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La empresa Zalando, sospechosa de investigar a sus empleados con "métodos propios de la Stasi"

Imagen de la web de Zalando.

Thomas Schnee (Mediapart)

La existencia del software Zonar se conoció el pasado mes de noviembre gracias a un estudio realizado por dos profesores de la Universidad Humboldt de Berlín, Philipp Staab y Sascha-Christopher Geschke, para la fundación Sindical Hans-Böckler. Durante un período de dos años, realizaron entrevistas a diez empleados de Zalando, analizaron los materiales de formación y mantuvieron conversaciones con expertos en derecho laboral y de protección de datos.

Al término de la investigación, llegaron a una conclusión incontestable. En su opinión, el método de evaluación llamado “feedback de 360°” lleva a un mayor control de la actividad profesional, lo que aumenta el estrés, así como a una importante recopilación de datos sobre los empleados, todo ello sin ningún control real interno o externo.

Tras este descubrimiento, el responsable regional de protección de datos del land de Berlín anunció la apertura de una investigación a principios de 2020.

En cuanto al sindicato de servicios Verdi, le preocupa que la gestión de los recursos humanos y los ritmos de trabajo estén cada vez más sujetos al control de los programas informáticos y de inteligencia artificial (IA) sin que los empleados y sus representantes sean necesariamente consultados. Como parece ser el caso de Zalando.

“En lugar de la tradicional entrevista anual con el jefe, el sistema Zonar ofrece sesiones de evaluación dos veces al año. La evaluación de otoño se centra en la carrera y el compromiso. La evaluación de primavera es sobre el aumento de sueldo. Durante estos períodos de unas dos semanas, los cinco mil gerentes de la sede de Berlín designan entre cinco y ocho personas de la empresa para evaluarlos. Sus opiniones son compiladas por el software, que proporciona un análisis detallado de la persona. Esto se llama feedback de 360°”, explica Erik Weber, nombre supuesto, directivo de Zalando que ha compartido su propia experiencia con Mediapart, socio editorial de infoLibre.

Una vez que los “nominados” han recibido el visto bueno del superior jerárquico correspondiente, cada uno se pronuncia sobre las capacidades de su colega, comportamiento de éste en la empresa, la calidad de su trabajo o cómo podría mejorar. El algoritmo de Zonar también genera un ranking en tres categorías: los débiles, los buenos y, para algunos pocos elegidos, los muy buenos. “Es un trabajo muy duro, porque el cuestionario es largo y preciso. Pero también he visto equipos en los que algunas personas rellenan juntas algunas de las preguntas para que vaya más rápido. Tengo que admitir que utilizo estas evaluaciones para dirigir mi equipo. Pero sigue siendo un verdadero estrés para mí y mis colegas”, dice Weber.

Como último recurso, es el superior jerárquico quien decide las promociones y los aumentos. “En caso de desacuerdo, el empleado todavía puede recurrir a un People review committee, que está compuesto por varios superiores jerárquicos”, dice Weber.

Por su parte, algunos de los empleados entrevistados en el estudio de Staab y Geschke hablan del estrés que supone un método de evaluación que algunos comparan con los “métodos de la Stasi” o con “Gran Hermano”.

Para Zalando, que considera que Zonar es una forma de apoyar el “desarrollo personal” de sus empleados, las críticas formuladas sólo se basan en diez testimonios y no son en absoluto representativas de la opinión de la mayoría. Además, “el uso de Zonar debe ser sometido a consulta con los representantes de los trabajadores, tal como exige la ley de organización de las empresas y lo hemos hecho”, explica un portavoz de Zalando, que precisa que en el caso de Zonar, un representante del sindicato Verdi y los comités sociales y económicos (CSE) de dos centros logísticos han dado su acuerdo al uso del software. Desde el gabinete de prensa precisan también que la cuestión de la protección de los datos de los empleados no resulta problemática, ya que los empleados han dado su acuerdo al firmar su contrato de trabajo.

