Matthijs Gardenier, investigador: “El racismo fue una de las principales causas del Brexit"

Un manifestante antirracista es retenido por la policía tras enfrentarse a manifestantes de extrema derecha en Manchester.

Rachida El Azzouzi (Mediapart)

Una semana después del ataque con cuchillo que se cobró la vida de tres niñas en el noroeste de Inglaterra, la violencia de extrema derecha sigue extendiéndose por el Reino Unido. Hoteles en los que se alojan solicitantes de asilo incendiados, mezquitas atacadas, tiendas saqueadas... el odio racista se extiende por toda Gran Bretaña.

Desde que saltaron las primeras chispas han sido detenidas cientos de personas y varias han sido encarceladas. El lunes 5 de agosto, el primer ministro británico, Keir Starmer, anunció la movilización de un "ejército" de reserva de policías especializados.

En la entrevista que sigue, el sociólogo e investigador postdoctoral en el Observatorio de las discriminaciones de la Universidad de Montpellier III, Matthijs Gardenier, autor de Towards a vigilant society (Hacia una sociedad vigilante, 2022, Oxford University Press), explica las razones de estos disturbios, que tienen sus precedentes.

¿Cómo analiza el estallido de violencia racista en el Reino Unido?

Matthijs Gardenier : Uno de los factores clave es sin duda la labor de zapa que los grupos de extrema derecha llevan años realizando en el Reino Unido, en particular en torno a las travesías del Canal de la Mancha en embarcaciones precarias.

Hay varias razones para ello: presentar a los inmigrantes como una población con antecedentes desconocidos y, por tanto, potencialmente criminales. Además, se presenta a la población inmigrante como improductiva y en competencia con las clases trabajadoras de la población mayoritaria. En su opinión, la inmigración provocaría un deterioro de la calidad de vida de la población mayoritaria, en términos de seguridad, empleo, prestaciones sociales, sanidad, etc.

Los más radicales creen que los inmigrantes representan una amenaza existencial, un discurso característico de la extrema derecha, algunas de cuyas corrientes hablan de genocidio blanco que persigue la destrucción racial biológica del Occidente blanco. A esto se añade el racismo cultural, que podría describirse como racismo antimusulmán, afirmando que existe una incompatibilidad cultural entre el Islam y Occidente.

Eran muy pocos en las manifestaciones que organizaban, pero tenían un enorme seguimiento en Internet

Estos grupos han llevado a cabo campañas que han tenido un gran impacto en la opinión pública, sobre todo en Gran Bretaña. Aunque eran muy pocos en las manifestaciones que organizaban, tenían un enorme seguimiento en Internet, llegando tanto a las clases trabajadoras como a las altas.

En el origen de este brote de odio racista hay una trágica historia: la muerte a puñaladas de tres chicas jóvenes en una escuela de danza del noroeste de Inglaterra, a unos veinte kilómetros al norte de Liverpool. ¿Qué nos dice el mecanismo social causante de estos disturbios?

La forma en que se iniciaron estos disturbios es un mecanismo bastante común en la violencia racista, los pogromos, los linchamientos, etcétera.

Es cierto que los contextos históricos son diferentes –y no debemos pasarlos por alto–, pero se trata del mismo mecanismo social de violencia étnica que se prolonga ad infinitum y que condujo, por ejemplo, a la matanza de italianos en Aigues-Mortes (Gard) en 1893 o a los crímenes racistas de Marsella en 1973.

Eso comienza con un acto horrible. La indignación que suscita ese acto horrible (real o imaginario) conduce a un mecanismo de represalia y venganza en el que ya no es el individuo el responsable del acto, sino toda una comunidad.

En este caso, son asesinadas tres niñas y otras gravemente heridas por un adolescente británico cuyos padres proceden de Ruanda. Esta persona no es ni un refugiado que cruzó el Canal de la Mancha en pateras ni de un país musulmán, pero los rumores –difundidos por toda una serie de influencers de extrema derecha durante varios días– bastan para hacerlo pasar por "un refugiado que cruzó el Canal de la Mancha, musulmán, con nombre falso, antiblanco, islamista, cuyo nombre figuraba en las listas controladas por los servicios de inteligencia (algo así como en busca y captura)".

