El alza de tipos dispara el beneficio de la banca a cifras récord mientras encarece aún más las hipotecas

Vista de una de las instalaciones del BBVA en Madrid.

Ni la guerra de Ucrania, ni la crisis energética ni el nuevo impuesto. La banca española obtiene cifras récord, espoleada por la subida de tipos de interés hasta el actual 4,5. Los seis principales bancos del panorama financiero nacional, Santander, BBVA, Sabadell, Caixabank, Bankinter y Unicaja, ya han presentado resultados del periodo de enero a septiembre de este año y suman un beneficio de 19.761,6 millones de euros. Dicha cuantía supone mejorar un 23,6% los 16.014 obtenidos en los mismos meses de 2022, esto es, 3.747 millones más, que las encaminan a pulverizar registros.

Si en el conjunto del pasado ejercicio esas seis entidades financieras atesoraron una ganancia de 20.850 millones, en lo que se consideró un año histórico, ahora, a falta aún de tres meses del año a contabilizar por delante, se han quedado al borde de esa marca y es previsible que se supere, según apuntan fuentes del sector. 

En concreto BBVA, el último en comunicar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sus datos del tercer trimestre del año, ganó hasta septiembre 5.961,2 millones, un 24,3% más que en idéntico periodo de 2022. El Banco Santander, por su parte, mantiene la primera posición, al alcanzar un beneficio neto de 8.143 millones, un 11% más y Caixabank consolida la primera posición tras amasar unos beneficios de 3.659, un 48% más en ese periodo. El Banco Sabadell logró 1.028 millones de euros hasta septiembre, un 45% más. De su lado, Bankinter cerró los nueve primeros meses del año con 685 millones, lo que supone un alza del 59% y Unicaja se anotó entre enero y septiembre 285,4 millones en beneficio, un 4,9% más.

Según confirman fuentes financieras, el repunte se puede atribuir esencialmente al rumbo de la política monetaria fijado desde el verano de 2022 por el Banco Central Europeo (BCE) en su combate contra la inflación, esto es, a la subida de los tipos de interés. De hecho, los bancos más expuestos a ésta son los que más han visto como crecían su beneficio este ejercicio, es lo que sucede con CaixaBank, Sabadell y Bankinter, cuyas ganancias cosechan incrementos de entre el 45% y el 59%. A ello agregan de forma complementaria el buen ritmo de la actividad económica en España y a los números ligados al empleo.

Ese viraje no lo ha marcado el sector sino el Eurobanco, pero ha significado una inyección directa en el margen financiero que en el cómputo de la gran banca se ha disparado hasta los 63.470 millones, mientras las familias endeudadas con hipotecas a tipo variable manejan contabilidades domésticas llenas de ahogos. En este punto, cabe señalar que el euríbor a 12 meses, índice que se usa como referencia en la mayoría de préstamos hipotecarios a tipo variable, ha subido en octubre unas décimas respecto a septiembre hasta el 4,16%. Aunque su crecimiento se ralentiza, ese porcentaje es mayor que hace un año y como la mayoría de hipotecas variables se revisan cada 12 meses, esto se traduce en que las letras para las familias continuarán encareciéndose todavía.

La nueva escalada de ingresos de las mencionadas entidades llega además en mitad de las negociaciones de investidura para la formación de Gobierno. En el marco de su acuerdo programático PSOE y Sumar han insertado su intención de revisar los gravámenes sobre la banca, que podría convertirse en permanente, y las empresas energéticas para "readaptarlos y mantenerlos", una vez que finalice su periodo de aplicación actual, si son capaces de conjurar las voluntades de todos los partidos necesarios para continuar en el poder. 

El actual impuesto, que los grandes bancos aceptaron a regañadientes y que ahora piden que no se prorrogue, está vinculado a los ingresos del pasado ejercicio y de 2023. Las entidades financieras ya se han aplicado todo el impacto para 2022, lo que no ha evitado que ganen más. En ese sentido, en el Informe de Estabilidad Financiera del Banco de España publicado este lunes se reflejaba que el impacto de la subida de tipos en su margen de interés ha “más que compensado” el efecto de la inflación, el crecimiento de las dotaciones por deterioros y el del gravamen extraordinario.

¿Nubarrones en el horizonte?

En este contexto, fuentes financieras avisan de que “una mejora más sana” de los beneficios conllevaría que en el futuro aumentará el crédito, algo que “en España no se está viendo”. Y es que, pese a los números disparados de hoy, atribuidos sobre todo al aumento del Euribor, advierten de que se atisban ciertos “nubarrones” en el escenario internacional que, de confirmarse, podrían llevar implícito una mayor morosidad, a lo que habría que añadir la bajada de tipos por parte del Banco Central que suelen acarrear las etapas de recesión.

En los últimos datos del BBVA, por ejemplo, se puede apreciar ya una elevación del coste del riesgo del 1,04% al 1,11% y una bajada de la cobertura de los activos dudosos del 80% al 79%, es decir, se vislumbran algo más de préstamos de los esperados que podrían entrar en mora.

Otras fuentes hacen hincapié en que la rentabilidad, aunque ha mejorado considerablemente, sigue siendo insuficiente para atraer el capital de los inversores, por lo que los beneficios no resultarían, a su juicio, extraordinarios.

De cara a los próximos meses no se pueden obviar nuevos peligros para la estabilidad del sector financiero derivados de las tensiones geopolíticas, que han incorporado un nuevo foco en ebullición en Oriente Próximo. Pero, de momento, la banca en España gana.

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