Las cloacas del Estado

Tres candidatos para la 'X' de la 'policía política' del PP

El exministro del Interior Jorge Fernández Díaz junto al ex director adjunto operativo de la Policía Eugenio Pino.

A poco más de tres semanas de que España celebre las terceras elecciones generales en poco más de tres años, continúan desvelándose los tejemanejes de la denominada policía política para hundir a Podemos tras los comicios de 2015. Este miércoles, los diarios digitales Moncloa.com y El Confidencial han publicado nuevos audios sobre la reunión que mantuvieron a comienzos de 2016 en Nueva York el inspector jefe y supuesto miembro de la brigada política, José Ángel Fuentes Gago, y dos agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional con el exministro de Finanzas venezolano Rafael Isea para obtener pruebas sobre la supuesta entrega de fondos del régimen chavista al partido dirigido por Pablo Iglesias. En las grabaciones del encuentro, Fuentes Gago, que entonces estaba destinado en La Haya, deja claras sus intenciones cuando trata de convencer al exministro de colaborar con ellos: “Venga el Gobierno que venga, eso es una cuestión que lo vamos a hacer con un juez. (…) [España] es un Estado de derecho todavía, aunque lleguen los de Podemos (…). Es que se lo van a tener que comer. Y si nos ayudan a que no lleguen los de Podemos, mejor para todos”.

Durante la charla, el inspector jefe pidió a Isea su testifical para poder introducir el caso “en el tracto jurídico, en el ordenamiento jurídico español”. “Si estas personas [los dirigentes de Podemos] usted tiene conocimiento de que cobraban por informes huecos y que cobraban unas cantidades que son elevadas…”, apunta Fuentes Gago, que añade que con esa información “el comisario que dirige la Brigada de Blanqueo de Capitales y Anticorrupción ya buscará la forma hablando con quien tenga que hablar”. Los diferentes audios que se han publicado en las últimas horas sobre la reunión evidencian las constantes maniobras llevadas a cabo durante años por esa policía política del PP. Una pequeña brigada, puesta en marcha durante la época de Jorge Fernández Díaz al frente del Ministerio del Interior, que trabajó sin descanso para tapar los escándalos que salpicaban a la formación conservadora y desprestigiar a sus rivales políticos: Podemos e independentistas catalanes

Como en toda organización, alguien tenía que dar las órdenes y ser informado de las actuaciones de esa policía política. Pero aún no se sabe quién era esa persona, es una X que está por despejar. Eso sí, con los hechos que ya se conocen, los candidatos son sólo tres: el director adjunto operativo de la Policía entre 2012 y 2016, Eugenio Pino; el ministro del Interior Jorge Fernández Díaz o el presidente Mariano Rajoy.

  Eugenio Pino, del pendrive de los Pujol a la KitchenpendriveKitchen

 

El exnúmero dos de la Policía Eugenio Pino (c).

El nombre de Eugenio Pino aparece en diferentes procedimientos judiciales. Este comisario fue nombrado en enero de 2012 director adjunto operativo (DAO) de la Policía Nacional, un puesto que ocupó hasta su jubilación en junio de 2016. El exnúmero dos del Cuerpo –por encima sólo tenía a Ignacio Cosidó como director, un cargo más político que policial– está en la actualidad investigado en varias causas en las que ha aparecido la sombra de la policía política. El primer varapalo judicial le llegó el pasado mes de noviembre, cuando el titular del Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid le procesó en la pieza separada del caso Pujol,caso Pujol, en la que se investiga el origen del pendrive con información sobre la familia que la Policía intentó incorporar a la pieza principal de la Audiencia Nacional, pero que el juez José de la Mata terminó rechazando para evitar que toda la causa pudiera quedar contaminada con una prueba que pudo haberse obtenido de forma ilícita.