Cuando miles de personas lo creen y están dispuestas a actuar, ocurre lo peor, como hemos visto con los atentados contra personas y mezquitas, y los intentos de incendiar hoteles en los que se alojaban inmigrantes.

¿Cómo se explica la aparición de semejante odio islamófobo en una Gran Bretaña multicultural que a menudo es alabada por su tolerancia?

La idea de que Gran Bretaña pueda ser una sociedad más tolerante no debe eclipsar su fortísimo racismo. La historia del Reino Unido está marcada por una gran violencia racista, con un movimiento de skinheads y hooligans que ha sido muy importante.

Aunque el fenómeno del hooliganismo ha disminuido considerablemente en los estadios en comparación con los años ochenta y noventa, debido a toda una serie de medidas administrativas para reprimirlo y a la fuerte subida del precio de las entradas, Gran Bretaña se enfrenta a un importante aumento del extremismo de extrema derecha. En este país existe la tradición de un gran movimiento callejero de extrema derecha, quizá mayor que en otros países europeos, que se manifiesta periódicamente como estamos viendo en estos momentos.

Estos disturbios reúnen a un abanico de personas más amplio que el habitual de los activistas de extrema derecha

En el noroeste de Inglaterra, donde se concentran los disturbios y donde hace estragos una forma de segregación entre las clases trabajadoras de la población mayoritaria y los inmigrantes, la extrema derecha ha despertado un sentimiento antiislam muy fuerte.

El rechazo a la inmigración y el racismo fueron también una de las principales causas del Brexit. El sentimiento racista, que antes se manifestaba principalmente en el racismo biológico, ahora se manifiesta en lo que se conoce como nacionalismo cívico, que afirma que el islam representa una amenaza para los valores británicos, una incompatibilidad civilizatoria. Es muy fuerte entre la extrema derecha y sus seguidores, pero también entre ciertas corrientes de los partidos conservadores.

¿Podemos establecer un paralelismo histórico con los disturbios racistas de Notting Hill en Londres en 1958 o los de Oldham en 2001, en el norte de Manchester, no lejos de Southport? La violencia duró varias semanas y degeneró en enfrentamientos intercomunitarios.

Si hay que establecer un paralelismo histórico, es con los disturbios racistas de Oldham. La chispa que encendió aquellos disturbios fue la paliza mortal a un veterano británico de 73 años por parte de unos jóvenes del sudeste asiático que le habían robado.

La extrema derecha había emprendido una campaña destinada a avivar las tensiones entre los jóvenes ingleses de clase trabajadora y los de origen sudasiático. Se produjeron manifestaciones racistas en barrios musulmanes, con varias agresiones, palizas a musulmanes, etcétera.

Esto culminó en disturbios protagonizados por sudasiáticos que quemaron un bar donde se reunían activistas de extrema derecha, así como la casa del alcalde, que también era de Asia meridional, pero al que se consideraba incapaz de proteger a la gente.

Más recientemente, en febrero de 2023, en Kirby, se produjeron disturbios bastante similares a los de este verano a raíz de una acusación de agresión sexual presuntamente cometida por un inmigrante. Los manifestantes atacaron el hotel donde se creía que se alojaba.

También en 2016 se produjeron disturbios antiinmigración muy violentos en Dover durante una manifestación, que desembocaron en enfrentamientos entre fascistas y antifascistas.

Es muy difícil predecir los próximos días, pero podemos imaginar que habrá una vuelta al orden con una fuerte represión. Porque, si se produce una tragedia más en uno u otro bando, podría amplificar aún más la violencia.

La policía ha atribuido los disturbios de los últimos días a una organización concreta, la EDL, la Liga de Defensa Inglesa, que ya no existe. ¿Quiénes son los grupos que están detrás de ese movimiento racista?

