Crisis del coronavirus

Madrid responde al Gobierno que "negociará cada día" para que se levante el estado de alarma

El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero.

La Comunidad de Madrid dará la batalla para que se ponga fin cuanto antes al estado de alarma acordado para la región. El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, compareció este viernes en la Puerta del Sol para anunciar el texto que había confeccionado el Gobierno autonómico para suplir el vacío que dejaba la decisión del jueves de la justicia madrileña y evitar así que desde Moncloa se pulsara el botón rojo. Pero fue inútil. Cuando explicaba las líneas maestras de la orden diseñada, Moncloa acordaba la activación del estado de emergencia. Se había acabado el tiempo. Los periodistas preguntaron por ello. Y Ruiz Escudero tuvo que reaccionar: "El Gobierno de la Comunidad de Madrid negociará cada día con el Gobierno central para que se levante el estado de alarma".

Con el puente a la vuelta de la esquina, las últimas horas en el Ejecutivo madrileño han sido de máxima tensión. Tras la resolución judicial que tumbaba las restricciones a la movilidad en las grandes urbes de la región, la Consejería de Sanidad empezó a trabajar a todo gas para cerrar cuanto antes una "orden trabajada y completa pero sencilla" como paso previo a una negociación a contrarreloj con el Gobierno central. No hubo finalmente diálogo. Pero sí una conversación entre el presidente, Pedro Sánchez, y la líder del Ejecutivo madrileño, Isabel Díaz Ayuso, en la que el primero le daba tres alternativas: recuperar la orden tumbada amparándose en la Ley 3/1986, pedir como comunidad el estado de alarma o esperar a que el Ejecutivo central lo decretara directamente.

El plazo que se le dio al Gobierno regional concluía a mediodía. A esa hora, estaba convocado en Moncloa el Consejo de Ministros extraordinario. Sin embargo, el Ejecutivo madrileño se agarró a su plan hasta el último momento. Antes del comienzo del cónclave, se deslizaba que Ayuso llamaría a Sánchez para pedir una negociación de la orden que habían elaborado y evitar así el estado de alarma. A las 12.10 horas, comparecía en la Puerta del Sol el consejero de Sanidad para exponer la estrategia que ya tenían elaborada. Una orden que volvía a las zonas básicas de salud pero que endurecía el criterio para la restricción de movimientos de los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes de incidencia acumulada a los 750 casos. En total, se había pensado limitar la movilidad en más de medio centenar de áreas.

Pero cuando empezaron las preguntas de los medios, ese plan ya era papel mojado. Desde Moncloa llegaba la noticia de que el Ejecutivo central había acordado ya la activación del estado de alarma. "Lamento que el Gobierno haya tomado esta decisión. Va a ser difícil de entender que se aplique cuando está habiendo un descenso claro desde el punto de vista epidemiológico y asistencial. Va a tener que justificar esta medida que ningún madrileño va a entender", señaló Ruiz Escudero, quien sostuvo que "con los datos avalándonos" el Gobierno regional exigirá en cada momento el levantamiento: "El Gobierno de la Comunidad de Madrid negociará cada día con el Gobierno central para que se levante el estado de alarma. Vamos a tratar de convencer de que este modelo funcionaba".

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Algo más duro fue al respecto el consejero de Justicia, Enrique López. En un mensaje publicado a través de su cuenta de Twitter, el dirigente conservador calificó de "atropello constitucional" contra la Comunidad de Madrid y "ataque a todos los madrileños" el decreto de estado de alarma. "Es desproporcionado, es innecesario y es sectario. Pedimos su retirada inmediata por razones jurídicas y también de higiene democrática", escribió el también responsable de Justicia del PP a nivel nacional.

El consejero de Sanidad explicó que desde la noche del jueves no había mantenido contacto con el Ministerio de Sanidad. "Nos dejaban pocas opciones, lo único que se planteaba era el estado de alarma. Es una decisión que ya tenían tomada desde hace unos días", apuntó Ruiz Escudero. El dirigente tampoco quiso entrar a valorar la brecha que se produjo, otra vez más, con sus socios de gobierno en la búsqueda de una solución. Como viene siendo habitual en la gestión de la pandemia en la región, el Gobierno de la Comunidad de Madrid, una coalición integrada por PP y Ciudadanos, no se esforzó en ocultar, tampoco en esta ocasión, la diferencia de criterios entre representantes de ambos partidos.

Hasta en dos ocasiones se le cuestionó por la petición del número dos del Ejecutivo madrileño de ceder e intentar quedarse en una solución intermedia. Y por si la decisión de continuar agarrándose a las zonas básicas de salud había sido unánime. "Nos consta que Aguado hizo una propuesta alternativa que pasaba por adoptar una nueva orden a un texto similar al de Castilla y León. ¿Por qué no han querido aceptar esa propuesta de su socio de gobierno?", cuestionó un periodista. El consejero de Sanidad no lo negó. "En todo momento, valoramos todas las opciones que se pudiesen producir por este ultimátum, por este chantaje del Gobierno a la Comunidad de Madrid. Se valoran, se discuten, se debaten", respondió.

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