Protestas sociales

Marea multicolor en Madrid para defender “todos los servicios públicos”

Participantes de la marea multicolor que marcharon este sábado 26 de abril en las calles del centro de Madrid.

Sin sanidad, educación, ciencia y servicios sociales no hay futuro. Más de 2.000 de personas se manifestaron la tarde de este sábado en Madrid para denunciar el "desmantelamiento" de los pilares básicos del Estado de bienestar. La marea ciudadana, esta vez multicolor, recorrió el centro de la capital en defensa de los servicios públicos frente a la privatización y los recortes.

Las mareas verde (educación), blanca (sanidad), roja (ciencia) y naranja (servicios sociales) convocaron de manera conjunta la marcha que comenzó a las 18.30 en la madrileña Puerta de Atocha y finalizó en la Puerta del Sol. Todas estas organizaciones, con reivindicaciones y metas propias, convergen en la necesidad de protestar ante la "agenda de destrucción de los servicios públicos", que, como consideran sus portavoces, está llevando a cabo el Gobierno. Las diferentes plataformas, unidas "en la solidaridad”, desfilaron bajo rúbricas como "recortes cero", "Mariano Rajoy deja las tijeras, que más que presidente pareces peluquera" o "Sin servicios sociales no hay nada”.

Los recortes, las privatizaciones y las políticas de austeridad del Ejecutivo están acabando con los servicios públicos “que todos los españoles pagamos, por eso nos manifestamos”, defendieron desde la marea naranja. “Denunciamos la gerencia privada, el traspaso de lo público, los recortes, la dejadez de la Administración y el empeoramiento de servicios sociales básicos”, explicó a infoLibre Esteban Barreto, miembro de la plataforma en defensa de los servicios sociales. Y es que, para esta organización ciudadana, cuando un servicio público se privatiza, el margen de beneficio para la empresa privada se encuentra en el deterioro de la asistencia. Un problema que “afecta a todos los sectores reunidos hoy aquí”, subrayó Barreto.

Educación y ciencia para el futuro

La marea verde, destinada a defender la educación pública, instó al Ejecutivo a poner fin a los recortes presupuestarios que sufre un sector esencial para el futuro. “Pedimos que no haya más recortes, porque sí hay dinero”, subrayó Piedad Sánchez, miembro del colectivo. “Las ayudas para libros y las becas comedor han sido eliminadas –recordó Sánchez–, y pedimos que se recuperen”.

Desde la misma plataforma denunciaron que las políticas del Gobierno consisten en un trasvase de lo público a manos privadas. “Se cierran colegios públicos y se abren centros concertados con ideología católica o incluso ultracatólica”, advirtió Sánchez. Además, este colectivo mostró su rechazo a la LOMCE y la FP básica que, considera, es “una vía muerta para el alumnado”.

Por su parte, la marea roja –defensora de la ciencia y la investigación– recordó que sin ciencia no hay futuro. “Dentro de diez años nos veremos sin investigadores y sin científicos, quizá tengamos que traerlos de China o de Sudamérica”, advirtió Luisa María Botella, miembro de la plataforma grana e investigadora del CSIC. La científica recordó el éxodo masivo de profesionales: “más de 2.500 expertos se han ido por falta de posibilidades y oportunidades para investigar”.

No se convocan plazas, no hay tasa de reposición –si alguien enferma o se jubila su vacante queda sin cubrir–, se suprimen las convocatorias de personal técnico investigador y no hay presupuesto, señaló la plataforma. "En el CSIC nos hemos quedado los funcionarios –explica Botella–, pero sin equipo y sin dinero no podemos trabajar”. Una situación que no sólo afecta al personal científico, sino al grueso de los trabajadores de los diferentes servicios públicos que irrumpieron en las calles madrileñas este sábado.

Las privatizaciones no han cesado en el sector de la sanidad

La marea blanca, conocida por su éxito al lograr paralizar la privatización de seis hospitales a través de sus protestas y denuncias, no podía faltar a la cita. “Tenemos las mismas reivindicaciones que el primer día: no a la privatización, sí a la sanidad universal”, aseguró Nieves Lozano, portavoz de FESITESS. “Se sigue privatizando –señalaron desde la marea nívea–; la derivación de pacientes a centros privados para la realización de pruebas diagnósticas e incluso intervenciones quirúrgicas lo demuestra”.

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Desde esta plataforma, revindicaron la reapertura de hospitales que cerraron sus puertas como consecuencia de los recortes en los presupuestos, así como la readmisión de sus trabajadores. Lo esencial es “que vuelvan a abrir los hospitales que funcionaban estupendamente y que la sanidad vuelva a ser universal”, remarcó Lozano.

A la marea blanca se sumaron este sábado motas de color rojo: los trabajadores de los centros de trasfusiones. La concesión de las extracciones de sangre a la Cruz Roja es, en palabras de este colectivo, “una forma más de privatización”. Un servicio que en el pasado era “100% público, pasa a manos privadas con un contrato de 9,5 millones de euros anuales”, denunciaron desde la Asociacion de Empleados de Centros de Transfusiones de Madrid (Adecetma). Bajo el lema “La sangre que tu donas, ellos la venden”, instaron a los ciudadanos a acudir a centro públicos para donar sangre.

“¿Qué hace este Gobierno”, se preguntaron desde la multitudinaria marea ciudadana. Su respuesta: “Mentir, robar y privatizar”. Los manifestantes, de todos los colores, coincidieron en sus reivindicaciones, en sus denuncias y en su lucha pacífica por un verdadero Estado de bienestar donde se garanticen los servicios y prestaciones más elementales. Porque, como rezaba el lema del encuentro: "Sin Educación no hay Ciencia. Sin Ciencia no hay Sanidad. Sin Educación, Ciencia y Sanidad, no hay Servicios Sociales".

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