Congreso PP
Sin noticias de Casado, el presidente 'olvidado' del PP sin asiento reservado en el congreso de Feijóo
Pablo Casado no acudirá al congreso que el Partido Popular celebra este fin de semana y con el que el actual líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, quiere afianzar su liderazgo. Las heridas del último cónclave, que se llevó por delante a Casado en 2022, todavía no han sanado. Fuentes del equipo de Feijóo aseguran a infoLibre que sí se ha cursado invitación al expresidente del PP, pero que este la ha declinado alegando que no estará en España los próximos 4,5 y 6 de julio. Sin embargo, voces del PP admiten que ni el partido lo quería realmente allí porque consideran que es demasiado pronto para su "rehabilitación", ni a Casado le apetecía volver a coincidir con los colaboradores que acabaron políticamente con él, entre ellos Cuca Gamarra, que este mismo lunes ha anunciado que abandonará la secretaría general del partido para tener un rol más secundario dentro de la dirección del partido.
El ostracismo al que se ha sometido en el PP al antecesor de Feijóo contrasta con el rol predominante que sí tendrán los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy, a los que Génova ha dado un papel protagonista con sendas intervenciones el primer día del cónclave. Génova también ha invitado al exlíder de Alianza Popular (AP), Antonio Hernández Mancha, —una figura con la que no pocos en el PP trazan paralelismos con la trayectoria de Casado— que sí ha confirmado su asistencia. Hernández Mancha lideró AP desde 1987 a 1989 y que nunca ganó unas elecciones generales. Tras fracasar en su moción de censura contra el presidente socialista Felipe González, fue prácticamente borrado de la historia del partido.
En el PP no quieren oír ni hablar de Casado; muchos lo siguen considerando el único responsable de la crisis que vivió el PP en 2022, que ahora ya dan por superada. "El partido está unido y preparado para acabar con el sanchismo", subrayan desde Génova, donde marcan distancias con la gestión del anterior líder. Feijóo dejó claro desde que aterrizó en Madrid que si Casado y su equipo se convirtieron en algo incómodo para los barones no fue por sus propuestas políticas sino por su manera de gestionar el partido, de espaldas a los territorios.
Es más, la operación que tuvo lugar para acabar políticamente con Casado no se entiende sin los barones, descontentos con las maniobras de su entonces número dos, Teodoro García Egea, para inmiscuirse en sus territorios. La anterior dirección del partido siempre defendió, no obstante, que la actual arquitectura territorial es obra de Casado, porque fue él quien "seleccionó a los candidatos" que después Feijóo mantuvo, tales como el presidente valenciano Carlos Mazón, la balear Marga Prohens, el aragonés Jorge Azcón o la extremeña María Guardiola. Casado también colocó al frente de la Comunidad de Madrid a Isabel Díaz Ayuso, la que unos años después fue la artífice de su caída y que no sólo consiguió silenciar las graves acusaciones difundidas contra ella —que sacaron a la luz las comisiones cobradas por su hermano en plena pandemia— sino también la ansiada carta blanca que buscaba para hacerse con el control del PP madrileño. En este cónclave, ha firmado una suerte de paz interna con Feijóo para no dar la batalla por las primarias.
Casado, entre la "decepción" de Aguirre y los agradecimientos de Alegría
Cuando Feijóo ascendió a la dirección del PP, ofreció a Casado trabajar para él. Una oferta que este último rechazó. "Querido Alberto, podrás contar conmigo siempre, esté donde esté, para lo que necesites y en lo que pueda ser útil. Mientras, mantendré la prudencia y discreción castellana que siempre he demostrado y que un gallego como tú sabe valorar frente al ruido", le dijo. Justo al año siguiente de esa crisis, transcendió que Feijóo comió con su antecesor. El PP aseguró entonces que ambos tenían "una relación fluida" que lograron mantener en esos meses difíciles y que no era la primera vez que compartían "reflexiones" sobre la actualidad. "En mi partido, hablar con exdirigentes no está prohibido. No hay ningún tipo de mala conciencia con nadie”, alegaba entonces Feijóo. Un argumento que replican ahora fuentes de Génova, que abundan en que "ya le gustaría" al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tener la misma relación con Felipe González que la que mantiene el líder del PP con su antecesor.
