“Se acabó el tiempo de las ilusiones”: Von der Leyen arenga a los 27 para que destinen ya el 3% al gasto militar

Es un momento clave. Con un escenario geopolítico instaurado en la incertidumbre, la seguridad europea está en el centro del debate. Es el mensaje que ha trasladado este martes Ursula Von der Leyen en el Parlamento Europeo. Frente a los europarlamentarios, en un hemiciclo sorprendentemente vacío -teniendo en cuenta la importancia de lo que hoy se exponía- y coincidiendo con el día que cumple 100 días de segundo mandato frente a la Comisión, ha defendido el plan de rearme de la UE presentado ante los líderes comunitarios en el Consejo de la semana pasada. Una jornada en la que en los discursos de buena parte de los portavoces han sonado tambores de guerra mencionando nombres como Churchill, Kissinger o Eissenhower.
Con un tono marcadamente belicista, la conservadora ha asegurado que “se acabó el tiempo de las ilusiones”, y ha pedido “coraje” a los Estado miembro para afrontar el momento actual en el que “el orden de seguridad nacional se está tambaleando”. La idea es dejar de depender de Washington ahora que Estados Unidos ha dado la espalda a Ucrania alineándose con Rusia. Por eso, la conservadora ha pedido aislar a Putin, “un enemigo hostil en el que no se puede confiar” y al que solo se puede disuadir. Von der Leyen ha lanzado, además, una advertencia: en las próximas semanas vendrán decisiones más complicadas.
La estrategia, a la que los 27 ya han dado su visto bueno, supone movilizar 800.000 millones de euros en cuatro años. Incluidos 150.000 millones en préstamos para “impulsar los propios proyectos de defensa de Europa”. El grueso de esa cantidad se lograría con una apuesta por la flexibilización de las reglas fiscales, con la que la UE quiere aumentar el gasto un 1,5% del PIB, lo que supone unos 650.000 millones de euros.
De hecho, Von der Leyen ha aprovechado su comparecencia en Estrasburgo para volver a pedir a los países que asuman la mayor parte del plan, elevando su gasto de defensa hasta el 3%. Los Estado miembro podrán, además, reubicar los Fondos de Cohesión que no hayan usado para destinarlos a proyectos vinculados a seguridad.
“El mayor cambio geopolítico desde la caída del muro de Berlín”
¿Cómo compaginar el gasto social con el gasto en defensa? Es la gran pregunta que sobrevuela el debate político. No sólo en España, también en los pasillos de Estrasburgo. “Vivimos el mayor cambio geopolítico desde la caída del muro de Berlín”, así define Javier López, vicepresidente del Europarlamento, una situación en la que Estados Unidos, asegura, ha obligado a Europa a que se haga cargo de su seguridad. E insiste en que la estrategia de rearme de Europa “no es para hacer la guerra, sino la paz”. Un debate, sostienen fuentes socialistas, que no puede instaurarse en la dicotomía entre construir hospitales o comprar armas. Un marco que beneficia a la ultraderecha y que puede suponer un coste político y electoral enorme. ¿Usará el gobierno español los fondos europeos de la pandemia para rearmarse? López se ha mostrado contundente: “El ejecutivo español ha dicho que no lo va a hacer”.
Desde el PP defienden su apoyo, como grupo parlamentario en Estrasburgo, al plan de Von der Leyen. Son conscientes, aseguran, de la realidad de Europa y de la necesidad de protegerse ante Rusia. Otra cosa es lo que pase en España. Según fuentes populares, definirán su postura tras la reunión que mantendrán el jueves Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. Será entonces cuando sabremos si están dispuestos a apoyar al Gobierno o no.
En el lado opuesto, Podemos, presente en el hemiciclo europeo en el grupo The Left. Mantienen su postura antibelicista y aseguran que la estrategia de rearme es un robo: “Esos 800.000 millones de euros para armas solo pueden salir de un sitio: de la sanidad y las pensiones, de los servicios públicos, de desmantelar el Estado de bienestar”. Y aluden a las palabras del secretario general de la OTAN, Mark Rutte, que reclamó a los países europeos que inviertieran en defensa parte de los que destinan a estos servicios públicos. Para la formación, que acusa a Sánchez de ser un “señor de la guerra”, la solución pasa por abandonar la OTAN, como han sostenido desde que comenzó la invasión rusa de Ucrania.
El debate en el pleno de la Eurocámara
La realidad es que el plan presentado por Von der Layen cuenta con el apoyo de la mayor parte de los grupos de la Eurocámara, con algunas excepciones. De escándalo ha tachado el presidente del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, lo que ocurrió en la Casa Blanca hace dos semanas en la reunión entre Zelenski y Trump. “Decir que Ucrania es responsable de la guerra es mentira. Nadie puede retorcer la verdad”. El enfado de Weber era patente e incluso iba un paso más allá: “Con una larga historia de amistad con Estados Unidos, tenemos que decir que una mentira es una mentira”, subrayaba.
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“Necesitamos más deuda común y más solidaridad”, defendía Iratxe García, presidenta de los Socialistas y Demócratas, que ha mostrado el apoyo de su grupo al plan, calificándolo como un “paso positivo”. Eso sí, García ha avisado de que la relajación de las normas fiscales no garantiza que se alcance la cifra final, “porque no todos los estados tienen el mismo músculo fiscal”.
Desde The Left, el eurodiputado Martin Schirdewan ha afirmado que la OTAN “es historia”. “La UE necesita su estructura de seguridad, en la que la diplomacia siempre tiene que ir por delante de las soluciones militares y eso no contradice la idea de que la defensa de la Unión Europea es necesaria”.
Sin sorpresas en la ultraderecha, a la que ya pertenecen uno de cada tres europarlamentarios y conforma el tercer grupo más grande de la Eurocámara. Jordan Bardella, portavoz de de Patriotas por Europa, ha acusado a Von der Leyen de delegar la seguridad de la UE a Estados Unidos, la industria europea a China y la política energética a Rusia y ha ensalzado a Francia como “el interlocutor natural del mundo”.