Entender la gravedad de Santos Cerdán

Es el momento más crítico del Gobierno, con la credibilidad más golpeada por la imagen de su ex secretario de Organización en prisión y sin capacidad para perimetrar hasta dónde puede llegar la red de presunta corrupción de Santos Cerdán. El contexto de emergencia del comité federal del PSOE es tal que no será un paseo para la dirección socialista ni motivo de orgullo para los militantes. No hay mayor mazazo para un partido progresista que celebrar tus cónclaves con la corrupción de fondo. El objetivo de este comité federal no es debatir sobre el liderazgo de Sánchez, que está asegurado. Es más, un congreso extraordinario no haría otra cosa que validar su reelección. Es un comité para reaccionar a la crisis más grave que afecta al PSOE desde los tiempos de Felipe González. La mitad de los delegados que acuden ni siquiera vivió los años oscuros del que ahora pretende dar lecciones. 

Del Comité Federal del sábado tiene que salir una nueva dirección, unas medidas anticorrupción internas contundentes y señales de seguridad que calmen el abismo del “triángulo tóxico” -más bien radioactivo- del Cerdán-Ábalos-Koldo. Dos secretarios de Organización implicados en posibles cobros de comisiones, uno en la cárcel, es tan demoledor que devuelve a la sociedad a los años de Rajoy, cuando la política de Estado pasaba por Alcalá Meco, Valdemoro o Soto del Real. La dimensión no es la misma, pero sobran las comparaciones cuando el daño es similar. La financiación ilegal del PP no se investigó con la misma intensidad, su secretaria general María Dolores de Cospedal con audios similares no acabó ni siquiera investigada. Pero esto tampoco va a eximir al ejecutivo de una causa que da en la línea de flotación de Sánchez al ser su persona de confianza, mediador, jefe del partido y escudero. 

Dos secretarios de Organización implicados en posibles cobros de comisiones, uno en la cárcel, es algo tan demoledor que devuelve a la sociedad a los años de Rajoy, cuando la política de Estado pasaba por Alcalá-Meco, Valdemoro o Soto del Real

Pedro Sánchez ha tomado dos decisiones. Seguir al frente de la secretaría general y de la presidencia del Gobierno. Eso implica que las responsabilidades y las explicaciones corren también a su cargo. Hay un antes y un después del informe de la UCO y del ingreso en prisión de Cerdán. Y se traduce en una tercera vía que el Ejecutivo necesita abordar. Se ha dicho muchas veces durante esta legislatura que había dos vías para adelantar elecciones: moción de censura o decisión del presidente. Ahora se ha abierto una tercera vía y Ernest Urtasun lo ha sintetizado en una pregunta: “¿Cómo podemos proteger la legislatura?” Si el Ejecutivo necesita “todos los votos, todo el tiempo” para legislar, ahora depende de sus socios para sobrevivir. Si mantiene su apoyo, la legislatura durará. Pero el malestar se acumula y los socios insisten en tres cuestiones. El Gobierno necesita ser consciente de la dimensión de la corrupción abierta por Cerdán, tiene que reaccionar y evitar “que la legislatura no embarranque”.

Subestimar a los socios y no recuperar parte de su confianza es acumular un malestar que puede saltar en el próximo brote del escándalo (que los habrá). El Gobierno se juega su supervivencia en un mes de julio lleno de zonas de peligro. Ya no controla la estrategia de defensa de quienes fueron los escuderos del presidente. Dos secretarios de Organización con mucha información y una instrucción que puede acabar en años de cárcel. Si no es consciente de que tiene que ser parte activa en esclarecer cómo operaron y hasta dónde pudieron llegar, el silencio –incluso por parte de los socios– se leerá como complicidad o inmovilismo. Y el efecto es el mismo. 

Es lógico que quieran legislar sobre los corruptores que aparecen recurrentemente en los sumarios. Las constructoras y grandes empresas sancionadas por la CNMV no pueden seguir yéndose de rositas en los casos de corrupción. ¿Qué responsabilidad asume el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales, teniendo a un director moviendo maletines con mordidas? No puede ser ninguna. ¿Cuáles son las consecuencias para Acciona del caso Koldo? Si no las hay es que la corrupción les sale gratis. Si Santos Cerdán mete la mano en la caja, tiene consecuencias para el PSOE. Y la misma regla tiene que aplicarse a las grandes empresas que operan con contratos públicos a base de presuntas mordidas. Si queremos acabar con la corrupción hay que tocar todos los palos.

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