MERCADO DE TRABAJO

España cierra 2022 con casi 20,5 millones de ocupados pero vuelve a superar los tres millones de parados

El paro subió en el cuarto trimestre y lo elevó por encima de los tres millones de trabajadores en 2022.

2022 cierra con buenos datos anuales de empleo y paro, pero las cifras de sus últimos tres meses confirman las alertas por el freno que la inflación y la energía están infligiendo a la economía. Según la Encuesta de Población Activa (EPA), el año pasado se crearon 278.900 empleos, lo que sitúa en 20,46 millones la población ocupada, la cifra más alta desde 2007, cuando aún no había estallado la burbuja inmobiliaria. También bajó en 2022 el número de parados, hay 79.900 menos, lo que sitúa la tasa de desempleo en el 12,87%, cuatro décimas por debajo de la registrada en 2021. Pero, aun así, España vuelve a superar la barrera de los tres millones de parados –3,024 millones– después de haber caído hasta los 2,91 millones en el segundo trimestre de 2022.

La culpa puede atribuírsele a la caída del cuarto trimestre. Desde octubre se han perdido 81.900 ocupados y hay 43.800 nuevos parados: son las peores cifras en esos tres meses desde 2013 y 2012, respectivamente. También ha caído el número de autónomos, 34.700 menos el cuarto trimestre y 111.200 en todo el año. Además, el crecimiento interanual de la ocupación, un 1,38%, es en el último trimestre 1,19 puntos menor que el alza del tercero. Y lo mismo apunta la comparación interanual del paro: aunque desciende un 2,57%, es el menor descenso desde el segundo trimestre de 2022, cuando se empezó a notar la recuperación de la actividad tras la pandemia. Nuevas señales, por tanto, de la desaceleración paulatina del empleo.

Finalmente, se perdieron activos en el cierre de 2022, 38.100, pero aumentaron en el conjunto del año: 199.000 más.

Desde octubre, no obstante, creció el empleo entre las mujeres –55.500 ocupadas más– y entre los extranjeros –55.700 más–. Y continuó el aumento del empleo indefinido, con un alza 366.100 nuevos trabajadores fijos mientras se reducían en 397.800 los temporales. Así, en el total del año, el primero de aplicación de la reforma laboral, los asalariados con contrato indefinido han crecido en 1,59 millones, y los temporales han descendido en 1,19 millones. En consecuencia, la tasa de temporalidad se sitúa en el 17,93%, cuando llegó a estar en un máximo del 26,8% en 2018. Por el contrario, se ha elevado la tasa de personas con contratos a tiempo parcial, 83 centésimas, hasta el 13,59%, debido al aumento del trabajo por horas en el cuarto trimestre, 159.600 más, sumado a la disminución de quienes lo hacen a tiempo completo, 241.500 menos. Pese a ello, en el conjunto de 2022 el empleo a jornada completa mejora en 241.500 trabajadores.

Un dato negativo más en el fin del año es el aumento del paro de larga duración, el de quienes llevan más de un año sin empleo. Son 40.600 más de octubre a diciembre, aunque en el año han descendido en 180.800.

Baleares y Canarias se recuperan, en Madrid crece el paro

Por sectores, el cuarto trimestre lo han sufrido especialmente los servicios, con una caída de la ocupación de 70.100 empleos. El recuento anual, sin embargo, lo salva con 314.300 ocupados más, pese a que cierra 2022 con un alza en la cifra de parados de 101.100 personas.

En el reparto territorial, Canarias, Murcia y la Comunidad Valenciana se salvaron de la caída del empleo, con aumentos del 4,55%, 2,57% y 1,25%, respectivamente. Pero en el año, son Baleares –6,3%–, Canarias –5,63%– y la Comunidad Valenciana –4,86%– las comunidades que mejor han recuperado el empleo. Por el contrario, Asturias pierde un 3,81% de sus ocupados –15.100 personas–.

Por lo que respecta al paro, el paisaje cambia. Madrid es el territorio donde más creció el paro en 2022 en cifras absolutas, con 57.700 desempleados más, y la segunda –sólo superada por Asturias– con el mayor aumento porcentual, un 16,15%. El cuarto trimestre dejó a Madrid con 10.600 parados más –un alza del 2,63%– respecto al anterior, lo que la convierte en la tercera comunidad donde más creció el desempleo tras Baleares y Cataluña.

Moderación en el ritmo del empleo

A juicio del secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Gonzalo García Andrés, el comportamiento de la EPA en el cuarto trimestre “es consistente con una moderación en el ritmo de creación de empleo”, con una evolución “más plana” en la segunda parte del año, teniendo en cuenta “las perspectivas económicas que todo el mundo auguraba” para el segundo semestre. Aun así, García Andrés espera que esta moderación en el ritmo de creación de empleo sea “temporal”, y descarta que los datos del cuarto trimestre indiquen un cambio de tendencia, “sino más bien una cierta moderación y una cierta pausa”, informa Europa Press.

La secretaria de Acción Sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente, cree que los datos de 2022 confirman la “buena tendencia del empleo, pese a que haya “bajado su ritmo de crecimiento”. También destaca la “calidad del empleo” que se ha creado, con más de 14 millones de trabajadores indefinidos y una rebaja de siete puntos en la tasa de temporalidad, “fruto de la reforma laboral” que se aprobó en diciembre de 2021.

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UGT coincide en apuntar al “impacto de la desaceleración económica en el mercado de trabajo” y en subrayar la calidad del empleo “inducida” por la reforma laboral. En el lado negativo, señala hacia el aumento del paro de larga duración, que alcanza al 42,4% de los desempleados. Una cifra que utiliza para criticar las carencias que observa en materia de formación profesional en la recién aprobada Ley de Empleo.

Por el contrario, la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) ha tachado 2022 de annus horribilis” para los trabajadores por cuenta propia. Su presidente, Lorenzo Amor, reclama que medidas de apoyo, sin “castigar a los que emprenden, a los que emplean y a los que generan empleo y actividad”. La patronal de las pequeñas y medianas empresas, Cepyme, asegura que los datos de la EPA reflejan los efectos de la desaceleración en el empleo por lo que insta al Gobierno a “frenar” la política de aumento de costes y de cargas que soportan las empresas “para no debilitar más el tejido productivo”. Y CEOE habla directamente de “estancamiento” del empleo así como de “un contexto de elevada incertidumbre, desaceleración de la actividad y riesgos a la baja”, que se refleja en el mercado laboral. Las mayores dificultades a las que se enfrentan las empresas, resalta, obligan a su juicio a “centrar los esfuerzos en priorizar el empleo sobre otros factores”.

 

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