En su auto de transformación en procedimiento abreviado, equivalente al procesamiento una vez finalizada la instrucción y paso previo a la apertura de juicio, el juez Juan Javier Pérez considera que hay indicios suficientes para procesar a Pino y al que entonces era su mano derecha, Bonifacio Díaz, por los delitos de fraude procesal, falso testimonio o revelación de secretos. “Existen indicios de que los investigados pudieron concertarse para aportar al procedimiento judicial, por medio de la UDEF, un pendrive, conteniendo información previamente sustraída a Jordi Pujol Ferrusola (aunque se ignoran las circunstancias de dicha sustracción), ocultando su procedencia, bajo la alegación de vagas y genéricas referencias a su origen”, sostiene el escrito. Es decir, que la información de la memoria se intentó colar en la causa a través de la UDEF con el objetivo de blanquearla. El pasado mes de marzo, la Fiscalía de Madrid solicitó el sobreseimiento provisional del caso al considerar que no queda “suficientemente acreditada” la comisión de los delitos que se imputan a los acusados.

El ex director operativo de la Policía Nacional también figura como investigado en la denominada operación Kitchenoperación Kitchen, una pieza secreta derivada del caso Villarejo en la que se está investigando la supuesta utilización entre 2013 y 2014 de la policía política para espiar al extesorero del PP Luis Bárcenas y hacerse con información comprometedora para la formación conservadora que pudiese estar en su poder. Esta operación, según confirmó el Ministerio del Interior en un escrito remitido al juez, fue pagada con fondos reservados del departamento que entonces dirigía Fernández Díaz. De hecho, en las decenas de documentos que se han localizado sobre la autorización de estos gastos, aparece estampada la firma del ex director adjunto operativo Eugenio Pino y de algunos de sus colaboradores más directos, según reveló el pasado mes de diciembre la Cadena Ser. Con este dinero público se habría pagado, entre otros, al que fuera chófer de Bárcenas para que trabajara como confidente. El exnúmero dos de la Policía está investigado por los delitos de prevaricación, malversación y cohecho.

La Dirección Adjunta Operativa de la Policía que lideró Pino también fue señalada como el origen del famoso informe Pisa – acrónimo de Pablo Iglesias Sociedad Anónima–, un documento fabricado sin sellos ni firmas que fue rechazado en repetidas ocasiones por la justicia. El exnúmero dos del Cuerpo fue preguntado por las investigaciones contra Podemos en la comisión de investigación del Congreso de los Diputados. La portavoz parlamentaria de Unidos Podemos, Irene Montero, preguntó a Pino si había autorizado viajes a Venezuela y a Miami, en concreto al comisario jubilado José Manuel Villarejo, para “hablar con supuestos confidentes” sobre el caso del Euro Pacific Bank, la entidad de las Islas Granadinas a través de la cual el Gobierno de Venezuela habría entregado dinero a Pablo Iglesias y dirigentes de Podemos –la justicia española también ha archivado todas las querellas por esta cuestión–. “Al señor Villarejo no”, apuntó entonces Pino en sede parlamentaria.

  Fernández Díaz y los audios que le señalan

 

El exministro del Interior Jorge Fernández Díaz.

Pero la sombra sobre las actuaciones de la policía política también se cierne sobre el exministro del Interior. El actual titular de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, señaló este jueves que es “bastante probable” que Jorge Fernández Díaz “tuviera conocimiento” de la supuesta existencia de una brigada de agentes dedicada a investigar a rivales políticos al margen de la ley. “Se creó un grupo policial ad hoc saltándose todos los procedimientos de plazas, para ir contra los adversarios, contando pruebas falsas y dando cobertura a colegas correligionarios implicados en casos de corrupción”, aseveró Ábalos al ser preguntado por el caso en el que se investiga la filtración de información personal sobre el líder de Podemos, Pablo Iglesias, sustraída del teléfono móvil de una de sus colaboradoras. Y, aunque dijo desconocer si esta policía política actuaba por orden de Fernández Díaz, recordó que el exministro de Interior ha aparecido en varias grabaciones comprometedoras vinculadas con esta cuestión.

