Trump extiende a España su lucha antidroga al incautar 4.570 kilos de cocaína al Oeste de Canarias
La llegada de Donald Trump al poder en Estados Unidos ha cambiado múltiples escenarios a nivel internacional, y si bien algunas de sus políticas –como las de los grandes aranceles– han sido bloqueadas o modificadas por los efectos negativos que estaban acarreando a su propio país, otras avanzan según la hoja de ruta que marcó a su llegada a Washington. Y una de ellas es el combate al tráfico internacional de sustancias estupefacientes.
Desde el cambio en la administración, las incautaciones de droga están alcanzando topes históricos en altamar, con buques de la Guardia Costera surcando aguas cada vez más lejanas al país. Varios narcosubmarinos y operativos globales con más de 20.000 kilos de cocaína intervenida son ejemplo de ello. Sin embargo, hasta ahora no se había visto que las autoridades norteamericanas operasen a tantas millas de distancia de sus propias costas como acaba de registrarse en el Atlántico. Así, y por primera vez en muchos años, Estados Unidos intervino un gran alijo de cocaína a solo 1.200 millas al Oeste de las Islas Canarias, una zona en la que tradicionalmente operan las autoridades españolas para incautar los cargamentos que se dirigen hacia la Península Ibérica.
Así, la tripulación del barco de la Guardia Costera estadounidense Calhoun intervino aproximadamente 10.000 libras de cocaína (más de 4.500 kilos) con un valor estimado de 74 millones de dólares en el Océano Atlántico, en la madrugada del 12 al 13 de abril. Las fuerzas antidroga de Estados Unidos decidieron actuar sobre un pesquero del que tenían información clara sobre sus intenciones. Una de las causas probables es la escasez de medios que se registra en España, donde no existen los barcos suficientes para hacer frente a la cantidad de envíos de droga que parten desde Sudamérica en dirección a Europa por esta vía. Y los medios de la administración Trump para la lucha antidroga parecen incontables.
El alijo incautado fue el resultado de una interdicción en las citadas aguas internacionales en el Océano Atlántico, donde los cinco presuntos traficantes, tripulantes de un barco pesquero, permanecen bajo custodia de Estados Unidos a la espera de la decisión judicial.
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El 12 de abril, el Calhoun, bajo control táctico de la Guardia Costera del Área Atlántica, detectó el buque pesquero sospechoso en aguas internacionales con comportamiento consistente con el narcotráfico, aproximadamente a las citadas 1.200 millas (2.030 kilómetros) al Oeste de Las Palmas, en las Islas Canarias. La tripulación del Calhoun botó una lancha rápida e interceptó la embarcación sospechosa, deteniendo a los sospechosos e intervinieron 4.570 kilos de cocaína. La ruta y el lugar de la interceptación apuntan a que el destino de la droga eran las costas españolas, probablemente a través de lanchas rápidas que debían salir a su encuentro.
“Esta interdicción demuestra el compromiso inquebrantable de la Guardia Costera con la lucha contra las organizaciones criminales transnacionales (OCT)”, declaró el vicealmirante Nathan Moore, comandante del Área Atlántica de la Guardia Costera. “Nuestras tripulaciones, en estrecha coordinación con socios interinstitucionales e internacionales, continúan interrumpiendo el flujo de narcóticos ilícitos, lo que constituye una acción estratégica crucial que desmantela las redes financieras de las organizaciones criminales internacionales, socavando su capacidad para financiar nuevas actividades ilícitas que amenazan a nuestras comunidades”.
La acción de Estados Unidos es un aviso de que los grandes alijos de cocaína siguen avanzando en dirección a Europa de forma constante, así como un argumento más para quienes opinan que en España no existen los medios suficientes para frenar esta avalancha, entre los que se encuentra la redacción de Narcodiario.
