SISTEMA FINANCIERO

La gran banca gana casi 20.000 millones en 2021 y pulveriza los beneficios previos a la pandemia

La presidenta del Santander, Ana Botín.

La economía se recupera del cerrojazo impuesto por el covid, con ganas y muchos titubeos, pero la gran banca va disparada. Tras el batacazo de 2020, en que las pérdidas del Santander dejaron en unos números rojos de 5.535 millones a las seis grandes entidades españolas –hoy cinco tras la fusión de Caixabank y Bankia–, el rebote de los gigantes financieros ha sido espectacular en 2021. Santander y BBVA presumen de beneficios “históricos” y el segundo anuncia el mayor reparto de dividendos de la última década.

En efecto, los cinco grandes bancos –Santander, BBVA, Caixabank, Bankinter y Sabadell– ganaron 19.866 millones de euros en 2021, un 46,16% más que en 2019, antes de la pandemia, y un 19,13% por encima de sus resultados de 2018. Es más, la gran banca no acariciaba los 20.000 millones de beneficio desde 2007, justo antes del estallido de la burbuja financiera. Aunque entonces la composición de la cabecera era ligeramente distinta, porque incluía al Banco Popular y Bankia aún no había nacido.

Cierto también que los excelentes resultados de Caixabank se deben en buena parte a la fusión con Bankia. La entidad ganó 5.226 millones de euros en 2021. Pero, aun sin la aportación extraordinaria del banco de José Ignacio Goirigolzarri, el resultado es de 2.359 millones, un 70,8% por encima de 2020 y un 38,35% mayor que el de 2019. También debe sus números de récord Bankinter a otro extraordinario, la salida a Bolsa de la aseguradora Línea Directa, que le ha proporcionado una plusvalía de 895,7 millones. El banco que preside Dolores Dancausa tuvo el año pasado unos beneficios de 1.333,1 millones de euros, que cuadriplican los obtenidos en 2020 y multiplican por 2,5 los previos a la pandemia, unos 550,7 millones que entonces Bankinter aplaudía como todo un récord.

Si se excluyen estos extraordinarios, el beneficio conjunto de la gran banca se queda en 16.103 millones, aún un 18,5% por encima de los resultados conseguidos en 2019.

El músculo de la banca

Santander, el mayor banco español, registró el año pasado unos beneficios de 8.124 millones de euros, por lo que ha dado un vuelco a sus números de 2020, cuando cerró el ejercicio con unas pérdidas históricas de 8.771 millones. Entonces todas las entidades se vieron forzadas a hacer grandes provisiones para hacer frente a la crisis del coronavirus. Además, el banco de Ana Patricia Botín tuvo que actualizar su fondo de comercio, asumiendo un deterioro contable de sus filiales en Reino Unido y Polonia.

En el primer año de la recuperación, Santander ha aumentado su beneficio atribuido un 25% respecto a 2019. Ni siquiera los 530 millones que le ha costado al banco el ERE cerrado el pasado mes de julio y que afectará a 3.572 empleados, han magullado los excelentes números del ejercicio. De hecho, el beneficio del cuarto trimestre, 2.275 millones de euros, es el mejor de los últimos doce años, según ha destacado el propio banco.

El BBVA también celebra un año de récord: multiplicó por 3,6 sus ganancias de 2020, con un resultado positivo de 4.653 millones de euros en 2021. E incluso mejoró en un 32,5% los beneficios de 2019. Los problemas reputacionales que el caso Villarejo ha supuesto para el banco de Carlos Torres no parecen haber impactado en sus cuentas. Tampoco las han sangrado los 696 millones de euros que le ha costado a la entidad el ERE que el año pasado supuso el despido de 2.725 trabajadores y el cierre de 480 oficinas. Por el contrario, el beneficio obtenido en el cuarto trimestre, 1.341 millones de euros, supera las ganancias de todo 2020, 1.305 millones. El propio banco resalta que, excluyendo estos impactos, el beneficio ha sido aún mayor y duplica el de 2020: 5.069 millones de euros, el mayor de los últimos 10 años.

En el caso de Caixabank, 2021 ha sido el primer ejercicio tras la fusión con Bankia, que implica una aportación contable de 4.300 millones a su fondo de comercio, aunque la integración también le ha supuesto un coste de 1.433 millones. En esa cifra se incluye el ERE que ha afectado a 6.452 empleados y está cerrando 1.500 sucursales. La nueva entidad fusionada ha cerrado su primer ejercicio con unos beneficios de 5.226 millones de euros, lo que la convierte en la segunda entidad en ganancias, por delante del BBVA. Para hacerse una idea de lo que ha supuesto la operación en la cuenta de resultados de Caixabank basta con recordar que los resultados de ambas entidades en 2019 sumaron 2.246 millones de euros. Es decir, en 2021 el nuevo banco los ha más que duplicado. Sin ese impacto extraordinario, el resultado se reduce a 2.359 millones, aun así un 38,35% más de lo que ganó Caixabank sola en 2019.

