Ana María Shua y su 'Cuerpo roto'

Ana María Shua

Aprovechando que a finales de noviembre estuvo en España la argentina Ana María Shua, una de las referentes actuales más importantes en el microrrelato castellano, aunque es más escritora infantil, quedé a tomar un café con ella y a charlar sobre su nuevo libro de cuentos, El cuerpo roto (Páginas de Espuma, 2025). Esta mujer menuda, con un cuerpo fragilizado por la enfermedad, ilumina la estancia con su mirada, lo dice todo con ella y lo que su cuerpo, ya desmadejado, parece que no transmite, lo hace con la viveza de sus ojos y su sonrisa, algo inherente a ella, donde está presente el humor.

Lleva en su haber ciento ochenta y cinco libros, que se dice pronto, de los cuales ciento cincuenta son para niños y el resto son para adultos: seis libros de microrrelatos, seis novelas, seis libros de cuentos. Un empate debido a su método de trabajo, porque cuando acaba un libro de un género, salta inmediatamente a otro, y luego al tercero, su mejor fórmula para no repetirse. De hecho, asegura que se siente muy cómoda con todos los géneros de la narrativa: “No soy buena lectora de poesía, siento que se alejó de mí, se puso compleja y sofisticada, me abandonó”.

En la charla hablamos de todo, de la situación de España, de Argentina, de literatura y de enfermedades. Resumo y transcribo lo que más puede interesarle al lector y dejo en mi cajón de los recuerdos las confidencias vertidas durante la conversación. Cuando le pregunté qué suponía este libro de cuentos en relación con otros, me contestó que era su primer libro de cuentos como tal. Los anteriores solían ser libros con cuentos, pero cuando habló con el editor de Páginas de Espuma, éste le comentó que buscara una relación, que le diera una unidad al libro y a los relatos, y pensó en eso, en la fascinación que supone para ella el cuerpo.

El cuerpo roto está compuesto por doce cuentos que giran, como indica el título, en torno al cuerpo y la salud. Es, quizá, su libro más autobiográfico, aunque sostiene que su obsesión por el cuerpo está en ella desde el principio. “El cuerpo roto es un compendio de cuentos que tienen que ver con mi historia personal, he volcado en él todo lo que siento alrededor de algo que para mí es una fascinación: el cuerpo y los avatares por los que pasa, el dolor, la enfermedad, la decadencia, el nacimiento". Y la pérdida de la virginidad, que aparece en el libro y que también tiene que ver con algo que se rompe en el cuerpo femenino. Con este relato, intenta salirse de la enfermedad, para que no se enfoque exclusivamente en eso y, además, hay en él mucho humor, pues la ironía atraviesa esa primera experiencia.

Hablamos del humor, ese humor fino que está tan presente en su obra, con una vuelta de tuerca al final, que te puede congelar la sonrisa: “El humor es una parte de mi personalidad, tan presente que a veces tengo que tomar conciencia de que existe, y sólo me doy cuenta cuando alguna vez me he propuesto escribir sin humor. Ahí es donde tomo conciencia, para intentar evitarlo. Además, el humor es una manera de arreglárselas con las penas y dolores del mundo. Siento que es una puerta que se abre en lo que antes era una pared lisa, y puedes salir por allí”.

Fuimos analizando cuento por cuento, dejo aquí un breve resumen:

Canto a la vida

“Es un cuento donde el dolor está muy presente, es el tema. El título es irónico, con la idea de que cuando se dice que una película es un canto a la vida, va a salir algo espantoso. Es la historia de un cáncer y una metástasis que me torturó durante muchos años. Necesitaba escribirlo. Mientras estuve enferma escribí un texto, antes de que la quimio me barriera la personalidad, y en el texto había mucho humor. Nunca lo toqué y después, pasados veinte años, lo transformé en un cuento. Es un canto real, porque aquí estoy, vivita y coleando y con tantos libros después".

Rita y el doctor

“Con un punto de humor, es la relación de una mujer que cuando era joven se psicoanalizó al estilo de lo que era en los 60, acostada al sofá, con las orejas que se llenan de lágrimas al estar acostada, con un psicoanalista muy serio que no hablaba. Hay un reencuentro veinticinco años después y el médico le da sus sesiones grabadas, que no había sido consciente de aquello. Es el shock de enterarse que le habían grabado sin saberlo y por otro, el orgullo de ser un caso importante. Lo interesante que encontré en él es la simbiosis que se da entre el analista y el analizado, como unos vasos comunicantes que llegan a trasvasar sus profesiones. Ya se sabe, dicen que los dos pueblos más psicoanalizados son el argentino y el neoyorquino. Ella me hace notar que sí, pero con resultados diferentes porque los neoyorquinos viven mucho mejor que sus compatriotas".

Casi una crónica

 “24 horas de urgencias en un hospital donde yo no estuve, pero tuve muy buenos informantes y me lo contaron muy detalladamente. Como está escrito en primera persona, espero que todo el mundo se crea que asistí”.

