Nos gustaría enviarte notificaciones de las últimas noticias y novedades
Siempre que veo a algo o a alguien que pretende ponerle freno o regular en exceso las nuevas tecnologias me vienen a la cabeza caballos......si, si...caballos de cuatro patas, de aquellos que hasta la aparicion del automovil servian para el transporte y el comercio. Mas concretamente, me vienen a la cabeza las "industrias" auxiliares del caballo: herreros, fabricantes de sillas de montar y demas utiles de cuero, fustas, forraje, etc.....Si en aquel entonces la mentalidad imperante hubiera sido la que hoy tienen ciertas corporaciones (taxys, SGAE y alguna otra mas...) hoy en dia aun existirian todos aquellos "artesanos" que, o se tansformaron y se adaptaron a la nueva tecnologia del automovil o perecieron en su intento y su cerrazon de seguir con lo que habia. Por supuesto toda su falta de imaginacion para adaptarse a lo nuevo estaria pagada con fondos publicos que, por cierto jamas revertirian a la sociedad ni en forma de servicios ni de beneficios. Da igual la naturaleza empresarial de UBER y similares. Esta aqui y ha venido para quedarse y cuanto antes se emprenda el camino de la transformacion mejor para todos.
Responder
Denunciar comentario
Pues podría añadir qué podemos hacer los 5 millones de parados y los que aún teniendo trabajo es tan precario que es una vergüenza llamarlo así a la hora de consumir cualquier producto. ¿Comprar en El Corte Inglés (usado como paradigma al modo que ud. se refiere a Uber)? Una gran parte de la sociedad tenemos una "difícil" elección... comprar leche Hacendado o beber agua del grifo. Tampoco tenemos ninguna esperanza de que los que si están bien posicionados en lo económico pretendan que podamos superar este dilema. Yo, por muchas vueltas que le doy a este asunto, sólo veo una salida: coger por la fuerza la parte del pastel que nos es negada. Ya que ud. parece muy ilustrada, le agradecería que me hiciera salir de mi "desesperada" solución.
Responder
Denunciar comentario
Ocultar 1 RespuestasCuente usted conmigo amigo lector. Esto no se va a solucionar por las buenas. El mensaje que yo recibo es que todo aquello que pensabamos que era nuestro y que creiamos haber conquistado era una falacia. Solo nos lo habian prestado las elites y ahora lo recuperan. Nos han dejado algunas generaciones de cierto bienestar para estupidizar a nuestros jovenes y asi asegurarse despues un nuevo regreso a la sociedad de Dickens....informatizada pero pobre. Nuestros jovenes han estado pensando durante muchos lustros que los derechos vienen en el DNI y ahora estan descubriendo que no es asi. Papa y mama que ya libraron sus batallas en su juventud, ahora estan mayores y ya pueden defenderlos de ese tipo de ataques que a ellos les son tan ajenos. Simplemente, el que viniera alguien a quitarles sus supuestos derechos no estaba en su imaginario. Nos hemos plantado a mediado del siglo 19 o quizas aun mas atras. Esto solo se arregla con matones.
Responder
Denunciar comentario
Muy buen artículo. Aquí todo es muy viejo. Es lo mismo de siempre: cómo unos se enriquecen a costa de la miseria de otros. Antes se salía a la plaza del pueblo a que el patrón te diera faena y ahora la plaza del pueblo es una plataforma digital, ¿qué hay de nuevo ahí? Llamemosle como queramos pero es la misma historia de siempre y con los mismos ingredientes: explotación, ignorancia y ambición desmedida de los que tienen el poder.
Responder
Denunciar comentario
«En la medida que como consumidores exigimos o preferimos productos 'low cost' o de marca blanca …» No me parece a mí que los consumidores prefiramos o exijamos productos baratos: en muchas ocasiones ¡casi estamos condenados, impelidos a consumirlos!, ya que el paro, los bajos sueldos y las bajas pensiones que cobran millones de personas no permiten otro tipo de consumo. Lo mismo que hay personas que POR NECESIDAD aceptan puestos de trabajo con condiciones casi de explotación estas mismas personas y millones más se ven abocadas a comprar NO LO QUE QUIEN SINO LO QUE PUEDEN. Osasuna!
Responder
Denunciar comentario
Ocultar 1 RespuestasBuen artículo, coincido con lo que comentan. Yo defiendo el reparto dl trabajo y la riqueza, como bien señalas no tiene que repercutir el abaratamiento de un producto solo en la clase trabajadora: podría tener menos beneficios el capital, así una gran fortuna en lugar de ser archimillonaria y tener dinero para vivir más de 500 años a todo lujo sería millonaria y viviría cómodamente más de 100 años. Pero la economía, ese nuevo ídolo de oro no está dispuesta a ceder ni un céntimo. Y efectivamente la deslocalización, las tecnológicas y la llamada economía colaborativa siguen haciendo ricos a muy pocos a costa del resto de la humanidad. Incierto futuro nos espera.
Responder
Denunciar comentario
Yo no soy Uber. Me miro las etiquetas de todos los productos y no compro aquellos fabricados donde se perjudica a mi país. Por supuesto, ni en Msmgo, ni en Zara, ni en Stradivarius, ni en Oysho, ni en las grandes multinacionales de distribución, ni uso Gillette, ni Samsung. ¿Que resulta a veces trabajoso? Vale, pero al menos no podré llamarme mierda ante el espejo por ir en contra de mis principios al comprar.
Responder
Denunciar comentario
Ocultar 2 RespuestasYo tampoco soy Uber, ni AirBnB, ni demás. Pero si uso Gmail, y Google - también DuckDuckGo- , y eso que empiezan por la G no son de ninguna ONG... Miro las etiquetas pero ardua y difícil labor: el 80% o más de los productos se hacen en China, esa economía ¿mixta?, que ni vela por la seguridad de su clase trabajadora y menos aún por el planeta y la salud de la ciudadanía. Ejemplo: ayer leía un libro ilustrado a mi hijo, libro que me costó unos 15€, comprado en una librería de siempre: impreso en China. ¿A quién ha beneficiado el ahorro de costes, que seguro ha habido, y a pesar de tener que traerlo en barco desde allí? Pues eso.
Responder
Denunciar comentario
Te agradecería, te lo digo sinceramente, que nos dijeras marcas que no se fabriquen en países del 3er mundo para poderlas comprar. Si además cubren todas las necesidades básicas, mejor.
Responder
Denunciar comentario
www.infolibre.es ISSN 2445-1592
"Uber somos todos" parece más un título solidario que de reproche. Yo prefiero "Uber nos afecta a todos". Afecta a nuestra sanidad, educación, infraestructuras, mercado laboral, seguridad social...y lo afecta negativamente. El taxista paga mas impuestos que Uber y los paga aquí, paga su seguridad social lo que permite pagar las pensiones. Estabiliza el mercado laboral......
Responder
Denunciar comentario
0
0