Vox aprieta a Guardiola, cambia el paso a Feijóo y aboca a Extremadura a elecciones anticipadas

La presidenta extremeña, María Guardiola, convocará elecciones anticipadas el próximo martes si nada cambia y, finalmente, prosperan las enmiendas a la totalidad que Vox y PSOE han presentado a sus presupuestos regionales. Fuentes del Ejecutivo extremeño indican a infoLibre que la baronesa del PP ya tiene tomada la decisión tras el pleno celebrado en la Asamblea regional de este jueves en el que ambas formaciones han registrado sendas enmiendas, lo que supone un rechazo frontal a las cuentas públicas extremeñas.

Durante su intervención, la dirigente conservadora advirtió de que la legislatura está vista para sentencia. "Si hay bloqueo, si hay freno y si hay una negativa absolutamente a todo, los extremeños tendrán que elegir cuál es el futuro para su región", dijo. Desde los partidos de la oposición consideran que los presupuestos son pretexto de Guardiola para tratar de conseguir una mayoría absoluta como la que tienen el andaluz Juanma Moreno o la madrileña Isabel Díaz Ayuso.

Lo cierto es que la extremeña ya propuso modificar el reglamento de la Asamblea tras la primera reunión con los grupos parlamentarios para que la legislatura durase cuatro años en el caso de que hubiera un adelanto electoral. Si las predicciones se cumplen y Guardiola convoca a votar, los extremeños tendrían que volver a las urnas en 2027. Aunque el reglamento no se haya cambiado, en el equipo de la presidenta extremeña confían en poder aplicar lo previsto en el Estatuto, reformado en 2011, para que eso no ocurra.

El anuncio de la convocatoria electoral el próximo martes serviría al PP, además, para cambiar el paso tras el escándalo de las mamografías en Andalucía que ha marcado esta última semana tras los fallos en los cribados. Y para alejar también el foco mediático del aniversario de la dana, en el que fallecieron 228 personas tras la negligente actuación del presidente valenciano Carlos Mazón, al que Feijóo decidió mantener en el cargo.

Con el permiso de Feijóo

Guardiola ha tratado de situar al PSOE y a Vox como los responsables de esta futura cita electoral, aunque es el partido de extrema derecha el que ha ejercido como socio en los últimos dos años y es también en el que la extrema se apoyó para lograr su investidura. Tras las resistencias iniciales, el PP firmó un acuerdo con Vox de 60 puntos para gobernar Extremadura que apenas se distinguía de los firmados en otras autonomías. La extrema derecha obtuvo también una consejería clave para sus intereses —Gestión Forestal y Mundo Rural—, además de un senador de representación autonómica.

La extremeña pasó en pocos días de decir que no podía "dejar entrar en el gobierno a aquellos que niegan la violencia machista, a quienes usan el trazo gordo, a quiénes están deshumanizando a los inmigrantes, y a quienes despliegan una lona y tiran a una papelera la bandera LGTBI", a considerar "imprescindible el respeto, el diálogo y el acuerdo programático con Vox", presionada por el líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo.

En esta ocasión, Feijóo ha asegurado públicamente desde Bruselas que "la decisión de mantener o de interrumpir una legislatura le corresponde al presidente de la comunidad autónoma, y lo tiene que hacer en el ámbito de sus responsabilidades, buscando lo mejor para la estabilidad económica y política de su comunidad autónoma": Pero lo cierto es que se trata de una decisión consensuada con Génova, explican fuentes del PP a infoLibre.

Con todo, el temor de la dirección nacional es repetir los errores del antecesor de Feijóo en el cargo, Pablo Casado, al precipitar adelantos electorales que pueden generar al PP más dependencia de Vox. Es lo que le pasó a Alfonso Fernández Mañueco hace ya casi cuatro años. Con la ruptura de la coalición de Gobierno entre el PP y Ciudadanos tras las complicadas relaciones con Francisco Igea, Mañueco forzó un adelanto electoral en Castilla y Léon que acabó con la entrada de los ultras en el gobierno autonómico.