Técnicas modernas

“Es el cuento de la pérdida de la virginidad. La relación entre dos personas a las que, después de años de noviazgo, les llega el momento de acostarse. Está ambientado también en los años 60. Tiene mucho humor. Ella piensa que va a quedar marcada al perder la virginidad, que se le va a notar en la cara y el muchacho sufre mucho porque es el responsable, el que tiene que llevar la iniciativa, el que estudia en un libro técnicas de cómo hacerlo. Al final lo logran, pero de aquella manera”. (Léanlo y sabrán cómo. Es muy divertido)

Como el mar

“Es la historia de un ictus, es un caso real, de un hombre que tiene un ictus y la obsesión de ella es cómo acelerar la llegada al hospital porque los primeros minutos cuentan mucho. El papel de la cebolla es muy singular”.

Cuidar un gato

“Hay un hombre que vive un duelo congelado, la muerte de su esposa, no la puede llorar. Le ha dejado un gato en herencia y él tiene que aprender a cuidarlo y cuando el gato muere, él es capaz de echarse a llorar y finalmente hace el duelo que necesitaba por su mujer. Está basado en un hecho real, de un hombre argentino que tuvo dos hijos desaparecidos por la dictadura. Nunca pudo ver los cadáveres. Solo quince años después, cuando murió la perra de uno de sus hijos, en ese momento fue capaz de llorar la muerte de ellos, cuando enterró la perra. Es un ejemplo de cómo se construye una ficción, cogiendo de aquí y de allá y estructurando un relato”.

Los gaspáridos

“Un cuento que tiene que ver con los cuidadores. Alguien que ha estado en la UCI mucho tiempo, cuando se recupera está en un estado temporal de psicosis y cree estar otra vez en un centro de detención de la dictadura”. El título del cuento se debe a que el protagonista se llama Gaspar y, cuando van a operarle, los amigos forman un grupo de WhatsApp con ese nombre para mantenerse informados.

Gaviotas en el bosque

“La relación de padre-hija, dos personas que se quieren y no se encuentran, ella es una joven adicta a las anfetas y él, alcohólico, hace lo posible por rescatarla y trata de encontrar algún punto de contacto con ella para tener un diálogo y sostener una relación. Están tan desconcertados como una gaviota en el bosque”.

Amim o la caída

Am-Im, Amante Imaginario que, al parecer tiene una mujer con alzheimer, según su gerontólogo, que ha sido siempre callada e introvertida, de la que sus hijos no saben casi nada, con un final sorprendente.

Selva y el diablo

“Es un cuento que tiene que ver con la dictadura. Selva es una militante en los años 70 en una organización guerrillera y un día desaparece. Todos creen que la han secuestrado, pero es algo distinto”.

Después de la muerte

“Es muy autobiográfico. La crónica de la muerte de mi padre”.

A Ana María Shua le resulta muy interesante lo que ha pasado en España, país del que es una asidua visitante. Al principio venía como turista y después, de forma más habitual, a partir del año 2002, en el que vino a un encuentro de trabajo. La primera vez que vino, en los años 70, me definió Madrid como “una ciudad gris, triste, uniforme, la gente vestía de colores oscuros y de ropa gastada, ahora ya no es así". "Este país ha cambiado mucho. Antes se decía que España era el país más desarrollado del norte de África. Hoy es un país 100% europeo, completamente distinto, interesantísimo y envidiable, por la prosperidad y por el papel que el Gobierno da a la cultura”, añade.

Me sorprende esta afirmación, porque siempre he opinado lo contrario: que en este país, a rasgos generales, la cultura apenas cuenta y que solo se habla de ella cuando interesa, casi siempre para defenestrarla, pocas veces para aprovecharse. Claro que, a lo mejor, si lo comparamos con Argentina, y no con el resto de Europa, la perspectiva cambia.

A esta escritora le gustaría comer de todo lo relacionado con la gastronomía de nuestro país: rabo de toro, mariscos, el jamón, la sepia. "Pero ya no puedo comer nada de eso, mi cuerpo no me lo permite", lamenta, para luego aclarar: "Tengo que comer sin aceite y acá es muy difícil”.

Por último, me contó que está terminando unos cuentos infantiles y después le toca una novela, porque va pasando de microrrelato a cuento y a novela, y luego empieza de nuevo. Ha entregado este libro de cuentos, que está promocionando por España, y necesita descansar de ese género. Afirma que termina de escribir microrrelatos cuando nota que empieza a autoplagiarse, cuando se repiten, y necesita que pasen varios años hasta poder empezar con un libro nuevo.

Carme Riera nos da las gracias y deja, en prenda, el mar

Esa organización sale de la voluntad: “Los temas y las ideas no me persiguen, tengo que salir yo a buscarlas, con mi red y con mi lazo. El género es algo que me propongo antes de buscar el tema. Ahora toca novela, aunque no sé todavía de qué va a tratar. Los cuentos son más difíciles de leer, incluso de escribir que la novela. Y un libro de microrrelatos aún es más difícil que una novela, aunque se considere el género de ahora. ¿Cuántos libros de microrrelatos hay que se vendan bien? Ni uno. Exige un lector avezado”.

Lo mismo que a Ana María Shua le toca ahora escribir novela, a los lectores de cuentos de este país les toca leer El cuerpo roto. Que lo disfruten.

*Carmen Peire es escritora. Su último libro es 'Mapas de asfalto(Menoscuarto).

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