Redes sociales

¿Es posible impedir el anonimato en las redes sociales?

Aplicaciones de redes sociales en un móvil

"A ti te tendría que haber pillado La Manada", fue el tuit que recibió a finales de noviembre Alicia Sánchez-Camacho en alusión a los cinco procesados por la violación de una joven en los Sanfermines del 2016. El Partido Popular y ella misma denunciaron el mensaje enviado a través de Twitter ya que consideraban "inadmisible" este tipo de comentarios. Sin embargo, no es, ni mucho menos, el primer caso en el que una política de primera línea recibe comentarios machistas a través de las redes sociales. Antes que la también secretaria primera de la Mesa del Congreso, la alcaldesa Ada Colau, Inés Arrimadas y Begoña Villacís de Ciudadanos, Andrea Levy del PP o varias diputadas de la CUP, fueron algunas de las víctimas de este tipo de mensajes en la red de microblogging que también han salpicado a otros rostros populares de los medios de comunicación y de la cultura.

 

Tras presentar la denuncia, el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, anunció que plantearían al resto de grupos la necesidad de estudiar cambios en la actual legislación para combatir el acoso en las redes sociales. Entre las modificaciones se incluiría la posibilidad de acabar con las cuentas o perfiles anónimos ya que es "la barrera en la que se escudan algunos para actuar de manera impune y cobarde" y deberían tener una "identidad clara" para poder perseguir a los responsables de estos comportamientos delictivos. Es decir, el PP quiere que todos los usuarios de las redes sociales estén identificados con "nombre, apellidos y DNI".

Será la propia Sánchez Camacho la encargada de sondear al resto de partidos sobre este tema en el Congreso. Asimismo, el PP también quiere plantear una regulación a nivel europeo y tantear a las empresas dueñas de las redes sociales ya que, tal y como insistió Hernando ante la prensa, son estas compañías las encargadas de evitar que con su  tecnología se amparen "conductas delictivas" que no sólo se producen en España sino también a nivel "global". "No creo que a sus responsables les guste lo que se está produciendo en las conversaciones en la redes", aseguró el portavoz popular.

¿Y qué tienen que decir las redes sociales ante esta propuesta? Lo cierto es sólo hace falta echarle un vistazo a sus normas de uso para detectar que los responsables de estas plataformas, todas con sede en Estados Unidos, intentan poner ciertos límites al anonimato entre sus usuarios. Y eso, a pesar de las críticas que han recibido algunas durante los últimos años por cerrar cuentas que usaban un pseudónimo y que habían creado una identidad y una personalidad alrededor de este nombre que no era el suyo.

Google: pseudónimos en Google Plus y YouTube

Cuando un usuario abre una nueva cuenta en Google –para tener acceso desde a su servicio de mensajería, Gmail, hasta el de vídeos, YouTube– tiene que darse de alta con nombre y apellidos, y además también se solicita el sexo –puede indicarse que no se quiere especificar–, la fecha de nacimiento –en España, establece los 14 años como edad mínima para su uso–, un teléfono móvil –que no es obligatorio– e, incluso, aportar otra cuenta de correo electrónico. Desde la compañía estadounidense explican que solicitan esta información personal para "proteger la cuenta y mejorar la utilidad de nuestros servicios".

Aunque existen dos excepciones dentro del universo de esta plataforma: Google Plus –su red social– y YouTube. Fuentes consultadas por infoLibre de Google España aclaran que en estos dos servicios se pueden utilizar "nicknames". Pero, tal y como se estipula en Política de contenido y conducta del usuario de Google Plus, "no se puede crear una página o un perfil que pueda inducir a los usuarios a pensar que se trata de la página o el perfil oficial de una persona, empresa u organización cuando no es así". Sin embargo, apuntan que, de ser una página de fans o de parodia, se debe utilizar un nombre que deje claro esta intención para que nadie la confunda con una página oficial. Eso sí, para tener una cuenta en YouTube o Google Plus es necesario acceder a través de una cuenta de Google, por lo que la multinacional conoce quién se "esconde" detrás.

"Google acata la ley local de cada país en el que opera. Creemos que hay que ofrecer a los usuarios la capacidad de denunciar aquel contenido que considere inapropiado de manera que la empresa propietaria de esa plataforma pueda tomar acción sobre el mismo cuando efectivamente incumpla términos y condiciones o la legislación vigente", explican desde Google España.

Facebook cierra cuentas por usar un nombre falso

Una política similar lleva a cabo Facebook. Para crear una cuenta en la red social por antonomasia el usuario debe proporcionar sus nombres e información reales. En sus Condiciones de uso se establece que no se proporcionará información personal falsa, ni se creará más de una cuenta personal ni una cuenta para terceras personas sin su autorización.

Es más, utilizar un nombre falso es una de las razones por las que Facebook puede inhabilitar una cuentainhabilitar una cuenta. Asimismo, sobre el uso de pseudónimos, la empresa de Mark Zuckerberg se reserva el derecho a eliminar una cuenta o página en caso de que "el propietario de una marca comercial se queje por un nombre de usuario que no esté estrechamente relacionado con el nombre real del usuario".