Las primeras, desveladas por el diario Público, datan de octubre de 2014, a pocas semanas de la consulta sobre la independencia del 9N. En los audios, el entonces ministro del Interior conversaba con el director de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, sobre la posibilidad de encontrar cualquier indicio que permitiera filtrar a los medios supuestos casos de corrupción de dirigentes independentistas. Entre otras cuestiones, Fernández Díaz charla con De Alfonso sobre la posibilidad de remitir a la Fiscalía un informe sobre una supuesta irregularidad cometida por Francesc Homs, entonces conseller de Presidencia de la Generalitat, en los nombramientos de dos cuñadas del exconseller Felip Puig para puestos en la Administración por encima de su cualificación. Una actuación que, añade Fernández Díaz en el audio, “sería prevaricación” y cuya filtración suponía “un torpedo a la línea de flotación”. “Esto la Fiscalía te lo afina”, apunta el exministro del Interior cuando De Alfonso le explica que todavía no tiene cerrado el expediente sobre el caso.

A estos primeros audios que salpicaban directamente a Fernández Díaz se suman los que se han conocido esta misma semana relativos a la reunión mantenida por Fuentes Gago en Nueva York. En estas grabaciones, en las que a diferencia de las anteriores no participa el extitular de Interior, el inspector de la Policía asegura al exministro de Finanzas del Gobierno de Hugo Chávez que tiene un mandato expreso de Fernández Díaz para ofrecerle protección a cambio de información sobre los supuestos fondos recibidos por Podemos del régimen chavista. “Yo he hablado con el ministro del Interior español (…). Yo solo tengo un mandato aquí, acompañar a estas personas [en referencia a los otros dos agentes que viajaron a la Gran Manzana] y que me diga aquí los nombres de las personas que quiere que documentemos en España y que les demos una nueva identidad o una nueva vida, o la que ustedes tienen y les protejamos. Ese es mi compromiso”. Desde la cúpula de Interior de Fernández Díaz han asegurado a la Cadena Ser que es el “típico farol para ganarse la confianza del interlocutor”.

  Mariano Rajoy, el “hombre discreto donde los haya”

 

El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy.

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En las mismas explicaciones sitúan el uso que Fuentes Gago hace del nombre de Mariano Rajoy en la reunión. En concreto, el inspector jefe asegura a su interlocutor que Fernández Díaz había hablado con el entonces presidente del Gobierno sobre el asunto. El exministro venezolano confirmó este jueves en La Sexta que había ayudado a Interior a investigar a Podemos y relató el encuentro mantenido en Nueva York con policías españoles. “Fuentes Gago se dirige a mí y me dice: ‘Yo soy alto funcionario de Interior y esto tiene el más alto respaldo de Gobierno español, esto solo va a ser supervisado por un juez, y podemos tratar con él la condición de testigo protegido. Sabemos su situación de persecución y nosotros podemos ayudarle con pasaporte español, nacionalidad y salir del país porque están perseguidos”, explicó Isea.

No es la única ocasión en la que el nombre de Rajoy sale a relucir en una grabación relacionada con supuestas actuaciones de la policía política. Al expresidente del Ejecutivo también le salpicó la filtración de la conversación entre Fernández Díaz y el exdirector de la Oficina Antifraude de Cataluña. De hecho, fue el entonces ministro del Interior el que le puso en la picota al asegurar que era conocedor de las gestiones que estaba realizando para atacar a líderes independentistas. “El presidente del Gobierno lo sabe”, señala Fernández Díaz en la grabación, en la que añade: “Yo se lo dije a él, es un hombre discreto donde los haya. Por supuesto, su mano derecha no sabe lo que hace su mano izquierda”.

Rajoy rechazó en su momento tener conocimiento de esas reuniones y aseguró que “jamás” desde su Gobierno se habían producido filtraciones para perjudicar a otras formaciones. Tres años después, la justicia estrecha el cerco contra la policía política gestada durante su primera legislatura.

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