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Viviendas alquiler

Blackstone, el fondo de inversión con más viviendas de España, admite que el control del alquiler es un "riesgo" para sus ingresos

Una integrante del Sindicato de Inquilinos e Inquilinas de Madrid en una protesta contra el fondo Blackstone.

Blackstone, el fondo de capital riesgo (o fondo buitre según sus detractores) con más de 50.000 viviendas en cartera en España gestionadas por seis socimis, ve con inquietud el acuerdo cerrado por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias el pasado 26 de octubre para limitar el precio de los alquileres en determinadas zonas. El pacto entre los socios de Gobierno PSOE y UP, alcanzado horas antes de presentar los Presupuestos Generales del Estado para 2021, establece entre otras cosas "mecanismos de contención o eventualmente bajada de los precios" a todos los contratos de alquiler  localizados en "zonas de mercado tensionado".

La medida supone un riesgo financiero para Blackstone, expresado en los estados financieros intermedios relativos al primer semestre de 2020 de su principal filial, Fidere. Y dentro del riesgo financiero Fidere aborda el "riesgo de operaciones", que en la jerga económica significa posibles pérdidas financieras originadas por fallas propiciadas por agentes o personas.

"La situación cambiante e impredecible de los acontecimientos", arranca el párrafo, "así como las medidas adoptadas y que pudieran ser adoptadas por el Gobierno y las Administraciones [públicas] para combatir la situación, podrían afectar temporalmente a la actividad comercial del grupo y a la ratio de ocupación del portfolio de los activos inmobiliarios", una manera, esta última, de decir que condicionará a la baja el número de inquilinos.

Por último, continúa el texto, el control de precios también incidiría  sobre "la capacidad de pago de una parte de los inquilinos". "El grupo ha creado por ello grupos de trabajo y procedimientos específicos destinados a monitorizar y gestionar  en todo momento la evolución de sus operaciones, con el fin de minimizar el impacto". 

"Los impagos han sido leves"

"Si bien es cierto", concede Fidere, "que a la fecha de emisión de los estados financieros intermedios [30 de junio] se ha podido comprobar que el efecto del Covid-19 sobre los impagos por parte de inquilinos ha sido leve". El temor se dirige hacia la futura Ley de Vivienda, que incluirá un índice con el que contener los precios del arrendamiento y que se presentará en teoría antes de febrero de 2021.

En otros puntos, la filial de Blackstone identifica otros riesgos menos acuciantes. Por ejemplo, aprecia "riesgo de liquidez" por la situación económica y sanitaria, pero para hacer frente a esto el grupo cuenta con una "tesorería" de 40,2 millones, "líneas financieras" por casi 30 millones de euros y otros "planes específicos". 

Tras consultar infoLibre a fuentes del mercado relacionadas con Blackstone, éstas rechazan la dimensión de los riesgos. "Son contingencias que afectan a todo el sector inmobiliario", explican. "Sobre las medidas de controlar los precios de los alquileres, el sector está en contra. Los precios lógicamente ya están bajando, se puede comprobar en los portales inmobiliarios. Si se aplica la medida, se va a restringir la oferta y a agravar el problema de la vivienda". En el lado opuesto, plataformas como el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos urgen a que se apruebe la ley cuanto antes. 

29 millones perdidos en seis meses

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Las pérdidas para Fidere, la mayor de las seis socimis de Blackstone, ascienden a 29 millones de euros durante el primer semestre. Sin embargo y según recoge Vozpópuli, otras filiales como Euripo han registrado pérdidas de 8,8 millones de enero a junio de 2020. 

Blackstone no es un fondo cualquiera: es el mayor casero de España y sus activos ascendían a más de 24.000 millones de euros en el primer trimestre de este año. Nacido en 1985 de la mano de dos ejecutivos de Lehman Brothers, el fondo aterriza en España en 2003. Pero su operación más polémica data de 2013, cuando compra 1.860 viviendas de protección oficial al Ayuntamiento de Madrid por 127 millones de euros, una cantidad inferior al precio real de mercado. Simultáneamente se produce una operación casi idéntica entre Goldman Sachs y la Comunidad de Madrid, cuando la segunda enajena 2.935 pisos sociales por 201 millones, una operación anulada por el Tribunal Supremo este año según adelantó este medio en septiembre (no así la venta municipal). Al frente de Blackstone en España está Claudio Boada, hijo de un tecnócrata y economista del régimen franquista del mismo nombre. 

La pandemia está causando en todos los fondos de inversión o capital riesgo en régimen de socimis por su carácter rentista: las perspectivas de hacer negocio con los activos inmobiliarios han caído en picado a corto y medio plazo por el covid-19. En su informe anual de 2019 Fidere advirtió de la posibilidad de "desinvertir" si se agudizaba la crisis. En las recientes cuentas semestrales el fondo señala en el apartado de "bajas" la venta de hasta 164 viviendas, la mayoría de ellas localizadas en la Comunidad de Madrid. 

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