Acuerdo PSOE-Sumar

El PP frente al pacto: trabajo flexible, menos impuestos, incentivos para el ladrillo y ‘realismo’ climático

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en un acto en Ciudad Real.

“Papel mojado”. Así definió este martes Alberto Núñez Feijóo el acuerdo programático suscrito por el PSOE y Sumar como base del Gobierno de coalición que ambas formaciones se proponen formar en cuanto Pedro Sánchez consiga ser reelegido presidente. Un documento irrelevante, señaló, porque todavía no tiene el visto bueno de Junts y de su líder, el eurodiputado Carles Puigdemont.

Esa es la excusa que ha puesto el PP para evitar entrar en el fondo de programa suscrito por Sánchez y Yolanda Díaz en el Centro de Arte Reina Sofía.

¿Qué opina en realidad el partido de Feijóo de las principales propuestas que quieren desarrollar PSOE y Sumar a lo largo de los próximos cuatro años?

Reducción de jornada sin reducción salarial

El PP sostiene que la reducción de la jornada semanal debe ser pactada por los agentes sociales, empresarios y trabajadores, no impuesta por el Gobierno. Y pone en duda que se pueda llevar a cabo sin reducción de salarios. No tiene una propuesta al respecto más allá de prometer que, si gobierna, potenciará “la flexibilidad del horario laboral” y lo que llama “un banco de horas” para que “las empresas ofrezcan más flexibilidad a los trabajadores sin afectar ni a las horas trabajadas ni al salario”. O, lo que es lo mismo: trabajar lo mismo y por el mismo dinero, pero, mediante acuerdo entre sindicatos y patronal, acumulando más horas un día para acabar antes en otra jornada.

Plan de choque contra el desempleo juvenil

En esta materia, el PP prometió en su programa electoral promover el “fortalecimiento de la formación y el empleo juvenil en el ámbito del trabajo autónomo” y el desarrollo de “un modelo de formación profesional específico para el trabajo autónomo que se adapte a sus necesidades, elimine trabas administrativas y permita el acceso a la formación bonificada a través de las cotizaciones sociales”. Más allá de eso, en el programa electoral no nada para luchar, de manera específica, contra el desempleo juvenil, una tarea que entra de lleno entre las competencias de las comunidades autónomas.

Feijóo sí ha defendido en varias ocasiones la necesidad de ajustar la educación a las necesidades de las empresas. Cuando presidía la Xunta, una comunidad con una tasa de paro juvenil ligeramente por debajo de la media de España, proponía que “el tejido empresarial” orientase “los itinerarios formativos a las demandas de los nuevos perfiles” con el objetivo de poner en marcha lo que llamaba una “formación a la carta, ajustada a las necesidades de las empresas”.

Incremento del Salario Mínimo hasta el 60% del salario medio

Feijóo prometió lo mismo en su investidura fallida, pero mediante acuerdo con sindicatos y empresarios: aprobar “en el seno del diálogo social, en el primer año de legislatura, un calendario de subida del salario mínimo interprofesional (SMI), con criterios objetivos, para alcanzar el 60% del sueldo medio, tal y como nos hemos comprometido a la Unión Europea”.

Garantías contra el despido

El PP defiende la llamada mochila austríaca, ideada para facilitar el despido, aunque no la llama así. Lo dejó por escrito en su programa: “Introduciremos cuentas individuales para los trabajadores, portables, que puedan usar ante diversas contingencias de su vida laboral para ganar en equidad, eficiencia y productividad. Estas cuentas acompañarán al trabajador durante su vida laboral, y se nutrirán a través de aportaciones mensuales de las empresas, con una parte de las cotizaciones sociales que ya abonan. Este mecanismo mejorará la protección de los trabajadores y eliminará barreras a los cambios de empleo voluntarios de los trabajadores con mayor antigüedad”.

El refuerzo del sistema público de salud

En esta materia, el PP sostiene que se trata de una competencia de las comunidades autónomas y que sólo un pacto de Estado puede implementar políticas desde el Gobierno de España. En su programa electoral Feijóo no concretó medidas. Apenas un compromiso para “estudiar todo lo que se ha visto afectado” por la pandemia, “en términos de funcionamiento del sistema y atención sanitaria, para corregirlo con mejor gestión, más innovación, mejor política, más previsión y, sobre todo, un mayor acuerdo y consenso con toda la comunidad sanitaria española, los pacientes y las administraciones autonómicas”. Ni una palabra de más inversión, pero sí la promesa de aprobar una nueva ley de Sanidad en la que quiere insertar la ley de pandemias que reclamó sin éxito desde la Xunta.