Es un error que la policía diga que la EDL, que no existe desde mediados de la década de 2010, está detrás de este movimiento. Creo que simplemente no saben de lo que están hablando. Las fuerzas policiales británicas están divididas en agencias locales, dependiendo de la ciudad o del condado, lo que crea diferentes niveles de competencia en diferentes lugares.

Estos disturbios reúnen a una parte de la juventud blanca, trabajadora y precaria, que tiene un sentimiento muy fuerte de competencia con la juventud trabajadora inmigrante

No son disturbios organizados. Son alentados en Internet por influencers, grupos de extrema derecha que difunden rumores, crean llamamientos a los disturbios y que, en mi opinión, consiguen movilizar a toda una parte de la juventud racista, así como a aficionados al fútbol, ex hooligans.

¿En qué se diferencian esos grupos de la Unión Británica de Fascistas de Oswald Mosley, la base de la extrema derecha británica?

Históricamente, Mosley estaba bastante próximo a Hitler, con una visión racial de la pureza de la raza blanca, que también era muy antisemita. Esta tendencia se manifestó en muchos grupos: la BUF, la Liga de Defensa Blanca y luego el Frente Nacional y el Partido Nacional Británico.

En 2010-2011, hubo una especie de renacimiento de la extrema derecha con partidos soberanistas opuestos a la Unión Europea y al nacionalismo cívico. El Counter-Jihad Movement, un movimiento nacionalista surgido a principios de la década de 2010, reavivó un racismo más biológico, ahora convertido en un racismo cultural.

También permitió llegar a otro público que no estaba dispuesto a escuchar un mensaje abiertamente racista y antisemita, pero que era antiislámico. La Liga de Defensa Inglesa se encargó de llevar adelante este racismo. Cada sección de esta organización tenía como objetivo a los musulmanes: la sección de mujeres los acusaba de violencia sexual, la sección LGBTI de violencia homófoba y la sección judía de antisemitismo.

Esta renovación ideológica permitió que las ideas de extrema derecha calaran hondo en ciertos sectores de la opinión pública.

¿Cuál es el perfil de los manifestantes? Muchos corean "¡Queremos recuperar nuestro país! Ingleses hasta la muerte"

Los activistas de extrema derecha contra la inmigración sólo son una parte de los manifestantes. Trabajé durante dos años en movilizaciones contra los inmigrantes en el Reino Unido y también en Calais (Francia), como parte de un postdoctorado en la Universidad de Manchester.

Seguí a las personas que hacían campaña contra los inmigrantes, contra las travesías en barco, que intentaban influir en la opinión pública para que la gente tuviera una visión muy negativa de la inmigración. Se inspiraron en particular en el Counter-Jihad Movement.

Esos disturbios reúnen a un abanico de personas más amplio que los habituales militantes de extrema derecha, violentos, racistas y con una cultura de confrontación callejera. También hay un sector de la juventud blanca, trabajadora y precaria, que siente un fuerte sentimiento de competencia con la juventud obrera inmigrante.

Esos disturbios forman parte de una tendencia subyacente: el aumento del sentimiento antiinmigración y de extrema derecha que agita a la clase política británica y que ha desembocado sobre todo en el voto del Brexit.

No hay que subestimar el importante impacto del UKIP y del Brexit Party. En las elecciones del 4 de julio de 2024, el Partido Reformista, la nueva rama del UKIP, un partido populista de extrema derecha liderado por Nigel Farage, sólo consiguió cuatro diputados, pero con alrededor del 15% de los votos. Se trata de uno de los resultados más altos jamás obtenidos por un partido de extrema derecha. A esto hay que añadir el desarrollo de tendencias muy radicales dentro del Partido Conservador, especialmente en torno a la ex ministra del Interior Suella Braverman.

El auge de la extrema derecha y la crisis de los imperios

Como se observa en todos los países de Europa y América del Norte, hay un auge de la extrema derecha que se basa en el nacionalismo y en un fuerte racismo que no menciona. Sus partidarios dicen estar en contra del Islam y de la inmigración, pero en el fondo lo que plantea la extrema derecha es el racismo contra las poblaciones inmigrantes no blancas.

 

Traducción de Miguel López

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