Moncloa y Zarzuela tratan de neutralizar la “decisión personal” del emérito de ir al funeral de Isabel II

Archivo - El Rey emérito Juan Carlos I.

Antonio Ruiz Valdivia

El mundo entero estará mirando el lunes a Londres. Millones de personas desde sus televisores seguirán el funeral de Isabel II en la abadía de Westminster. Hasta el presidente de Estados Unidos Joe Biden, se trasladará para el último adiós a la reina, junto a otros jefes de Estado. Gran parte del poder universal estará sentado en los mismos bancos.

Pero en España la fotografía más esperada del acto será otra. La decisión de Juan Carlos I de viajar desde Abu Dabi hasta Londres para el funeral ha removido a la Casa Real y al Gobierno. Puede ser la primera instantánea del emérito junto a su hijo tras su polémico paso por Sanxenxo el pasado mes de mayo. El rey, entonces, montó un espectáculo ante los medios con su llegada y rechazó dar explicaciones ante los ciudadanos, como le instaba el Ejecutivo.

Esto provocó otro duro golpe para Felipe VI, que no vio con buenos ojos ese paso por España y se lo hizo saber en la reunión que mantuvieron en la Zarzuela. Parecía que el rey emérito tomaba nota y suspendía otro viaje a Sanxenxo que tenía pendiente más adelante. Con un verano en el que tampoco ha protagonizado viajes a España ni sonadas apariciones.

Pero el funeral de Isabel II lo trae de vuelta a Europa. Ha decidido acudir, como la reina Sofía, tras ser invitado por las autoridades británicas como ex jefe del Estado. Pero en la Zarzuela y en La Moncloa se afanan durante estas horas en poner distancia respecto al viaje. Y el destino no es baladí: en el Reino Unido tiene todavía abierta una causa el monarca emérito por la denuncia de Corinna Larsen por supuesto acoso.

En Zarzuela no suelen dar muchas explicaciones, pero en sus comunicados se puede leer el clima que domina cada decisión. En todos los mensajes enviados a la prensa se ha dejado muy claro que se trata de una cuestión "personal" y que la invitación ha sido cursada por las autoridades británicas. No es una decisión que emane de la propia institución.

Desde la Casa Real se especificó que la embajada de España en el Reino Unido recibió el domingo una nota verbal del Foreign Office en la que se hacía llegar a las delegaciones diplomáticas de Bélgica, Dinamarca, Países Bajos y España las invitaciones para el funeral por la reina el dia 19 y los actos paralelos programados.

Las invitaciones, explicó la Casa Real, estaban dirigidas a los jefes de Estado y ex jefes de Estado y esposas o esposos de dichos países. Zarzuela trasladó esa comunicación a Juan Carlos y Sofía y quedaba a la espera, como se explicitó, de su "decisión personal". La propia Casa Real informaba este lunes de que los dos tenían la intención de acudir.

Desde ese momento la imagen más esperada en España es la del actual rey junto a su padre. Desde Zarzuela se ha informado a la prensa que la casa del rey se adaptará "a los criterios protocolarios, a las decisiones organizativas y a las instrucciones logísticas que adopten las autoridades británicas en su condición de responsables del desarrollo de los actos". Es decir, hay que traducirlo en que si hay foto o no será por Londres y por protocolo, y que la Casa Real no tiene nada que ver con eso. Ponen distancia.

En el Gobierno en estos momentos también están tratando de rebajar esa expectación y no han querido lanzarse a criticar al anterior monarca. Pero sí levantan un muro: es una decisión "personal". Así lo expresaba la propia portavoz del Ejecutivo y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez.

La idea que traslada el Gobierno es que el único representante de España en ese funeral es el actual jefe del Estado. Lo reiteran fuentes monclovitas: "Quien representa a España es el jefe del Estado". Es decir, se desvincula totalmente la imagen del país en un evento tan global a Juan Carlos I. El rey desafió tanto a la Casa Real como al Ejecutivo en su anterior visita: "¿Explicaciones de qué?", llegó a decir el monarca en un reto a la petición del propio presidente.

Lo que no aclara el Gobierno es cómo viajará el rey emérito hasta Londres, si llegará junto a su hijo o si contará con algún tipo de medio o protección pública. En todo caso, desde el Gobierno se señala que si alguien acompaña a los reyes actuales, será el titular de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares (siempre un miembro del Gobierno debe estar junto a los monarcas en actos y desplazamientos). El jefe del Ejecutivo tiene en su agenda participar en Nueva York, desde el 19 al 22, en el arranque del periodo de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas.

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A última hora del martes, Pedro Sánchez se pronunciaba sobre el tema en una entrevista en La Noche en 24 Horas. El presidente decía que la decisión era competencia individual de Juan Carlos I, pero hablaba de que el Gobierno estaba coordinado con la Casa Real y que la delegación española estaba encabezada por Felipe VI.

En el PSOE también lo definen como un viaje "personal", aunque el portavoz en el Congreso, Patxi López, fue algo más allá este lunes, dejando entrever lo que habrá pensado la Zarzuela; "En todo caso, no sé si la Casa Real estará muy contenta con esa decisión". Sus socios en el Gobierno han sido muy duros. Concretamente, Pablo Enchenique (Unidas Podemos) lanzaba: "Invitar a un delincuente fugado a un funeral de Estado deja claro qué significa la monarquía en Reino Unido y España".

Quien sí salió en público a apoyar la decisión de Juan Carlos I fue el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, para quien es algo "adecuado, oportuno y lógico": "El hecho de que el rey emérito haya sido invitado acredita el interés de la Casa Real británica para que asista, además del jefe del Estado, Felipe VI".

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