Feijóo, eso sí, ha ofrecido repetidamente a Pedro Sánchez un pacto de Estado en esta materia para garantizar la “viabilidad del Sistema Nacional de Salud”, sin precisar su contenido.

Aumento del parque público de vivienda con el objetivo de que alcance el 20% del parque total

En este asunto, el PP quiere derogar la Ley de Vivienda, que sus comunidades ya boicotean activamente haciendo imposible su aplicación. Y propone un pacto con las comunidades y los ayuntamientos para “garantizar un uso racional del suelo, construir viviendas a precios más asequibles, movilizar viviendas en régimen de alquiler y profundizar en la rehabilitación del parque existente”. 

El PP también quiere poner en marcha sí avales para que los jóvenes puedan hipotecarse y, sobre todo, sacar al mercado suelo público “destinado a redes públicas de vivienda, tanto patrimonial como demanial, con destino a fórmulas de promoción de vivienda en alquiler asequible”. Así como desarrollar promociones de vivienda social “con objetivos coherentes y realistas, como elemento fundamental para hacer frente al problema de la vivienda en España”.

En realidad, cuando era presidente de la Xunta, Feijóo apenas promovió la construcción de unas 300 viviendas entre 2013 y 2022.

La revisión al alza de los objetivos de la Ley de Cambio Climático

En esta materia, Feijóo defiende exactamente lo contrario: una revisión a la baja para que las empresas y la economía no se vean perjudicadas por la necesaria adaptación de su producción a las fuentes de energía limpias. El líder del PP afirma que la “transición ecológica” se está haciendo “de espaldas a la sociedad” y al “tejido productivo” y defiende que debe acompasarse “al esfuerzo” de ciudadanos y empresas. Lo resumió con nitidez en su investidura fallida: “Transición ecológica, sí. Dictadura activista, en ningún caso”.

El pasado lunes, en una conferencia ante empresarios, defendió que “un país con todas las capacidades eólicas y solares es un país que puede ir superando el déficit de la ausencia de recursos fósiles y pasar a una nueva era”, pero se quejó de que el Gobierno utilice “mucho más la ideología que la tecnología para mejorar nuestra capacidad energética”. De hecho, Feijóo defiende la continuidad de las nucleares y acusa a PSOE y Sumar de oponerse a esta energía motivos ideológicos.

Ampliación de los permisos retribuidos por nacimiento

En este punto, el PP defiende ampliar, pero en el marco del diálogo social, “los permisos de paternidad y maternidad de las familias monoparentales en la parte voluntaria”, así como abordar “el permiso de cuatro meses para los padres con hijos de hasta ocho años”, complementándolos con “nuevos permisos parentales para la atención de familiares y por causas de fuerza mayor a través de la transposición de la Directiva relativa a la conciliación de la vida laboral y familiar”.

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También apoyan, de acuerdo con su programa electoral, la conciliación de los autónomos mediante una bonificación específica a la cuota empresarial en caso de que contraten a un trabajador por cuenta ajena “durante el descanso del trabajador autónomo por nacimiento de hijo o situaciones análogas”. 

La universalización de la educación de 0 a 3 años

En este punto, los de Feijóo también proponen educación universal y gratuita de 0 a 3 años, “cofinanciada por el Estado y las comunidades autónomas al 50%, como palanca para la lucha contra las desigualdades en el punto de partida, así como para facilitar la conciliación”. Con el mismo objetivo, el PP quiere promover “programas para el uso de centros educativos más allá del horario escolar con el fin de facilitar conciliación”.

Una reforma fiscal justa que haga que la banca y las grandes energéticas contribuyan al gasto público

Rebajar impuestos es el eje de toda la política económica del PP. Su programa está plagado de referencias a incentivos fiscales, bonificaciones y ayudas dirigidas a estimular diferentes actividades. A corto plazo quieren deflactar el IRPF para ajustarlo a la inflación y reducir el IVA a la carne, pescados y conservas con carácter temporal. Más allá de eso, proponen “una reforma integral del sistema fiscal” para “proteger el ahorro, la inversión y fomentar la creación de empleo” que incluya eliminar el impuesto a las grandes fortunas y una “simplificación” del IRPF y del Impuesto sobre Sociedades para las pymes, “con especial atención a las empresas con pérdidas y aquellas que incrementen el promedio de su plantilla de trabajadores con contratos indefinidos”.

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