El desmentido del sindicato de Verdi es tajante: “Por lo que sabemos, no se ha alcanzado ningún acuerdo en la empresa en el marco de la codeterminación”, dice la portavoz sindical Eva Völpel. Según el sindicato, Zalando tampoco ha pedido la opinión de ninguno de sus representantes. Llama por tanto la atención la extrañeza de aplicar el proyecto Zonar, que concierne a los altos cargos de la empresa matriz Zalando SE, cuyos salarios y condiciones de trabajo los negocian al margen del convenio colectivo los comités de los dos centros logísticos, que viven otras condiciones.

“Actualmente hay cuatro comités sociales y económicos en Zalando, dos en los centros logísticos de Erfurt y Mönchengladbach y dos en las empresas Zalando Studios y CuCa International”, afirman en Zalando. Además, actualmente se están constituyendo dos CSE adicionales. Uno en la empresa matriz Zalando SE, que tiene el estatus legal de empresa europea y por lo tanto un “comité de empresa europea” con pocos derechos en asuntos nacionales. El otro es el centro logístico de Lahr. Para un grupo con 14.000 empleados en 44 empresas diferentes, esto es poco en términos de codeterminación. “Al igual que Amazon, Zalando prefiere las mesas redondas informales de empleados en lugar de la elección de comités de empresa formales”, dice Völpel.

Por su parte, Erik Weber rechaza la afirmación de haber dado su consentimiento para el uso de sus datos: “Entré en la empresa antes de 2018. Dado que la obligación de proteger sistemáticamente los datos privados data de 2018, nunca pude firmar un contrato de trabajo que autorizara el uso de mis datos en Zonar. Y desde entonces, nunca he firmado ninguna autorización específica. Por lo tanto, siento curiosidad por los resultados de la investigación anunciada por el responsable de protección de datos del land de Berlín”. Precisamente por la cantidad de datos recabados, y las condiciones poco claras de su uso, se va a realizar próximamente un control del cumplimiento de Zonar y de las condiciones de su aplicación por parte de Zalando.

Por su parte, Erik Weber no tiene la sensación de trabajar para Gran Hermano, aunque admite que poco a poco se va dando cuenta de la falta de control que acompaña al funcionamiento del sistema de Zonar: “Puede que sea ingenuo, aunque tampoco estoy en el nivel más bajo del escalafón, pero no he notado ninguna voluntad de dañar o manipular. No hay que olvidar que Zalando se creó hace 11 años en un apartamento y ha tenido un crecimiento enorme. Todavía reina la mentalidad de una start up. Todavía quiero creer que todos estos problemas son problemas de crecimiento. Pero, por supuesto, hay que resolverlos”, dice.

Las preguntas planteadas por Zonar, como las que se refieren al uso no regulado de tecnologías potentes para la gestión de los empleados, se pueden encontrar en muchas empresas, como se muestra en el Barómetro de la Innovación 2019, recientemente publicado por Verdi y la Universidad Técnica de Munich.

El último informe, de publicación bianual desde 2005, analiza las implicaciones laborales del creciente uso de aplicaciones basadas en la inteligencia artificial. Se basa en las respuestas anónimas de 990 representantes de los empleados (42 preguntas enviadas a 6.640 personas), con base en los consejos de supervisión, las CSE y en las unidades de la empresa de todos los tamaños, pertenecientes, por supuesto, a los sectores cubiertos por Verdi (servicios, transporte, medios de comunicación, salud, finanzas, etc.).

La conclusión general de este barómetro es que el empleo actual de la inteligencia artificial en el mundo del trabajo conduce a un aumento de la penosidad del trabajo, más que a una mejora de su calidad. Para el 52% de los encuestados, el uso de la IA aumenta la intensidad del trabajo (el 8% piensa lo contrario). Además, el 60% piensa que sobre todo reducirán el margen de maniobra y de decisión del empleado y producirán un mayor control. Por último, el 32% de los encuestados admiten no saber si su empresa utiliza la IA. Y el 57% de los órganos de representación de los empleados especifican que no han sido consultados ni invitados previamente a participar en la aplicación de la IA en su empresa.

Traducción: Mariola Moreno

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