Librepensadores

Barcelona

Antoni Cisteró

Más pronto que tarde, y dejando en el olvido las dolorosas heridas aún abiertas en la sociedad, la mesa, o las mesas, que intenten solucionar el enredo que arrastramos durante toda la década entre Cataluña y España, acabará hablando de temas económicos, y entre ellos, el corredor mediterráneo será un punto relevante. Así que, adelantándome al futuro con un elemento del pasado, me permito ofrecer la siguiente cita:

“Sea cual fuere la evolución posterior de la política española, la independencia o la autonomía de Cataluña podría simplificar extraordinariamente las comunicaciones entre los puertos franceses del África del Norte y los del sur de Francia, sobre todo si, un día u otro, la Cataluña GranCataluña Gran, que llega hasta Cartagena y que constituye el objetivo histórico de todos los catalanistas, llega a realización, (significando) el paso natural entre Francia y sus inmensas riquezas africanas.

El sistema de ferrocarriles y carreteras catalanas…, facilitaría en gran manera este sueño imperial francés. Hay que evitar la amenaza de esta grandiosa realización y para ello tenemos un objetivo concreto en España: destruir toda posibilidad de una Cataluña autónoma o independiente que pudiera servir de puente entre Francia y sus colonias. Para llevar a cabo este proyecto,… tenemos preparado un plan: el traslado de la capital política de España a Barcelona, ya que esto destruiría para siempre toda posibilidad de autonomía catalana y daría a los castellanos la ocasión de obstaculizar el plan francés, al fijar la mirada de los españoles en el mar, que se convertiría pronto en el mar de las decisiones”.

Ignoro qué decisiones se pescarían en dicho mar, pero la cita pone de relieve la importancia geopolítica a nivel internacional que tiene una aventura de tal tipo. Y esto no es de ahora. El texto es un fragmento del informe que hizo el especialista geopolítico Franz Pauser para el III Reich, sobre la necesidad de la intervención alemana en los asuntos de la Península Ibérica y más concretamente catalanes, que el lector puede encontrar en el libro de Jaume Miravitlles titulado Los comunicados secretos de Franco, Hitler y Mussolini (Editorial Plaza y Janés, 1977, página 101). El estudio completo puede hallarse en el libro (no traducido) Spaniens Tor Zum Mittelmeer Und Die Katalanische Frage («La puerta española en el Mediterráneo y la cuestión catalana»), publicado en 1938 por la editorial B.G.Teubner (77 páginas y 11 mapas).

No es pues una ocurrencia original el compartir una capitalidad que, por ejemplo, podría incluir el traslado del Senado o algún ministerio. Tema para estudiar en alguna mesa donde el sosiego y la ecuanimidad no se vean interrumpidos constantemente por el dogmatismo y la unilateralidad.

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Antoni Cisteró es socio de infoLibre

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