Carlos Mazón

Sin asumir errores, con su popularidad bajo mínimos y un falso relato: así llega Mazón al Nou d'Octubre

El presidente valenciano, Carlos Mazón, en el Palau de la Generalitat, el 14 de abril.

La gestión del temporal del 29 de octubre de 2024 que acabó con la vida de 229 personas sentenció para siempre al presidente valenciano, Carlos Mazón, que se aferra al cargo pese a su negligente actuación el día de la dana. Casi un año después, la lluvia volverá a tener un papel clave. Esta vez en el Nou d’Octubre, fiesta de la Comunitat Valenciana, ya que permitirá al jefe del Consell librarse de acudir a la procesión cívica que organiza cada año el Ayuntamiento de València y evitar así los abucheos e insultos que le han acompañado en casi cada acto público desde entonces, que han contribuido a que limite mucho su agenda, como ya sucedió durante los actos de las Fallas del pasado marzo.

La Generalitat tampoco celebrará el acto institucional previsto para este jueves por recomendación de la Conselleria de Emergencias e Interior tras activarse el aviso de nivel naranja para el litoral de Valencia y Alicante por previsión de fuertes lluvias, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y lo aplazará a otra fecha, aún por concretar. Una prudencia que contrasta con la que exhibió Mazón en la riada del pasado año, en la que no solo mantuvo su agenda, sino que se permitió el lujo de estar durante horas en el reservado de un restaurante con una periodista y no llegó al Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) hasta pasadas las 20 horas, tras el envío del mensaje de alerta a la población.

Mazón tenía previsto entregar la Alta Distinción de la Generalitat Valenciana a las Comunidades Autónomas por la ayuda prestada durante la dana, pero únicamente el presidente Jorge Azcón había aceptado la invitación. La presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, el andaluz Juanma Moreno, la extremeña María Guardiola, el gallego Alfonso Rueda, el murciano Fernando López Miras y la cántabra María José Sáenz de Buruaga –todos del PP– habían excusado su presencia por razones de agenda y tenían previsto enviar a consejeros. Tampoco estaba prevista la asistencia del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.

Tras la catástrofe, tanto en el Consell de Mazón como en Génova 13 intentaron, sin éxito, dirigir la responsabilidad al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a la entonces vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, a pesar de que las responsabilidades en materia de prevención de catástrofes y protección civil están claramente en manos del gobierno regional. Como parte de esa estrategia también han agitado mentiras sobre la falta de información por parte de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), a pesar de los contundentes autos de Ruiz Tobarra, que ha señalado a la Generalitat como la responsable al imputar a Salomé Pradas y Emilio Argüeso.

Primera entrevista de Mazón, mismas mentiras

Un relato que Mazón ha vuelto a replicar en OkDiario, al que le ha concedido su primera entrevista en casi un año tras el estallido de la dana —Las Provincias ha dado un avance de la conversación que se publicará este jueves—. En la web dirigida por Eduardo Inda, el jefe del Consell trata de justificar su asistencia a la comida en El Ventorro pese a que prácticamente toda la provincia de Valencia estaba en aviso rojo por lluvias torrenciales y zonas como Utiel ya estaban inundadas, con varios rescates ya realizados, y para la que se pidió la movilización de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

"Las noticias que teníamos eran lo esperable en una gota fría. Pero esa mañana nadie nos avisó de que el tamaño de la gota fría iba a ser ese. Por eso mantuve mi agenda. No tenía que estar en ningún órgano de coordinación para tomar ninguna decisión, ni para acelerar ni retrasar ninguna decisión. Estábamos puntualmente informados. Esa mañana tuvimos pleno del Gobierno con la consellera de Emergencias, donde ya teníamos las primeras noticias y pudimos coordinar la prevención y la preparación de las distintas consellerias para cualquier eventualidad", argumenta Mazón. Y añade: "Se nos decía que el temporal y que las lluvias iban a acabar a partir de las seis. Por tanto, lo que estaba ocurriendo era lo esperable".

