Cataluña
El independentismo denuncia que el público de la inauguración de los Juegos Mediterráneos estaba "seleccionado"
La consellera de Presidencia de la Generalitat y portavoz del Govern, Elsa Artadi, ha afirmado este sábado que el público de la inauguración de los Juegos Mediterráneos de Tarragona estaba "sorprendentemente seleccionado".
En declaraciones a Rac1 recogidas por Europa Press, Artadi ha remarcado que en el evento "pasaron muchas cosas" y que, además de los silbidos al presidente de la Generalitat, Quim Torra, también hubo silbidos al himno español y gritos de "Libertad presos políticos".
Ha indicado que le sorprendió que hubiera "tan poca gente" porque desde la Secretaría de Deporte del Govern habían pedido invitaciones a la ceremonia y les respondieron que no quedaban más.
"Parecía que había un control", ha añadido la consellera, aunque ha remarcado que no sabe si había algún veto.
El conseller de Acción Exterior de la Generalitat, Ernest Maragall, también ha manifestado este sábado a través de las redes sociales que en el estadio que acogió la inauguración había "casi solo público elegido y controlado".
En un apunte en su cuenta de Twitter recogido por Europa Press, ha señalado: "En Tarragona, exhibición de fuerzas de seguridad de todos los colores. En el Estadio, casi solo público elegido y controlado. En el césped, discursos sin mucho ánimo. En el palco, mucho Estado con olor a naftalina. Conclusión: España tiene Jefe de Estado. Cataluña no tiene rey".
El alcalde lo niega
El alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, ha asegurado este sábado que era "materialmente imposible" seleccionar al público de la inauguración de los Juegos Mediterráneos de Tarragona, tal como ha dicho la consejera de Presidencia y portavoz del Govern, Elsa Artadi.
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En declaraciones en Rac1 recogida por Europa Press, Ballesteros ha explicado que la venta de entradas se cedió por completo a la empresa Ticketmaster, que según ha detallado fue la ganadora de un concurso público para un contrato que estipulaba que no se podrían comprar más de seis entradas a la vez.
Ballesteros, que ha dicho que "nunca" hubiera seleccionado el público, ha explicado que no le gustó ver espacios vacíos en la gradería cuando las entradas se habían agotado, y que preguntarán a Ticketmaster qué invitaciones no se usaron.
Según ha explicado, la organización calcula que unas 3.000 entradas no se usaron, y ha informado que pedirán explicaciones ya que se podrían haber vendido o utilizar como invitaciones.
