"Prefiero morirme a seguir dentro": el infierno de trece mujeres para escapar del Opus Dei

Un imagen de 'El minuto heroico: yo también dejé el Opus Dei'

Cuando alguien no está a los mandos de su propia mente puede tardar años en recuperar el control de sí mismo, si es que acaso lo consigue, pues ese bienaventurado desenlace no siempre acontece. Es tal el engatusamiento, de tal magnitud el embaucamiento, que resulta prácticamente utópica la posibilidad de salir de la enajenación, romper el maldito hechizo y enfrentar la realidad de un engaño tan perverso como efectivo. Es la dominación total que a estas alturas a nadie sorprende, pero el Opus Dei sin duda ejerce. Es, no en vano, su sibilino proceder.

Cómo de asfixiante, de perfectamente calculado, de duradero y de persistente será para que haya quien, después de años de dedicación (literalmente) plena a la causa, sienta un clic que le dice 'hasta aquí'. Pero claro, ocurre que cuando alguien quiere abandonar 'la obra' no se encuentra con las puertas abiertas de par en par, precisamente. Más bien todo lo contrario: están cerradas a cal y canto. Solo faltaría con una organización en la que todo se basa en el secretismo, el sigilo, el misterio supuestamente divino.

Hasta ese punto de inflexión extremo, hasta ese preciso instante, nos lleva El minuto heroico: yo también dejé el Opus Dei, una nueva serie documental de cuatro episodios original de Max que puede verse ya en la plataforma en Estados Unidos, América Latina y Europa. "El minuto heroico es el momento en el que ellas hacen clic y dicen 'me voy porque se me va la vida y ya se me ha ido la voluntad, la capacidad de discernir'. Es ese punto en el que, aunque les aseguran que si se marchan se van a morir por una especie de maldición divina, se dicen a sí mismas 'prefiero morirme a seguir dentro en el Opus Dei'", cuenta a infoLibre la periodista Mónica Terribas, a su vez creadora y directora de esta serie, resultado de una exhaustiva investigación que aborda por primera vez el tema desde un punto de vista inédito.

El minuto heroico relata, a través de sus propios testimonios directos, la vida de trece mujeres procedentes de diversos entornos, países, generaciones y sin vínculos entre ellas, que experimentaron de primera mano los desafíos y realidades del Opus Dei sirviendo en sus centros como numerarias, numerarias auxiliares o agregadas. Mujeres que relatan haberse sentido sometidas a un trato abusivo laboral, psicológico y espiritual del que decidieron salir y que ahora se atreven a contar. "Lo que avala el documental es la variedad de testigos, procedencias socioeconómicas, edades y países", resalta Terribas, añadiendo: "Cuando tú cruzas las trece historias, da igual quien lo cuente en España, El Salvador o México. Podría haber construido frases que empezaba una y acababa la otra".

El relato de estas trece mujeres en primera persona muestra adolescencias dirigidas para ingresar en el Opus Dei y entregarse en cuerpo y alma al servicio de 'la obra', así como su posterior salida y ruptura total con la organización. Además de estos testimonios, la serie documental incorpora las voces de periodistas, psicólogos, abogados y otros expertos en la materia, que aportan contexto tanto sobre el Opus Dei como sobre las experiencias vitales narradas en la serie: el periodista de investigación Gareth Gore, autor de Opus (Editorial Crítica), Antonia Cundy, periodista del Financial Times; Laura Merino, psicóloga; Vega González, psicóloga clínica y directora gerente del Centro de Asistencia e Investigación de Socioadicciones (AIS); John Paul Lennon, psicólogo especializado en abusos religiosos y sectas, y Sebastian Sal, el abogado defensor del 'caso de las 43', exnumerarias auxiliares en Argentina y otros países de América Latina.

El objetivo de El minuto heroico es, aparte de contar las vivencias de estas mujeres, tan diferentes pero con un mismo patrón y captadas todas ellas siendo apenas unas adolescentes, es poder escuchar cómo han sufrido la violación de sus derechos y han recibido abusos psicológicos y espirituales dentro de la institución. "Hay un proceso de permeabilización de normas y maneras de vivir", explica la periodista, que pone el foco además en la captación adolescente durante la cual se va produciendo el "desenganche de las familias biológicas porque tu familia pasa a ser el Opus Dei", lo cual las deja totalmente desprotegidas: "Cuando ellas con 14 años escriben la carta de admisión al prelado del Opus lo hacen porque sienten la presión de la vocación que les es inducida y les dicen explícitamente 'no se lo digas a tus padres'".

"Hay un punto en el que los padres piensan ¿pero qué pasó aquí?' Pues nada, que el sistema por el cual ellas son inducidas a escribir esas cartas de admisión sin el permiso de las familias, es un proceso de natural bondad del Opus Dei que les dice 'esta es tu vocación, vas a entregar tu vida a Dios para hacer el bien', y no hay una visión por parte de los padres de que eso vaya a ser malo para ellas. Al mismo tiempo, ellas tampoco saben muy bien lo que implica, porque las promesas de celibato, de pobreza y demás no se verbalizan hasta después, cuando ya estás dentro, con lo que es un proceso altamente complejo", explica Terribas, dejando claro en todo momento su intención de no culpabilizar en absoluto a las familias, pues el entramado que tienen montado se encarga de que nada sea lo que parece.

Eso sí, comparte un detalle en absoluto baladí: "Me llamó la atención desde el principio que unas niñas de catorce escriben una carta manuscrita para pedir la admisión al Opus Dei al prelado del Opus en Roma, la mandan y nunca reciben acuse de recibo". "Así, tú no puedes documentar nada, porque el membrete y el sello oficial de la organización no aparece", continúa, hablando también de "dinámicas de control mental e intelectual, de abuso laboral y espiritual", una vez que las mujeres ya pasan a formar parte de 'la obra', ya sea como numerarias, numerarias auxiliares (categoría solo de mujeres que cuidan, limpian y lavan en los centros) o agregadas. "¿Por qué esta falta de transparencia?", se pregunta a viva voz de manera retórica Terribas.

