Prisa

Los dueños de Prisa contrataron con Goldman Sachs la opción más agresiva para especular con derivados

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Los dueños de Prisa realizaron "inversiones sofisticadas" en los mercados, con deuda y derivados al menos desde 2003. Así lo ha documentado el banco de inversiones Goldman Sachs ante los jueces para negar que las pérdidas de 148 millones registradas en 2007 por Promotora de Publicaciones (Propu), entonces accionista mayoritario de Prisa, se debieran a sus malos consejos. Muy al contrario, Propu (controlada a su vez por el Grupo Timón) llevó a cabo operaciones apalancadas (con deuda) y con derivados al menos desde los años 2003-2004, con importes muy elevados, de hasta 360 millones de euros. "El objetivo de inversión (de Propu) comprendía las operaciones de mayor riesgo", ha explicado Goldman Sachs en informes remitidos a los juzgados.

Como desveló infoLibre el pasado 2 de junio, Promotora de Publicaciones –la empresa tenedora de acciones a través de la cual la familia Polanco, sus socios y directivos destacados controlaron el grupo Prisa– especuló de forma agresiva y arriesgada con derivados sobre acciones de la compañía en el año 2007, con los que perdió 148 millones de euros. Propu, cuyo consejero delegado entonces era Juan Luis Cebrián (también consejero delegado en Prisa), contrató los derivados, a medida y fuera del mercado normalizado, con Goldman Sachs International. Lo hizo sin poner un euro. El banco de inversiones financió toda la operación. Como en el póquer, cuando los mercados empezaron a fallar, Propu-Prisa redobló la apuesta y lanzó una OPA sobre la filial Sogecable que acabó por estrangular sus cuentas.

Las actividades especulativas de Propu forman parte de los objetivos de inversión especificados en la cuenta abierta por la sociedad tenedora de acciones con Goldman Sachs International en el año 2000. En el caso de Propu, el objetivo de inversión fue, según Goldman Sachs, "la revalorización del capital, razón por la que solicitó que una parte de su cuenta fuese destinada a inversiones especulativas". Esas inversiones incluían, simpre según el relato de Goldman Sachs, "la contratación activa especulativa o trading y posiciones oportunistas". Las operaciones con mayor riesgo.

Otro informe pericial, en este caso de la consultora Accuracy, aportado también al juzgado, precisa los términos en los que Propu, accionista del primer grupo de comunicación del país, operaba en los mercados financieros. "Propu, como objetivo de inversión y de asunción de riesgos, escoge el de revalorización de capital o Capital Appreciation. Esta categoría es la más arriesgada frente a otras alternativas más conservadoras. Asimismo está relacionada con especulación, trading y/o revalorización del capital".

Ni pequeño, ni engañado

No se trata, añade el informe aceptado por los jueces para rechazar las reclamaciones de Propu, de un pequeño inversor engañado. "La realidad demuestra que Propu (y sociedades relacionadas) son la cabecera de Prisa, el grupo líder en el sector de medios de comunicación, y que, por lo tanto, no se puede hablar de una pequeña sociedad gestionada por 4 o 5 empleados con escasos conocimientos financieros".

Con la ruleta especulativa en marcha, todo fue bien mientras hubo beneficios. Tan bien que las apuestas de Propu-Prisa se fueron elevando. Los contratos de derivados firmados a partir de abril de 2007, que acabaron en desastre, son una renovación de operaciones vencidas en 2006, con las que la empresa había obtenido beneficios.

El encargado de redoblar las apuestas fue, según Goldman Sachs, el director financiero de Timón (grupo propietario de Propu y Prisa), Borja Pérez Arauna, consejero también en Timón y en Prisa. Un correo electrónico de Goldman Sachs International resume el mandato que hizo Pérez Arauna. "Le gustaría realizar lo siguiente: controla el 51% de una compañía española cotizada, cree que el precio actual de la acción (en torno a 12,5 euros en septiembre de 2006) está increiblemente infravalorado, quiere aumentar su exposición a otro 5%, pero no necesita tener las acciones o utilizar los derechos de voto, debido a que ya tiene el control (de Prisa). Tiene 130 millones de euros de capacidad y las estructuras derivadas podrían tener como horizonte 2009".

Todo confidencial

Los dueños de Prisa querían explorar, explica su banco de cabecera entonces, "modalidades de inversión de carácter confidencial y discreto y que además puedan mejorar el rendimiento de la inversión, por ejemplo, monetizando la volatilidad del valor (de las acciones de Prisa)".

Así se hizo. Fue todo tan discreto que en la demanda presentada por Propu contra Goldman Sachs en septiembre de 2009, el representante legal de la empresa del grupo Prisa explica que los derivados contratados "eran contratos individualizados, no estandarizados ni realizados dentro del mercado de futuros o de opciones (...) y carecían de las características que siempre acompañan a las opciones normalizadas (cámara de compensación interpuesta, estandarización total, valoración o incorporación e  anotaciones registradas".

Pero los dueños de Prisa estaban lanzados. En marzo de 2007, Goldman Sachs ofreció a Promotora de Publicaciones cancelar anticipadamente los derivados contratados en 2006 con un beneficio de 11 millones de euros (13,65% de rentabilidad sobre lo invertido)  y apostar mediante un call spread (contratación simultánea de dos opciones con precios de ejercio distintos) para beneficiarse de la posible subida del valor de la acción de Prisa.

Pero Propu elevó la apuesta. Decidió cancelar sólo parte de los derivados, suscribir unos nuevos con el mismo vencimiento y a un precio de ejercicio más elevado y cobrar sólo 2,3 millones en primas. ¿Por qué lo hizo? Goldman no tiene dudas. "Lo razonable es pensar", sostiene, "que la decisión de Propu se fundó en su profundo y directo conocimiento que tenía de la situación empresarial de Prisa y su comprensión de los diversos riesgos asociados a las operaciones con derivados, como consecuencia del estrecho vínculo que mantenía con dicha sociedad".

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Información privilegiada

El párrafo del banco inversor apunta a que los gestores de Propu-Prisa tenían información de primera mano, privilegiada, sobre la previsible evolución de las acciones sobre las que contratataban los derivados. ¿Es eso delito? Depende. En el informe de Gobierno Corporativo de Prisa correspondiente a 2007 consta que la compañía tiene autorización de la junta para adquirir acciones y operar con derivados y en la página 82 hay una vaga mención a "derechos de opción" sobre opciones de Prisa comprados por Propu y declarados por el entonces presidente de Propu y de Prisa, Ignacio Polanco. 

Formalmente, los requisitos mínimos legales de información estarían cubiertos. Sin embargo, las continuas menciones de Goldman Sachs a los vínculos entre los consejeros de las sociedades implicadas en las operaciones especulativas en la documentación enviada a los juzgados, así como la consideración de esa circunstancia en el fallo de la Audiencia Provincial de Madrid, permiten albergar dudas sobre si se sobrepasaron los límites en la actividad especulativa de los dueños de Prisa. "En cualquier caso es muy feo", sostiene un especialista en la operativa de derivados.

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