el viejo teletipo, se había inventado el titular. “Amnistía sí dijo que no llama grupo terrorista a ETA sino grupo armado por no haber consenso internacional con el término. Pero ninguna exigencia a España”, señalaron. Tampoco es cierto que fuera para “no ofender a los etarras”.

No es, ni mucho menos, la primera vez que cazan al diario digital difundiendo un bulo. De hecho, a comienzos de 2017, por poner un ejemplo, atribuyeron un asesinato cometido por un español en un pub de Alicante a “un marroquí”. La empresa que está detrás de este proyecto periodístico es Grupo Editorial Mediterráneo Digital SL. Constituida en diciembre de 2014 con un capital social de 3.006 euros, esta firma es propiedad de Edgar Sánchez Agulló, que controla de forma directa el 100% del accionariado. Con cuatro años de vida a sus espaldas, Mediterráneo Digital SL, que en los últimos ejercicios ha declarado no tener ningún empleado, no va mal económicamente. Según sus propias cuentas, en 2016 cerró con unos beneficios de 7.495 euros. Un año antes, las ganancias fueron de 13.052 euros.

Antes de montar Mediterráneo Digital, Sánchez Agulló hizo sus pinitos en el mundo de la política al calor de la extrema derecha. En julio de 2009, la formación Plataforma per Catalunya (PxC), presidida en aquel momento por el ultraderechista Josep Anglada, anunció la puesta en marcha de la delegación de Plataforma per la Comunitat Valenciana en la localidad castellonense de Benicarló, un proyecto que desde el primer momento encabezó el propietario de Mediterráneo Digital. Por aquel entonces, Sánchez Agulló tenía buena sintonía tanto con Anglada como con la extrema derecha valenciana. De hecho, llegó a agradecer públicamente el “apoyo incondicional” que España 2000 brindó al presidente de PxC tras una pelea con dos menores de edad.

"Evidentemente, en Mediterráneo Digital hemos podido cometer errores con algunas de las noticias que han circulado por Internet y redes sociales, informaciones que también difundieron otros periódicos", se defiende en conversación con infoLibre Sánchez Agulló, que explica que parte de la "esencia original" del periódico es ir "al límite" y "contar la realidad sin censura". "Pero nunca se publica nada que no haya sido previamente contrastado y de lo que tengamos plena constancia", asevera el responsable del medio, un diario que, según explica, "se financia, única y exclusivamente, de inversión privada". "Es el único medio que rechaza las subvenciones de dinero público y/o las donaciones de partidos políticos", asevera.

Sánchez Agulló se muestra preocupado por el impulso de las denominadas fake news. "Es un problema que tenemos que abordar todos los que nos dedicamos al mundo de la comunicación", apunta el director de Mediterráneo Digital. No obstante, recuerda que las noticias falsas "han existido y son tan viejas como el propio periodismo": "Lo único que ha hecho Internet y las redes sociales ha sido darles una capacidad de dimensión y difusión a nivel global". "Resultan sin duda preocupantes los indicios de que algunas grandes potencias o corporaciones multinacionales podrían estar detrás de estas campañas desinformativas. El uso de la red como agente desestabilizador de las democracias occidentales", completa.

En conversación telefónica con este diario, Sánchez Agulló no niega su pasada vinculación con el partido ultra PxC. "Fue una iniciativa que acepté encabezar y poner en marcha en Benicarló, donde residía desde el año 2006, y que abogaba abiertamente, entre otras muchas cuestiones, por un mayor control de la inmigración islámica", cuenta el dueño de Mediterráneo Digital, que explica que por aquel entonces mantenían "una buena sintonía con Josep Anglada". "Una relación personal que se vio truncada a los pocos meses tras ver reiteradamente incumplidos muchos de los ejes fundacionales del proyecto original. Precisamente por eso abandoné Plataforma per la Comunitat Valenciana, convirtiéndome en uno de los grandes 'proscritos' y 'enemigos públicos' de PxC", relata.

"Muy pocos han sido más críticos que yo con el propio Anglada, una situación que me supuso una catarata inacabable de insultos, injurias y calumnias a nivel personal por parte de los que entonces integraban la formación, que me señalaban como un supuesto 'traidor' a la causa. (...) Afortunadamente, las personas crecemos, maduramos y evolucionamos, también políticamente. Hoy en día, mantengo tanto con los actuales dirigentes de PxC como con el propio Josep Anglada una relación cordial y de respeto mutuo", sentencia Sánchez Agulló.

Más sobre este tema
stats