Bankinter exhibe igualmente números formidables. Ganó 1.333,1 millones de euros el año pasado, lo que supone multiplicar por 2,4 sus beneficios récord de 2019. Detrás de ese aumento se encuentra la plusvalía de 895,7 millones de euros que le ha reportado la salida a Bolsa de la aseguradora Línea Directa

Finalmente, Banco Sabadell, que cerró 2020 con un resultado exiguo de dos millones de euros, remontó el ejercicio pasado hasta los 530 millones y es el único de los cinco grandes que no recupera las cifras previas a la pandemia. En 2019 sus beneficios llegaron a los 768 millones de euros. El año pasado, la entidad que preside César González Bueno también ejecutó dos ERE, uno en el primer trimestre, para 1.800 trabajadores, y otro para un máximo de 1.605 que aún no se ha cerrado. En total, el banco ha recortado sus oficinas en un 25% y su plantilla en un 22%.

Reparto generoso de dividendos

Como resultado de estos números superlativos, la gran banca se ha lanzado no sólo a recuperar, sino incluso a disparar los dividendos. “En 2021, hemos logrado unos excelentes resultados, que nos permiten incrementar significativamente la remuneración a nuestros accionistas, con el dividendo por acción en efectivo más alto de la última década y uno de los programas de recompra de acciones más grandes de Europa”, ha anunciado el presidente del BBVA, Carlos Torres Vila. La entidad ya pagó ocho céntimos brutos por acción en octubre de 2021 y ahora aprobará en la junta general de accionistas otro dividendo de 23 céntimos para abril de este año. Esos 31 céntimos totales a cuenta del pasado ejercicio constituyen, resalta el BBVA, su mayor dividendo por acción en efectivo de los últimos 10 años. Además, ha puesto en marcha un programa de recompra de acciones de 3.500 millones de euros, otra manera de retribuir al accionista.

Este año es el primero en que el Santander ofrece recompra de acciones, de forma que sumada al reparto de dividendos en efectivo, el 40% del beneficio ordinario se distribuirá entre los accionistas, tal y como explicó Ana Patricia Botín durante la presentación de los resultados. La recompra ha sido por importe de 841 millones de euros, mientras que el dividendo en efectivo alcanza los 4,85 céntimos por acción y ya fue abonado en noviembre de 2021. En total, Santander ha repartido ya 1.700 millones, pero a final de este año anunciará una retribución adicional.

Caixabank tampoco se queda atrás y repartirá 1.179 millones en dividendos –a razón de 0,1463 euros brutos por acción--, el 50% del beneficio consolidado y sin impactos extraordinarios, además de ejecutar un programa de recompra de acciones a lo largo de este ejercicio.

Bankinter también ha vuelto a repartir dividendos. En octubre pagó 119,78 millones a sus accionistas y en diciembre, 46,26 millones más, el 50% de su beneficio.

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Nada más estallar la pandemia, en marzo de 2020, el BCE pidió a los bancos que dejaran de repartir dividendos y recompraran acciones, a fin de aumentar su capacidad para absorber pérdidas. En diciembre atenuó la recomendación para que limitaran el pago de dividendos. Finalmente, el pasado julio decidió suspender esa limitación a partir del otoño, pero sin dejar de advertir a las entidades financieras de que deberían seguir siendo “prudentes” en la remuneración al accionista. Pero los grandes bancos españoles se han apresurado a recuperar el dividendo en vista de los excelentes resultados.

Más actividad, más crédito, más comisiones

Porque, aparte de los extraordinarios y de la liberación de las provisiones por el covid, el negocio comercial de los bancos se ha beneficiado inmediatamente del impulso de la recuperación económica. Por ejemplo, el Santander ha aumentado sus préstamos un 4% y los depósitos un 6%, además de mejorar la calidad del crédito –menos insolvencias–. El BBVA hace gala de un aumento del 47% en el número de sus clientes, de los que en 2021 captó 8,7 millones –otra “cifra récord”, resalta–, el 40% de ellos digitales.

Así que no es de extrañar que también hayan crecido los ingresos por comisiones, en los que se ha basado buena parte de los resultados de los bancos en estos años de tipos de interés negativos que les dejaban sin márgenes. En el caso del BBVA, subieron un 21,5% en 2021 respecto al año de la pandemia; en Bankinter, un 21%. En el Santander, aumentaron un 8% de media, pero hasta un 26% los ingresos por operaciones con tarjeta y un 38% por operaciones con datafonos. Los ingresos por comisiones de Caixabank mejoraron un 6,7%, mientras que los del Sabadell lo hicieron un 8,7%.

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