Más mujeres asalariadas que nunca: el empleo femenino crece un 14% desde la reforma laboral

Febrero ha dejado buen sabor de boca en el mercado de trabajo español, la afiliación se mantuvo por encima de los 21,4 millones, con un aumento en la ocupación del 2,4%. Coincidiendo con la semana del 8 de marzo, día de las mujeres, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha publicado un apartado dedicado al comportamiento del empleo femenino. En los datos, se pone al acento en que hay más mujeres trabajadoras que nunca y ya suponen un 47,3% del total. Por otro lado, también recogen que el empleo femenino ha crecido un 14,2% desde la entrada en vigor de la reforma laboral de 2022, más de tres puntos por encima del masculino. Además, los datos del ministerio ratifican una ligera mejoría en cuanto a la estabilidad: el número de afiliadas con contrato indefinido aumentó un 4,4%.
Pero las buenas tendencias no significan necesariamente que los problemas estén resueltos. Si bien los datos dicen que la brecha de género se ha ido reduciendo en los últimos años, un estudio de Comisiones Obreras presentado en febrero, la sigue situando en el 19,6%. Ese es el porcentaje que deberían aumentar de media las retribuciones de las mujeres para situarse en los mismos niveles que las de los hombres, que ganan en promedio 4.856 euros más. Además, más allá de las diferencias salariales, otras dinámicas como la descompensación de mujeres y hombres en determinados sectores o las reducciones de jornada por cuidados, que ellas suelen tener en mayor medida, siguen dificultando una igualdad real en el mercado de trabajo.
Por ejemplo, el índice elaborado por la consultora PWC y el grupo ClosinGap —que calcula las diferencia entre las tasas masculina y femenina dentro de cinco ámbitos clave: empleo, educación, conciliación, salud y digitalización— señala que ellas son las que más se dedican a cuidar y realizan más tareas no remuneradas. El informe señala que la brecha en temas de conciliación supera el 55% (siendo el 100% la paridad completa) y aunque se ha reducido con respecto al año anterior, la tendencia positiva aún no subsana sustancialmente las diferencias. Son ellas quienes más bajas se cogen por cuidado de hijos o familiares, quienes más optan por reducciones de jornada o quienes menos tiempo dedican al ocio, recoge el informe.
En cifras, el informe de ClosinGap apunta que si se pusiera fin a las brechas de género en el mercado laboral (en términos de participación, jornada y productividad), la economía española podría crecer en 255.755 millones de euros, el equivalente al 17,1% del PIB de 2023. Y en esto, influye mucho que ellas no se decanten por algunas profesiones consideradas tradicionalmente como masculinas.
Uno de esos ámbitos es el mundo de la tecnología. De hecho, un informe de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) advierte que en el conjunto de los países miembros, las mujeres representaron solo entre el 11% y el 24% de todos los especialistas en tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y, en promedio, solo el 4% de las patentes en este sector se les atribuyen exclusivamente a ellas. Además, en el caso de España, del total de empresas emergentes financiadas por capital de riesgo, solo el 5% son dirigidas por mujeres, frente a un 85% que son dirigidas por hombres. Aquí, de nuevo, los datos de Trabajo señalan que la tendencia es positiva y en el último año, la afiliación de trabajadores por cuenta propia en información y comunicaciones y actividades profesionales, científicas y técnicas se ha incrementado en un 9,5% y 4,4%, respectivamente, con casi 22.000 autónomos más de alta en estos dos sectores de alto valor añadido. Sin embargo, son sectores que están lejos de alcanzar cifras paritarias.
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El trabajo por cuenta propia es otra de las asignaturas pendientes. En el lado positivo, la proporción de mujeres autónomas se sitúa en el 36,9%, el nivel más alto de la serie histórica, debido a que, desde 2021, casi el 70% del empleo creado en el régimen de trabajadores autónomos corresponde a mujeres. En el lado negativo, en cambio, afloran problemas conocidos: las mujeres autónomas en España ingresan un 30% menos que los hombres y sufren una brecha en sus prestaciones por jubilación del 41%, según un estudio de Autónomas por la Igualdad. Y de nuevo, la falta de políticas específicas, la carga de los cuidados no remunerados y las dificultades para acceder a financiación son los puntos que agravan su situación.
Los puestos altos tampoco se libran
Otro problema son los techos de cristal, porque las diferencias por género afectan también a quienes desempeñan puestos más altos. De hecho, el número de mujeres en cargos directivos en España ha descendido al 38,4%, dos puntos menos que el año anterior, según el informe Women in Business 2025 de la consultora Grant Thornton. Con esta reducción, las empresas se quedan por debajo de las recomendaciones que en 2020 estableció la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de situar el porcentaje de mujeres en los consejos de administración de las grandes empresas en el 40%. Además, el dato más negativo es la disminución de mujeres en cargos de CEO, que ha bajado siete puntos hasta el 19,3%. Además, el número de presidentas de empresas es aún menor, con solo un 4,5%.
El informe también detalla la distribución por cargos y recoge que el puesto con mayor presencia femenina en España es el de responsable de Recursos Humanos (47,5%), seguido por la dirección de marketing (34,5%) y responsable de planificación financiera (33,2%). Aunque lenta, los datos recogen que la tendencia no es mala, algo que se observa también en la mejora de las bases de cotización de las asalariadas españolas, que crece un 21,2% desde 2009. Lo hace, concluye en Ministerio, a mayor ritmo que la masculina, aunque también hay que destacar, que parte de mucho más abajo.