Una numeraria pidió leer la Biblia y le dijeron que no podía. "Llevo veinte años en el Opus Dei y no puedo leer la Biblia. ¿Pero qué me estáis contando?

Y aún prosigue: "Habrá muchísimas personas dentro del Opus Dei, en muchos casos supernumerarios o supernumerarias, que desconozcan esta realidad y de buena fe lleven a sus hijas e hijos a sus clubes y pasen a formar parte del Opus de la manera que sea, teniendo la conciencia de que les ha hecho mucho bien. Seguro que ha hecho bien a mucha gente, eso no lo discuto, pero cuando hay casos de vulneración de derechos, que se pueden listar en este documental, como abuso laboral, violación de la correspondencia privada, coerción al maltrato de su propio cuerpo porque les dan los cilicios y las disciplinas siendo menores... todo eso existe en los centros de estudio y trabajo del Opus Dei".

Hay, dentro de estas dinámicas, multitud de casos curiosos que acrecientan el aislamiento respecto de familia y amigas. "Una numeraria de El Salvador pidió leer la Biblia y le dijeron que no podía. "Llevo veinte años en el Opus Dei y no puedo leer la Biblia. ¿Pero qué me estáis contando?", apunta la directora de la serie, planteando en este punto que "cualquier organización social, civil, cultural, militar o empresarial, es susceptible de tener prácticas coercitivas que pueden ser calificadas de sectarias". "Para mí, lo interesante, y en el documental se habla de cómo funcionan las sectas, es que es el espectador el que tiene que decidir después de escuchar a estas mujeres que se ponen ante la cámara y cuentan sus vidas", agrega.

El Vaticano está siguiendo su curso, otra cosa es el futuro de las demandas judiciales que hay, que están abiertas en Latinoamérica

El Opus Dei es una institución secular de la Iglesia católica, con sede en Roma, surgida en la España de 1928 de la mano del después canonizado Josemaría Escrivá de Balaguer, y con una fuerte implantación en todo el mundo, especialmente en España y América Latina. El documental incorpora un archivo documental, así como un marco histórico, cultural y social que permite entender las circunstancias en las que estas mujeres vivieron y tomaron sus decisiones. 

"Juan Pablo II vivió el proceso de beatificación y canonización de Escrivá de Balaguer", recuerda Terribas, añadiendo que más recientemente el Papa Francisco les pidió que "reformaran y movieran ficha pidiéndoles una reforma de estatutos que aún no ha aparecido". "El Vaticano está siguiendo su curso, otra cosa es el futuro de las demandas judiciales que hay, que están abiertas en Latinoamérica, que ya veremos", señala.

Y termina: "Para mí, era importante que una plataforma como Max se atreviera a producir este documental para que se estrene en Latinoamérica, Europa y Estados Unidos, es decir, que no fuera una cosa sobre lo que pasa en un entorno concreto. Porque esta es una institución que tiene una influencia muy importante en el sector financiero, en la educación con universidades y centros escolares con mucho peso social en muchos entornos, por lo que me parecía que era una oportunidad para mirarse en el espejo y empezar a cuestionar cosas. A veces puede haber una querella judicial, pero sale un titular en presa y punto pelota. Por eso, lo importante es que se genere un debate social, se perciba cuando hay vulneración de derechos y se actúe".

Situación política

Amenazas, mentiras y cintas de vídeo: la realidad alternativa del Opus para no enfrentarse a sus demonios

Amenazas, mentiras y cintas de vídeo: la realidad alternativa del Opus para no enfrentarse a sus demonios

En otro orden de cosas, Terribas, una de las periodistas más populares de Cataluña, muy crítica con el papel del Estado durante el procés, comenta el momento actual de la política española asegurando que le "preocupa la dinámica de tensión y agresión permanente". "Todo son relaciones de intercambio de fuerzas", lamenta, explicando que ella concibe la política como la "acción pública en beneficio de la sociedad", por lo que le preocupa todo lo que está pasando en nuestro país, en Francia, Alemania, Estados Unidos y tantos otros lugares. 

"La dinámica que se ha instalado en los liderazgos políticos es la de sus habilidades de agresión y presión, no las de construcción social. Eso pasa en las relaciones entre Junts, PSOE o ERC, unos contra otros, así como en la respuesta del PP. Cuando se instala esta dinámica, es posible que la sociedad se olvide de que la política es la construcción del bien colectivo. Luego nos asombramos de movimientos hacia partidos populistas de extrema derecha, pero cuando tú no has contribuido a construir en positivo y las declaraciones mutuas son de 'traidores', 'fraude', 'engaño'... Cuando las palabras con las que adornas tus decisiones son de descalificación del otro, llega un momento en el que validas el comportamiento extremo", reflexiona.

"Me preocupa que en los partidos que conocen las dificultades de gobernar un ayuntamiento, una diputación, un parlamento en Cataluña o las Cortes españolas, utilicen un lenguaje tan agresivo y beligerante de modo sistemático para construir la política", remarca, para luego concluir: "La resiliencia en defender lo que no nos puede traer la extrema derecha tiene que ser muy inteligente y estratégica, y cada uno tiene la responsabilidad de leer en cada momento donde estamos. Los catalanes que han defendido la independencia tienen que leer bien la situación actual del país y de la sociedad catalana, y España tiene que leer bien también cuales son sus fuerzas respecto a Euskadi y Cataluña. Tiene que haber una resiliencia inteligente".

Más sobre este tema
stats