El problema de Twitter

En cuanto a Twitter, en sus reglas y políticas, en ningún momento se estipula que para acceder a la plataforma se deba hacer con nombre e información real. Y es que es la única que incluye ayuda con el registro del nombre en caso de que ya esté registrado y sólo aconseja añadir el nombre verdadero al perfil para "dar más información a tus seguidores". Eso sí, aquejados por ser la red de los bots, entre sus motivos para suspender una cuenta se encuentra el no usar un nombre real. Al igual que Google o Facebook, también permiten el uso de pseudónimos, siempre y cuando se deje claro en el nombre o en la biografía su carácter.

La última actualización de las reglas de Twitter –que se implementarán a partir del 18 de diciembre– está enfocada a combatir el odio y el abuso. Tal y como revelaba Wired, su objetivo es acabar con "matones, acosadores, nazis, bots propagandísticos, reclutadores de ISIS y amenazas de guerra nuclear".

Para ello, añadió como razón para inhabilitar a un usuario la utilización de nombres, y también imágenes como perfil, que inciten al odio. "Tampoco puede usar su nombre de usuario, nombre visible o biografía de perfil para participar en comportamientos abusivos, como realizar acosos dirigidos o expresar odio contra una persona, un grupo o una categoría protegida", explica Twitter en la actualización de sus reglas.

El gobierno solicita información a las redes sociales

A pesar del vacío con respecto a los nombres en Twitter, lo cierto es que la red de microblogging publica semestralmente desde 2012 un informe sobre transparencia en el que existe un apartado de solicitudes gubernamentales de información por países. A las autoridades españolas, entre enero y junio de este año, le han aceptado el 57% de las 152 realizadas durante este periodo.

Google y Facebook también tienen sus propios informes de transparencia sobre solicitudes gubernamentales. En el mismo periodo de tiempo, Google recibió 1.002 peticiones de información gubernamentales desde España de las que se atendieron el 43%.

Desde Facebook, por su parte, indican que responden a "solicitudes válidas en relación con causas penales. Comprobamos el fundamento jurídico de todas y cada una de las solicitudes que recibimos". En el caso de solicitudes muy generales o poco detalladas, aseguran desde esta red social que o bien las rechazan o se requiere que sean más específicas.

Los últimos datos disponibles sobre España son de julio a diciembre de 2016. Durante estos meses, se produjeron 825 solicitudes por un proceso legal, de las que fueron respondidas el 55%, y 8 por una “situación de emergida”, de las que fueron contestadas la mitad.

Qué dicen el resto de partidos

Con la posibilidad de solicitar información a las redes sociales y con la entrada en vigor en 2015 de la reforma del Código Penal que ampliaba a Internet y a las redes sociales el ámbito de actuación del artículo 510 que persigue actos o contenidos homófobos, racistas, xenófobos, antisemitas, por ideología o identidad sexual, la iniciativa del PP de acabar con el anonimato en las redes sociales no ha recibido una respuesta unánime en el resto de partidos.

El PSOE ya ha adelantado que "en ningún caso" apoyará una iniciativa para evitar el anonimato si así se limita la libertad de expresión. Según explicó la portavoz socialista en el Congreso, Margarita Robles, el PP "siempre encuentra una excusa" para limitar este derecho.

Por su parte, Podemos considera que el camino a tomar debe ser la prevención y la educación, en lugar de medidas punitivas. Su portavoz, Irene Montero, aseguró que los delitos de odio "ya están perfectamente tipificados" y la clave para modificar estas conductas es, a su juicio, la "concienciación". ERC también se ha posicionado en contra de la propuesta popular ya que, en palabras de Gabriel Rufián, esta propuesta sólo busca "censurar".

Los únicos que parecen haber recogido el guante de los populares han sido Ciudadanos. El secretario general del partido naranja, José Manuel Villegas, admitió que su formación se sentaría a hablar con el PP, aunque ven "difícil" acabar con el anonimato en las redes sociales. Del mismo lado se ha colocado también el PDeCAT, que también es partidario de abrir una reflexión sobre posibles reformas, pero dejando claro que cualquier medida debe respetar el derecho a la libertad de expresión.

A pesar del revuelo generado en el Congreso tras esta propuesta del PP, la medida no es la primera vez que se plantea. Tal y como recuerda Xataka, en un informe de la Subcomisión de Estudio sobre las Redes Sociales del 24 de marzo de 2015 varios ponentes se posicionaron en contra del anonimato y apostaron en sus intervenciones por prohibirlo. Sin embargo, en aquel momento, el gobierno de Mariano Rajoy descartó esta medida y ninguna de las propuestas aprobadas contemplaba la posibilidad.

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El anonimato en China

Donde sí se ha implementado una iniciativa similar es en China. Desde el pasado 1 de octubre, una nueva normativa obliga a los proveedores de la conexión web a que cualquier persona que quiera publicar un comentario en Internet debe registrarse previamente con sus datos personales verdaderos. Esta medida, tachada de "censura" para controlar todo lo que se publica en Internet e impedir cualquier tipo de crítica contra el gobierno, se suma a la implantada ya en 2015 por la que los usuarios de blogs, microblogs, aplicaciones de mensajería instantánea y foros deben usar su nombre real. Y lo mismo se exige desde 2012 a los usuarios de Weibo, el Twitter chino, y desde 2013 a los de Wechat, el WhatsApp del país oriental.

Y esto en un país que, tal y como recuerda Le Monde, desde 2009 impide a sus ciudadanos acceder a Google, Facebook, Twitter y a gran parte de los medios de comunicación internacionales.

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