El día anterior, en declaraciones a los medios, el jefe del Consell también aseguró que se ratificaba en "lo que siempre" había dicho la Generalitat sobre el barranco del Poyo y es que la CHJ "jamás informó" del "tsunami" que se produjo esa tarde. Sin embargo, en los últimos días se han difundido varios vídeos que acreditan que tras la alerta hidrológica de las 12:20 por la crecida del barranco del Poyo, la Generalitat debía hacerse cargo de su seguimiento a través de los bomberos forestales y que la exconsellera de Justicia, Salomé Pradas, mando único de la emergencia, se había anotado que era uno de los principales puntos a tener a cuenta. Esa alerta hidrológica se mantuvo activa todo el día y se produjo por un aviso directo de la CHJ.

El vídeo de À Punt que filmó de la reunión del Cecopi, cuyo audio se desveló el pasado mes, también desmiente la versión de la Generalitat y, especialmente, de Pradas que descargó en los técnicos todas las decisiones sobre el envío de la alerta. Gracias a esa grabación se sabe que la entonces consellera dio indicaciones sobre el contenido del mensaje de alarma en el juzgado. En otro momento también se ve al subdirector de Emergencias, Jorge Suárez, advirtiendo, pasadas las 15 horas, del peligro de la "lluvia en cabecera que va bajando" y señalaba que estaban haciendo seguimiento "del río Magro como también el barranco del Poyo".

El valenciano quiere repetir en el cargo pese a su baja valoración

En estos más de once meses las mentiras, los múltiples cambios de versión y la falta de previsión del jefe del Consell, sumado a la investigación liderada por la jueza de Catarroja, Nuria Ruiz Tobarra, le han convertido en un lastre político, a ojos de sus propios compañeros de partido, desconcertados por su estrategia. Sin embargo, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, no le ha dejado caer y fía su futuro a la “reconstrucción”, sin concretar más detalles y a pesar de que el gran fichaje que hizo el president tras la dana, el militar Gan Pampols, dejará su cargo dentro de pocas semanas. Ahí es cuando Mazón aprovechará para introducir nuevos cambios en el Consell.

La carta de Vilaplana y el audio de Pradas desmontan el relato oficial del Consell de Mazón el día de la dana

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Según un estudio realizado por Lápiz Estratégico Consulting con motivo del Nou d’Octubre —el Día de la Comunitat— el 82% de los encuestados cree que el jefe del Consell debería dimitir tras su actuación el día de la dana, y un porcentaje mayor aún, el 90,2%, considera que tampoco debería ser el candidato del Partido Popular. Una percepción también extendida entre los votantes del PP, ya que uno de cada cinco cambiaría su voto a Vox.

Tal y como él mismo ha dejado caer en la citada entrevista y trasladan fuentes del PP valenciano a infoLibre, Mazón no quiere renunciar de primeras a la reelección y tratará de convencer a Feijóo de que le deje repetir, aunque Génova no quiere arriesgarse a perder una plaza tan importante como la valenciana. Es lo que sucedió en el año 2015 cuando Alberto Fabra obtuvo 31 escaños y la izquierda, con Ximo Puig a la cabeza, pudo sumar para obtener la presidencia de la Generalitat, donde se mantuvo dos legislaturas hasta las pasadas elecciones autonómicas. Lo que sí dan por imposible tanto en la dirección nacional como en el PP valenciano es replicar la mayoría absoluta que tuvo el PP durante veinte años, desde 1995 hasta 2015.

Así, el principal beneficiado de la negligente gestión de Mazón sería, según estos sondeos, el partido de Abascal, que aprovecharía la desconfianza institucional generada tras la dana. Durante las primeras semanas tras la riada se popularizó el lema "sólo el pueblo salva al pueblo", antaño grito de liberación y autogestión popular, capitalizado por una ultraderecha sin responsabilidades ni autonómicas ni estatales. La extrema derecha valenciana suma, además, los vestigios de lo que se llamó blaverismo, el movimiento regionalista anticatalán de derechas surgido frente al valencianismo de izquierdas, que Mazón trata también de capitalizar ahora con una ofensiva que incluye desterrar a los autores catalanes de la asignatura de valenciano.

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