Tras esa cita, sin embargo, Feijóo descartó una vuelta de Casado a la vida pública: "Está enfocado y centrado en una actividad profesional y esa actividad profesional, según me ha dicho, no es compatible con la actividad política, cosa que entiendo y además me parece razonable e inteligente. Su actividad profesional le requiere independencia partidista”, dijo, sobre la posibilidad de que el exlíder del PP acudiera a actos futuros actos de la formación, como es el caso del de este fin de semana.
Mientras en Génova tratan de 'borrar' a Casado, la expresidenta madrileña, Esperanza Aguirre, aseguró recientemente en Esradio que él fue su "mayor decepción en política, sin duda". "Pero bueno", añadió, "está muy contento ahora, me alegro mucho por él, está en un fondo". La expresidenta madrileña también confesó que lo invitó "a comer después de que se hubiera ido": "Comí con él en junio, y le dije: ‘Pero Pablo, ¿cómo es posible que le dieras todo el poder del partido a una persona?’. Y me dijo: ‘No, es que esto lo había hecho y tal…’. No le parecía que fuera un craso error, a mi juicio", zanjó. Por su parte, la ministra portavoz, Pilar Alegría, salió recientemente en su defensa al afirmar que había recibido un mensaje de apoyo del exlíder del PP tras el acoso machista al que fue sometida recientemente en redes.
En silencio y con muchos negocios
Tras su abrupta salida de la política institucional, Casado ha permanecido en silencio. No ha concedido ninguna entrevista ni tampoco se ha dejado ver en público más allá de alguna aparición puntual. Toda la atención mediática que deseaba cuando era presidente del PP ya no le interesa. Se convirtió en inversor en busca de cantidades millonarias de dinero para meter en defensa, seguridad o inteligencia artificial. Por ejemplo, para arrancar su aventura empresarial se valió de dos viejos amigos conocidos en su etapa política –un periodista que fue destacado responsable de prensa en el Gobierno de Mariano Rajoy y un antiguo compañero de las juventudes del PP, pero después trabó alianzas con nombres de la élite financiera y el negocio de la defensa y el pasado año su empresa recibió la luz verde de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
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Esa empresa es Hyperion Fund en la que Casado es socio inversor y trabaja en calidad de experto en "geoestrategia y relaciones internacionales”. Un equipo del que también forma parte Ricardo Gómez-Acebo Botín, nieto del expresidente de Banco Santander, José Antonio Bartrina, ex director general del principal lobby del negocio de la defensa de España, y Joaquín Ortiz, quien fuera miembro del gabinete del exministro de Defensa Pedro Morenés. En el llamado "consejo asesor internacional" están el ex secretario general de la OTAN y ex primer ministro de Dinamarca Anders Fogh Rasmussen o la exministra de Defensa de Francia Michele Aliot.
El fondo ya ha logrado captar 150 millones de euros para invertir en los ámbitos aeroespacial, de ciberseguridad, de inteligencia artificial y de defensa, excluyendo armas y equipamiento letal,, el objetivo máximo fijado tras su aprobación por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en enero de 2024. El pasado año el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI), dependiente del Ministerio de Ciencia, invirtió 28,5 millones de euros en el fondo.
Además, Casado es el presidente de DataSection, una empresa japonesa con sede en Tokio cuya actividad está centrada en la inteligencia artificial. El expresidente del PP fue nombrado su máximo ejecutivo el pasado mes de julio y desde entonces no había trascendido su papel en la empresa hasta que la compañía puso un pie en Puertollano, considerada la capital industrial de Castilla-La Mancha, para construir un ‘data center’ de inteligencia artificial. El presidente de la comunidad, Emiliano García-Page, le agradeció ese desempeño.