Las protestas en la Vuelta se convierten en un símbolo de apoyo a Palestina y en nuevo foco de confrontación política

La indignación de buena parte de la sociedad española por el genocidio en Gaza ha cristalizado en las protestas a favor de Palestina durante las etapas de la Vuelta ciclista. De esta manera, se ha convertido en el primer gran evento multitudinario deportivo en el que se ven diariamente banderas de Estado palestino y en el que muchos espectadores muestran su rechazo contra la participación de un equipo israelí.

La Vuelta a España tiene un alto simbolismo y despierta pasión de generación en generación. Y, además, es un gran espectáculo mediático, que reúne cada tarde a casi un millón de espectadores de media en la retransmisión en TVE. De ahí la importancia de la visibilidad de las manifestaciones, algo que no ha ocurrido en otros eventos similares en el ciclismo como el Tour de Francia.

Las protestas también han tenido momentos de tensión como los que se vivieron en Bilbao, donde la Ertzaintza detuvo a tres personas tras los incidentes que provocaron lesiones a cuatro agentes. También en alguna etapa se ha tenido que acortar el recorrido para evitar problemas a los corredores. Y ahí es donde se está agarrando parte de la derecha, capitaneada por el PP de Madrid, para focalizar sus críticas.

Estas concentraciones tienen un gran componente simbólico al producirse alrededor del mundo del deporte, un espacio en el que domina el silencio y no hay condena clara al genocidio que está perpetrando Israel en Gaza. Tienen su foco en la participación en la Vuelta del equipo Israel Premier-Tech, cuyo propietario es el millonario Sylvan Adams, amigo íntimo de Benjamin Netanyahu y que lleva años tratando de lavar la imagen de Israel a través del deporte. 

Sin ir más lejos, la oficina del primer ministro ha distribuido en la red social X un mensaje de Netanyahu celebrando que el equipo siga en la competición: “¡Gran trabajo, Sylvan y el equipo ciclista de Israel por no ceder ante el odio y la intimidación! ¡Israel se siente orgulloso de vosotros!”.

El conjunto mantiene su intención de continuar participando: “Somos profesionales y vamos a seguir compitiendo hasta el final”. Sólo la UCI puede expulsarlo de la competición y el órgano internacional no quiere mover ficha por “su compromiso con la neutralidad política, la independencia y la autonomía del deporte, de conformidad con los principios fundacionales del movimiento olímpico”.

La carrera encara su recta final a partir de este fin de semana y concluirá el día 14 en el centro de Madrid. Para ese día ya se están convocando manifestaciones masivas alrededor del circuito para mostrar ante el mundo entero el rechazo a la guerra de Gaza y a favor del Estado palestino. Una imagen muy potente que ya incomoda a la derecha madrileña, que lleva meses volcándose con Israel.

La voz de Rego

Las protestas durante la Vuelta han irrumpido de lleno en el mundo político. La ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, se ha convertido en la voz más potente a favor de esas manifestaciones. Ha señalado durante estos días que la sociedad española con esas acciones está dando una "lección de humanidad" y demuestra su "compromiso con la paz y los derechos humanos".

Rego, de origen palestino, pertenece a Izquierda Unida, partido que también está volcado con las protestas. La formación liderada por Antonio Maíllo ha denunciado además que "Israel utiliza La Vuelta para limpiar su imagen mientras continúa el genocidio”: “El sionismo no debería participar en ninguna competición deportiva".

Los ministros del ala de Sumar están presionando al PSOE para tomar más medidas ante la guerra en Gaza y han pedido declarar persona non grata a Netanyahu y aprobar de forma inmediata la ley de embargo de armas, además de la retirada de la embajadora española en Tel Aviv y la suspensión de relaciones diplomáticas y comerciales con Israel.

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El ala socialista, según explicó el propio ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel Albares, está de acuerdo en que deje la competición de la Vuelta el equipó de Israel y apoya el “mensaje” de que este país no puede seguir en las competiciones deportivas como si no sucediera nada. 

Ayuso y Almeida, frente a las protestas

En el lado contrario, el PP de Madrid está desplegando mensajes en todos los formatos para apoyar a Israel y atacar las protestas durante la Vuelta. La más activa está siendo la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, quien este viernes dijo: "No es la primera vez que se atenta contra deportistas israelíes, como en las olimpiadas de Múnich". Además, relacionó las protestas durante esta semana con el terrorismo etarra:  “Han expulsado a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y cualquier otra autoridad nacional del País Vasco. Y una vez en la Historia de la vergüenza, se someten a los etarras. Cobardes que se ceban con los deportistas, artistas… Y por supuesto, son antisemitas y odian éxitos españoles como La Vuelta”.

Y se ha lanzado contra la ministra Rego el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, criticando que “ha jugado un papel lamentabilísimo en lo que está sucediendo en la Vuelta ciclista a España alentando el antisemitismo que ya mostró en el Parlamento Europeo cuando se negó a condenar los ataques terroristas del 7 de octubre de Hamás”. Ha llegado a decir que la titular de Juventud e Infancia está “incapacitada para estar en política”.

La indignación de buena parte de la sociedad española por el genocidio en Gaza ha cristalizado en las protestas a favor de Palestina durante las etapas de la Vuelta ciclista. De esta manera, se ha convertido en el primer gran evento multitudinario deportivo en el que se ven diariamente banderas de Estado palestino y en el que muchos espectadores muestran su rechazo contra la participación de un equipo israelí.

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