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El tren se come al avión en el Puente Aéreo: "La gente quiere viajar del centro de una ciudad al centro de otra"

Varias personas uno de los andenes de la estación de Atocha-Almudena Grandes, a 11 de agosto de 2023.

El dominio de la línea de alta velocidad sobre el avión en los corredores ibéricos es incontestable. En la disputa entre estos dos medios de transporte, el año pasado el 78% de los viajes entre Madrid y Barcelona fueron en tren, un porcentaje que los expertos creen que seguirá subiendo en los próximos años. Lo mismo ocurre en las principales rutas de AVE entre la capital y Málaga, Valencia, Alicante o Sevilla, donde el tren representa entre el 80% y el 90% de la cuota de mercado.

Hasta el año 2020, el peso del AVE sobre el Puente Aéreo con Barcelona se situaba alrededor del 65% y las aerolíneas tenían una cuota importante en el movimiento entre las dos grandes ciudades, pero la liberalización del sector ferroviario hundió los precios de los asientos y dio el impulso definitivo a este medio de transporte, que contamina entre cuatro y cinco veces menos que el avión. Este argumento es el que impulsó en Francia el cierre de tres rutas aéreas domésticas y que ahora quiere replicar España, aunque por ahora se desconoce qué conexiones serán verán afectadas.

Manel Ferri, experto en movilidad de la Oficina Técnica del Cambio Climático de la Diputación de Barcelona, opina que el dominio de la alta velocidad es una cuestión de accesibilidad, y en segundo lugar de precio. "La gente quiere viajar del centro de una ciudad al centro de otra sin tener que desplazarse hasta el aeropuerto, sin esperar colas y sin pasar controles tediosos, por eso creo que el futuro de los corredores de España está en el tren y que no tengan alternativa en avión", opina. Y defiende que siga adelante la medida acordada entre PSOE y Sumar para suprimir los vuelos con alternativa ferroviaria de dos horas y media.

El factor del precio es también clave en la disputa entre el tren y el avión. Durante más de diez años, el monopolio de Renfe mantuvo los precios congelados del billete, pero en mayo de 2021 y noviembre de 2022 entraron Ouigo e Irio en esta ruta, lo que hundió los precios inmediatamente y aumentó la oferta de plazas. 

Según la CNMC, en el segundo semestre de 2023 un billete entre Madrid y Barcelona con AVE (Renfe) costaba de media 66 euros, mientras que con las operadoras low cost variaba entre los 40 y 47 euros. Ese baremo ya compite con el avión, donde un viaje de ida ronda los 40 euros, aunque en función de la hora y el día de la semana puede ir de los 20 euros a superar los 100. De hecho, en menos de dos años, Ouigo se ha hecho con una cuarta parte de los trayectos ferroviarios entre estas dos ciudades.

La entrada de competencia también ha aumentado la frecuencia de trenes de alta velocidad entre Cataluña y Madrid. En el segundo trimestre de 2023 se ofertaron un 50% más de plazas que un año antes, con una ocupación del 95%. "Entre las tres compañías —Renfe, Ouigo e Iryo— hay 92 trenes al día en los dos sentidos, con trenes cada cuarto de hora, y eso ha convencido a mucha más gente", explica Pau Noy, miembro de la Alianza Ibérica por el Ferrocarril, una organización civil. 

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Este ingeniero cree que la propuesta de la coalición para acabar con vuelos que puedan sustituirse por viajes en tren es "demasiado tímida", y tendría que ampliarse a muchas más conexiones en España. "Un viaje en avión supone una hora en transporte público hasta el aeropuerto, estar una o dos horas antes de coger el vuelo y otra hora después para llegar al centro de la ciudad. De puerta a puerta, viajar en avión dentro de España son cuatro horas, y contaminando como si cada pasajero viajase solo en un coche", afirma. 

Tanto Pau Noy como Manuel Ferri relatan que la competencia entre el tren y el avión tampoco es leal, ya que las aerolíneas gozan de ventajas de precio. El keroseno no está sujeto al impuesto de hidrocarburos en la Unión Europea, a diferencia de la gasolina o el diésel, mientras que los vuelos internacionales no tienen IVA. Además, entre 2013 y 2020, las aerolíneas solo pagaron derechos de emisiones europeos por el 15% de lo que contaminaron, aunque desde entonces la cifra aumenta año a año. 

Puntos a mejorar 

Aunque la alta velocidad está fuerte en sus principales corredores, los expertos reclaman que España dé un impulso al tren para que se convierta realmente en una alternativa completa al avión. Insisten en que salvo en algunas conexiones del norte del país, "hay vías de sobra, lo que hace falta son más trenes", dice Manel Ferri. En 2021 la media europea de trenes circulados por kilómetro de red era de 15.718, mientras que en España fue de 10.019, ocupando el puesto 17 de 27. Tampoco entiende por qué en este país no se ha impulsado el tren nocturno, cuando funciona perfectamente en el centro de Europa. 

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