Ni voz ni voto

Por su parte, la formación de Santiago Abascal, lejos de amilanarse, ha pedido a Guardiola que dé ese paso para demostrar la fuerza que tienen en la comunidad. El portavoz de Vox en Extremadura, Óscar Fernández, recordó este mismo jueves que su formación envió un documento con las 60 medidas pactadas con el PP durante la investidura para tratar de demostrar que "ninguna ha sido cumplida": "Nosotros pedíamos un cambio total para Extremadura, pero lo único que hemos recibido han sido desprecios e insultos", lamentó.

Guardiola también aprovechó este jueves para saldar cuentas pendientes con los ultras y acusó a Fernández de no tener voz ni voto en Extremadura por depender de lo que diga la dirección nacional de su partido. "Es su jefe, el señor Abascal, el que toma las decisiones por ustedes. Les dice cuándo firman, cuándo no firman: cuándo se salen de los gobiernos, cuándo montan un teatrillo... No hay una sola iniciativa en esta Cámara que se haya aprobado o rechazado sin la autorización de su jefe en Madrid", dijo. Y añadió: "No sé cómo ustedes. que van tan de valientes y gallitos, no le echan cara y se enfrentan a él".

A juicio de la baronesa popular, las exigencias de Vox —que en su día sí aceptó a cambio de ser investida presidenta— no son únicamente ataques a derechos básicos "sino que muchas de sus propuestas vulneran la ley". Guardiola las definió como un retroceso en el pasado "en el que no nos van a encontrar", porque afectan a "derechos consolidados", dado que piden la derogación de la ley LGTBI, la eliminación de las políticas de igualdad o de la protección de los menores no acompañados. "Han venido a la política a enfangar y yo lo que espero es que los extremeños sean conscientes de ello. Nosotros, desde luego, con su actitud no vamos a seguirles el juego", dijo en su réplica a la extrema derecha en la Asamblea.

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Los reproches al PSOE también estuvieron muy presentes en el discurso de Guardiola. Una de las razones que le harían inclinarse por adelantar los comicios es la situación judicial de su principal contrincante, Miguel Ángel Gallardo, procesado por presuntos delitos de tráfico de influencias y prevaricación en la causa que investiga al hermano del presidente del Gobierno, David Sánchez. Una circunstancia que el PP cree que beneficiaría al bloque de la derecha, aunque en ese sentido las voces consultadas opinan que el voto podría irse hacia Vox a modo de "protesta".

El propio Gallardo acusó hace unas semanas a la presidenta de la Junta de plantear este posible adelanto electoral como una forma de “chantaje” relacionada con su proceso judicial y de no querer esperar a la sentencia porque "la verdad le da pánico". Este jueves, sin embargo, insistió en que Guardiola debe actuar con responsabilidad y convocar elecciones “cuanto antes” y "sin jugar", porque Extremadura es "mucho más importante" que la presidenta extremeña. "La soberbia le juega una muy mala pasada, por lo tanto, ahora toca plantar cara a la falta de talante para gobernar esta tierra", dijo.

En el PP aseguran que las encuestas anticipan la victoria de Guardiola, si bien hay voces conservadoras que recuerdan que en 2023 quedó por detrás del PSOE y gobernó solo gracias a Vox. Y que al propio Feijóo los sondeos también le jugaron una mala pasada el 23J. La última encuesta publicada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en julio de este año indicaba que el PP ganaría en ese momento las elecciones autonómicas en Extremadura con el 27,2% de los votos, el PSOE se situaría como segunda fuerza con el 21,6%, Vox alcanzaría el 8,8% y Unidas Podemos se quedaría en el 1,6%.

La presidenta extremeña, María Guardiola, convocará elecciones anticipadas el próximo martes si nada cambia y, finalmente, prosperan las enmiendas a la totalidad que Vox y PSOE han presentado a sus presupuestos regionales. Fuentes del Ejecutivo extremeño indican a infoLibre que la baronesa del PP ya tiene tomada la decisión tras el pleno celebrado en la Asamblea regional de este jueves en el que ambas formaciones han registrado sendas enmiendas, lo que supone un rechazo frontal a las cuentas públicas extremeñas.

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