Verdadera política de ficción

Panfleto para seguir viviendo es literatura despojada de su cualidad más literaria, si se quiere. Palabra cruda y sin miramientos. Pero sin duda literatura. De la que busca, además, cambiar el mundo. Persona a persona, mente a mente. Sin pretensiones disparatadas, pero con voluntad absoluta de remover conciencias. Con su propia verdad, tan panfletaria como cargada de honestidad. De ahí que, tras haber sido publicado por Bruguera en 2007, La oveja roja no haya querido dejar pasar la posibilidad de volver a colocar el libro en las estanterías.

Este título de un autor que no quiere serlo –solo se conoce de él su nombre, Fernando Díaz Ramos- ha servido de acicate para que la editorial, centrada en el ensayo político (con algún brote de poesía y cómic) se haya tirado a la piscina de la narrativa. Tras el Panfleto… han visto la luz en su nueva serie Todo que ganar, de Juako Escaso (coeditado con Txalaparta con dos tapas diferentes) y más recientemente la antológica de poesía crítica Disidentes, que se presenta este martes 10 en forma de recital colectivo que tendrá lugar a partir de las 19.00 en local madrileño de Ecooo.

Eres joven,/ tu vida está vacía,/ la cabeza a pájaros,/ no sabes lo que quieres./ ¡Acude a un yacimiento de trabajo!/ Tendrás un salario,/ estarás ocupado,/ no darás vueltas a las cosas,/ te convencerán de que eres útil./ ¡Vive como un esclavo!

La fútil vida laboral, de la que habla el poeta ovetense José Luis Mata, pero también las guerras, la insolidaridad, el sexismo, las injusticias, los estragos del capitalismo más salvaje, los límites de la libertad, la política, el consumismo y tantos otros temas de calado social quedan representados en este volumen. Con una selección realizada por Alberto García Teresa de obras de 72 autores de todo el Estado escritas en lengua castellana y publicadas entre 1990 y 2014, Disidentes, como explica Alfonso Serrano, editor de La oveja roja, llega con la vocación de ser, si no canónico, al menos sí un compendio “exhaustivo”.

Ordenados por fecha de nacimiento, se suceden así en el libro nombres como los de Jesús Lizano, Juan Carlos Mestre, Jorge Riechmann o David González, quien escribe:

Fátima no abortó./ Decidió tenerlo./ Dio a luz a su hijo en la oscuridad/ de un refugio de la ciudad de Basora./ El hijo de Fátima pronto sufrirá/ vómitos, cólicos y diarreas. El hijo de Fátima/ pronto tendrá miedo, insomnio e histeria,/ pronto se esconderá debajo de su cama,/ pronto se atrincherará bajo la arena del desierto./ Fátima no abortó./ Decidió tenerlo. Parió/ un hijo muerto.

Poetas como Antonio Orihuela, Inma Luna, Ana Pérez Cañamares, Mercedes Cebrián o Sara Herrera Peralta, todos nacidos entre 1931 y 1992, completan esta selección, que cierra el alicantino Enrique Martín Corrales. Juako Escaso, otro de los autores incluidos en la antológica, es también el firmante de Todo que ganar, una novela en dos tiempos –la actualidad y los años setenta- en la que los asesinatos del 3 de marzo de 1976 en Vitoria vuelven a la palestra a través de la figura de una mujer que participa en el Movimiento obrero autónomo del País Vasco.

De su pequeña joya de la corona, el Panfleto para seguir viviendo, la historia en primera persona de un hombre en crisis antes de la crisis, con un hermano muerto por las drogas, una padre sindicalista que fracasa en su empeño o una madre perennemente embargada, dice Serrano que resulta destacable, entre otros aspectos, “por su idea de ubicación de clase”. “Por la contundencia con la que alguien que no ha sido invitado al baile de la cultura escribe sin perder de vista de dónde viene, como un acto de apropiación del discurso, de apropiación de la vida en sociedad”.

Una aproximación a la escritura en cierto modo comparable a la de Luis Martín Cabrera, autor del también recién publicado ensayo de La oveja roja Insurgencias invisibles, sobre las resistencias y militancias en EEUU, “que es alguien que no tiene un capital cultural heredado, y que crea un texto con esa misma ubicación, sobre temas como la militancia de base, el sindicalismo, el movimiento queer, los chicanos…queer”.