La masacre de la harina, la matanza de civiles que recogían comida en una Gaza muerta de hambre

Los palestinos realizan oraciones fúnebres detrás de los cuerpos de quienes murieron en los ataques israelíes, frente a la morgue del Hospital Al-Aqsa en Dair El-Balah.

La redacción de Mediapart

El jueves 29 de febrero murieron en Gaza más de un centenar de palestinos durante un reparto de ayuda humanitaria que se convirtió en un caos, anunció Hamás, acusando a los soldados israelíes de abrir fuego contra una multitud hambrienta, mientras la guerra se ha cobrado ya más de 30.000 vidas en el territorio amenazado por la hambruna. 

Fuentes israelíes confirmaron que los soldados, al sentirse "amenazados", habían disparado munición real, pero negaron que fueran responsables de ese número de muertos. El ejército informó de "decenas de muertos y heridos", empujados o pisoteados por la multitud que "rodeó los camiones y saqueó" la carga. 

Los detalles del incidente siguen sin estar claros y los periodistas no han podido verificar de forma independiente las cifras de víctimas publicadas. 

El jueves, un médico del hospital Al-Chifa de la ciudad de Gaza, en el norte del país, anunció que los soldados habían disparado contra "miles de ciudadanos" que corrían hacia los camiones de ayuda. "El número de muertos en la masacre de la calle Al-Rashid de la ciudad de Gaza asciende ya a 104 y el de heridos a 760", declaró el Ministerio de Sanidad de Hamás. 

Testigos relataron a la agencia France Press (AFP) escenas en las que miles de personas corrían hacia los camiones de ayuda en una rotonda del oeste de la ciudad. 

Tras casi cinco meses de guerra, la ONU calcula que en la Franja de Gaza están amenazadas de inanición 2,2 millones de personas, la inmensa mayoría de la población, sobre todo en el norte, donde la destrucción, los combates y los saqueos están haciendo casi imposible la entrega de ayuda humanitaria. 

A primera hora del jueves, el Ministerio de Sanidad de Hamás anunció que, tras los últimos bombardeos nocturnos que dejaron 79 muertos, en las operaciones militares israelíes en Gaza han muerto ya "más de 30.000" personas desde el comienzo de la guerra, el 7 de octubre. 

Esta guerra es ya, con diferencia, la más mortífera de los cinco conflictos que han enfrentado a Israel con el movimiento islamista que tomó el poder en Gaza en 2007. 

Los países mediadores han dicho que esperan una tregua antes del comienzo del Ramadán, el mes musulmán de ayuno que comienza la noche del 10 al 11 de marzo, pero hasta ahora no han informado de ningún avance concreto. 

"El número de muertos en Gaza ha superado los 30.000, la gran mayoría mujeres y niños. Más de 70.000 palestinos han resultado heridos. Esta violencia y sufrimiento atroces deben cesar. Detengan la guerra", declaró el Director General de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en la red social X

Sin pan

En toda la Franja de Gaza, los civiles se ven atrapados en los combates y bombardeos diarios, que no han perdonado ninguna zona, han devastado barrios enteros y han obligado a huir a miles de familias. 

"Llevamos dos meses sin comer pan. Nuestros hijos están hambrientos", declaró a la AFP Muhammad Yassin, un hombre de 35 años de Zeitun, en el norte, que salió a primera hora de la mañana a comprar harina y se encontró con "miles de personas que llevaban horas esperando uno o dos kilos de harina". 

"Es un crimen y un desastre. Es un mundo tan injusto", añadió. 

Según la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), las necesidades humanitarias son "ilimitadas". "Se avecina una hambruna. Los hospitales se han convertido en campos de batalla. Un millón de niños se enfrentan a un trauma diario", declaró la UNRWA. 

Según el ejército, los combates continúan en el norte, en Zeitun, un distrito de la ciudad de Gaza, así como en el centro del territorio y en Jan Yunís, en el sur. 

Cientos de miles de desplazados se han dirigido a Rafá, una ciudad pegada a la frontera cerrada con Egipto, empujados cada vez más hacia el sur a medida que se extienden los combates. 

Cerca de un millón y medio de palestinos, según la ONU, se agolpan ahora, sin escapatoria, en esta ciudad bombardeada a diario, donde el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, ha prometido lanzar una ofensiva para derrotar a Hamás en su "último bastión". 

A pesar de las repetidas advertencias internacionales, Netanyahu afirmó que una tregua sólo "retrasaría" dicha ofensiva

Rafá es el principal punto de entrada de la ayuda humanitaria a Gaza, que está sujeta a la luz verde de Israel y llega en cantidades muy limitadas desde Egipto. 

La tregua, más incierta que nunca

Tras los acontecimientos de la ciudad de Gaza, Hamás emitió un comunicado en el que advertía de que podría dejar de participar en las negociaciones de tregua que se están celebrando en Qatar. La agencia Reuters informa de la declaración de Hamás: "Las negociaciones llevadas a cabo por la dirección del movimiento no son un proceso abierto a costa de la sangre de nuestro pueblo". 

Según una fuente de Hamás, Qatar, Estados Unidos y Egipto están intentando llegar a un acuerdo sobre una tregua de seis semanas, durante las cuales se intercambiaría cada día un rehén, entre las mujeres, menores y ancianos enfermos, por diez palestinos en poder de Israel

Pero Hamás exige un alto el fuego definitivo antes de llegar a cualquier acuerdo sobre la liberación de los rehenes, así como el levantamiento del bloqueo israelí impuesto a Gaza desde 2007 y la entrada de más ayuda humanitaria. 

Israel, por su parte, repite que una tregua tendría que ir acompañada de la liberación de todos los rehenes y no significaría el fin de la guerra, prometiendo que ésta continuará hasta la eliminación total de Hamás. 

El jueves, el presidente americano, Joe Biden, que había dicho esta semana que esperaba un alto el fuego en Gaza para el lunes, se retractó de su afirmación, declarando que esta pausa en las hostilidades "probablemente no se producirá para" esa fecha. 

La guerra se desencadenó el 7 de octubre por un ataque sin precedentes lanzado por comandos de Hamás infiltrados desde Gaza en el sur de Israel, que causó la muerte de al menos 1.160 personas, la mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en datos oficiales israelíes. 

Durante el ataque, unas 250 personas fueron secuestradas y trasladadas a la Franja de Gaza. Según Israel, tras la liberación de 105 rehenes y 240 prisioneros palestinos retenidos por Israel durante una tregua inicial en noviembre, siguen aún en manos de Hamás 130 rehenes, 31 de los cuales habrían muerto. 

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En represalia, Israel ha prometido aniquilar a Hamás, a la que considera, junto con Estados Unidos y la Unión Europea, una organización terrorista. Su ejército bombardea sin tregua la Franja de Gaza y el 27 de octubre lanzó una ofensiva terrestre en el norte del territorio, que poco a poco se ha ido extendiendo hacia el sur.

 

Traducción de Miguel López

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