EL FUTURO DE LA LEGISLATURA
El PNV, el actor clave para que aguante el Gobierno y que pone en barbecho su apoyo hasta el día 9

En los titulares sobre los socios siempre aparecen con fuerza Junts y Podemos como posibles desestabilizadores de una legislatura en pleno bloqueo por el caso Cerdán. Pero en Ferraz y en el Palacio de La Moncloa miran especialmente al PNV, un partido clave para aguantar y que sería letal si rompiera la baraja en estos momentos.
El PSOE y el PNV han forjado una estrecha relación en los últimos años, al contrario del distanciamiento entre los peneuvistas y el Partido Popular. Pero los nacionalistas vascos no se casan con nadie para siempre y está en la memoria reciente cómo pasaron en días de apoyar los últimos presupuestos generales de Mariano a Rajoy a dar su apoyo a la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a la Presidencia en junio de 2018.
Los nacionalistas vascos se muestran contrarios a una moción de censura impulsada por el PP pero en los últimos días han puesto distancia con el Ejecutivo de coalición. Los jeltzales están insatisfechos con la respuesta que está dando Pedro Sánchez, una sensación que comparten la mayoría de socios, que ven “lentos” y “en shock” todavía a los miembros del PSOE.
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El PNV quiere más explicaciones y medidas más contundentes por parte del Ejecutivo para evitar abrir la puerta a las derechas. Lo ha explicado en público Aitor Esteban, y lo remarcan en privado varias fuentes del partido vasco, y, por eso, escucharán con mucha atención lo que proponga el presidente del Gobierno en el Pleno en el Congreso del próximo miércoles. Una vez oigan al jefe del Ejecutivo, cualquier posición pasará por la dirección del partido. "Tomaremos las decisiones de acuerdo a lo que nos exige la ciudadanía, los votantes y nuestro código ético", explicó el líder del EBB en TVE este jueves.
En esa balanza de pros y contras, los nacionalistas vascos son conscientes de la fuerte alianza que tienen con el PSE-EE. Los dos partidos gobiernan juntos en el Ejecutivo autonómico, en tanto que forjaron alianzas para tener el poder en las diputaciones forales (órganos con un inmenso poder en Euskadi y que tienen en sus manos la recaudación tributaria) y en los principales ayuntamientos.
"Doctor Jekyll y mister Hyde"
La presión del Partido Popular al PNV es constante. Pero los populares un día hacen un guiño y al otro tratan de hundir a los nacionalistas vascos relacionándolos incluso con el caso de Cerdán. “Feijóo nos la tiene jurada desde su investidura”, como señala un alto dirigente del PNV. En la dirección del partido vasco hablan de los populares como “doctor Jekyll y mister Hyde”.
Los populares meten mucha presión durante estas horas y han pedido explicaciones al PNV, a través de su líder en Euskadi, Javier de Andrés, por la relación con la trama corrupta del empresario Iñaki Alzaga, consejero delegado del Grupo Noticias, presidente de Nortegas y exdirectivo de Euskaltel.
De Andrés calificó a Alzaga como "empresario de la máxima confianza del PNV". Y reclamó explicaciones al PNV por su vínculo con Antxon Alonso, empresario vasco que se ha hecho famoso por ser socio de Cerdán en Servinabar, empresa investigada por su papel central en la trama corrupta.
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Los peneuvistas están muy enfadados y dicen que este tipo de presión no funciona con ellos. El enfado es mayúsculo en el EBB. Asimismo, el PNV apunta que hay un elemento tóxico que hace muy difícil el entendimiento con los populares: la presencia de Vox en la ecuación. Dirigentes nacionalistas apuntan a que el electorado vasco no entendería una fórmula en la que estén junto a la ultraderecha, lo que les perjudicaría en el enfrentamiento directo por la hegemonía en las urnas con EH Bildu.
Esta es la gran variante que mueve también la política vasca: el duelo entre PNV y EH Bildu. Los nacionalistas vascos tratan de frenar el ascenso de la izquierda abertzale y, de hecho, cambiaron a Iñigo Urkullu por Imanol Pradales para refrescar el cartel electoral. Y ahora Esteban ha pasado a dirigir el partido, que funciona con una bicefalia, tras la época de Andoni Ortuzar. Siempre está también el fantasma de que una ruptura en Madrid con el PSOE podría llevar al socialismo a unir fuerzas con los de Arnaldo Otegi para arrebatar instituciones al PNV.
Desde EH Bildu, Arnaldo Otegi aseveró este jueves que "ya no vale" apoyar al Gobierno con el argumento de que la alternativa es peor, sino que se ha entrado en una nueva fase y que para continuar la colaboración debe abordarse un "proyecto democrático" de regeneración que incluya el debate sobre el modelo de Estado. Todos los socios miran al presidente del Gobierno de cara al 9 de julio. Ese día puede marcar un antes y un después.