El Gobierno británico prevé ajustes fiscales para reducir la deuda y aliviar el coste de la vida
La ministra británica de Economía, Rachel Reeves, presentará este miércoles su propuesta de Presupuesto con el doble reto de reducir el déficit y la deuda y aliviar el coste de la vida, sin romper la promesa electoral laborista de no subir los impuestos a la "gente que trabaja", informa EFE.
En una reunión el lunes, la ministra pidió a los diputados de su partido, preocupados por posibles recortes del gasto público, que respalden su plan, que resumió en tres prioridades: "aliviar el coste de la vida, reducir las listas de espera en el NHS (servicio nacional de salud) y recortar el coste de la deuda", en alusión al aumento de los intereses sobre los bonos soberanos.
Tras semanas de especulación sobre una posible ruptura del programa electoral laborista, Reeves -sujeta a una estricta disciplina fiscal autoimpuesta- descartó recientemente subir el impuesto sobre la renta, si bien se espera que congele, en lugar de aumentar, el umbral de ingresos a partir del cual se empieza a pagar.
También se prevén ajustes en impuestos indirectos, como una posible rebaja del IVA aplicado a la factura energética o una ampliación de la tasa sobre bebidas azucaradas. Según la prensa, podría asimismo introducir un gravamen sobre viviendas de más de dos millones de libras (2,3 millones de euros).
Disciplina fiscal y crecimiento
Antes de detallar sus cuentas ante la Cámara de los Comunes, la ministra divulgará las previsiones actualizadas de crecimiento, inflación y deuda elaboradas por la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR), el organismo independiente que supervisa las finanzas públicas.
En marzo, la OBR rebajó al 1% la previsión de crecimiento del PIB para 2025, que subiría al 1,9% en 2026 y en porcentajes muy parecidos en los tres años siguientes. La inflación interanual, actualmente en el 3,8%, alcanzaría el objetivo oficial del 2% en 2027, mientras que la deuda acumulada se situaría en torno al 83% del PIB hasta 2027.
Reeves, primera mujer en ocupar la Cancillería del Exchequer, afronta una gran presión para acertar con su segundo presupuesto, después de que el presentado en noviembre de 2024, tras la llegada al poder de los laboristas en julio, despertara críticas tanto del sector empresarial como de su propio partido, por recortes en prestaciones sociales que luego tuvo que rectificar.
En aquel primer presupuesto, la ministra anunció un incremento de la carga fiscal, principalmente mediante el aumento de las cotizaciones empresariales a la seguridad social, con el que esperaba recaudar 40.000 millones de libras (45.600 millones de euros, al cambio de hoy).
Con el plan que presentará mañana, Reeves abordará el déficit actual, que volvió a ampliarse por el alza del coste de la deuda y se estima que ronda los 20.000 millones de libras (22.800 millones de euros).
La titular de Economía sostiene que los ajustes impositivos son necesarios para cumplir las reglas fiscales que ella misma se ha marcado para tranquilizar a los mercados, y que obligan a alcanzar un superávit en 2029/30 y a que la deuda neta caiga respecto al año anterior.
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