Los libros

De viajes y paradas

Descrédito de la certeza, de Ana García Negrete.

Carmen Canet

Descrédito de la certezaAna García NegreteDescrédito de la certeza

Septentrión EdicionesSantander2017

 

Con una voz cercana y propia la poeta Ana García Negrete (Castro-Urdiales, 1961) nos entrega una poesía intimista, emotiva y ética. Tiene ya publicados los poemarios, Algo tendrán que decir las estaciones (2005), Memoria para seguir un rastro (2010), Y dices tu nombre (2015), y este último, Descrédito de la certeza, galardonado con el Premio de Poesía José Luis Hidalgo 2016. Su obra ha sido incluida en varias antologías y también tiene editados estudios sobre crítica literaria.

Descrédito de la certeza divide en tres partes el volumen y su autora da cuenta en cada uno de los poemas que lo integran, de historias cuya protagonista es la experiencia, en donde cada texto tiene vida propia y a la vez se complementa con el siguiente, hilvanando así todos los ingredientes imprescindibles para poder recorrer caminos que están escritos con palabras de búsqueda y hallazgo, llenos de silencios que se intuyen y que nos abocan a que la acompañemos durante todo el trayecto. Es una poesía vital y sutil que transita sin hacer ruido.

En la primera parte, titulada “Fauna y sapiens”, la naturaleza, el compromiso social y la ecología van a ser los temas que ella emprende a través del viaje, en busca de un lugar de identificación: “Encontrarlo, aunque fuera sombrío y ya tarde,/ acaba siendo un deseo/ y una plegaria”. En la segunda parte, “Contornos”, escribe sobre la vida, la memoria, el tiempo y la espera: “Desde el quicio donde asoma/ ves la tierra replegada,/ su cicatriz, el manto sellado que la cubre”; “La vida es real y sigue un curso,/me parece una rara versión de la lectura/ por donde la vida ha retorcido sus umbrales”;  “Y creerás ingenuamente/ que fue así mientras vivías”.  En la tercera parte, “De amor y silencio”, emerge su voz y su conciencia: “Tras el amor nunca falta olvido”; “Mi amor es todo tuyo,/  pegado siempre a tu piel como un vivo tatuaje”. Finaliza con tres poemas, dos de homenaje, “Madre” y “Visita al geriátrico”, y el último muy breve que cierra a modo de telón, titulado “Silencio”.

Las citas que preceden a las distintas partes y a algunos poemas son memorables y significativas: Claudio RodríguezAntonio Gamoneda, Ángel González, Wislawa Szymborska, Blanca Varela, María Victoria Atencia yChantal Maillard, entre otros. Estupendos, también, la edición y diseño de cubierta de esta joven editorial cántabra, Septentrión Ediciones.

La poesía de Ana García Negrete es la conjunción entre la vida y la palabra, es un camino que traza itinerarios a través de diferentes destinos: Japón, Nueva York, Londres, El Cairo, entre otros, pero que también le lleva a hacer paradas por las estaciones de la vida. Así, se detiene en plazas, se sienta en los bancos de la soledad, del amor y de la existencia: “Ser testigo: leer la soledad y ver sus fauces”; “ Iré contigo a una nueva noche/ si acercas a tu boca mi cabeza”;  “No he venido a esta orilla a mirar el agua,/ me asomo evitando el vértigo y la prisa”). Por eso le esperan andenes repletos de deseos y de realidades, siempre con una escritura medida y comedida: “Aquí las cosas se pautan a sí mismas/ y no parece que haya nada urgente:/ los objetos, los libros, los relojes/ suspenden a menudo su quehacer”.

Sus historias dictan verdades y quiere darles crédito en un mundo desengañado, invadido por sombras a las que ella trata de quitarles oscuridad, de encender sin deslumbrar y siempre sin hacer ruido, con la certeza de la vida.

*Carmen Canet es escritora y profesora de Literatura. Su último libro, Carmen CanetMalabarismos (Valparaíso Ediciones, 2016).

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