Me encantan sus artículos! Ya se lo he dicho. Le voy a contar una intimidad que,tal vez, no parezca que tiene relación,pero la tiene. Soy madre y fui hija hasta este 5 de febrero en que perdí mi “hijidad” con la muerte del último de mis progenitores vivo. Cuando tus padres ya no existen,los errores y aciertos que tuvieron se quedan en solo aciertos,tan selectivo es el dolor de la pérdida. Todo es suma es esta resta insoportable. Haga lo que haga y decida lo que decida en la relación con su hijo,siempre hará lo correcto porque lo ha hecho desde el amor. Sus escritos destilan sensibilidad e inteligencia,lo cual es mucho junto. No se deje arrastrar por dicotomías impuestas por la sociedad,siga su instinto y sus deseos más profundos,sin culpa ni dudas. Ser madre,como ya sabe,es simple y complejo,pero...qué no lo es?
Responder
Denunciar comentario
Ocultar 4 RespuestasGracias.
Responder
Denunciar comentario
Ocultar 3 Respuestasfrida56, aunque esa condición de "hijidad" hace nueve años que pasó a otra consideración, me siento muy cerca de tí en tu reciente pérdida, y comprendo perfectamente ese mayor peso, a veces hasta descubrimiento, que toman los "aciertos" frente a los posibles "errores" o casi reproches que durante tiempo así se veían.
Me quedo por su posibilidad de explicación, con esa (tu) frase: "Todo es suma en esta resta insoportable."
Respondo aquí, para no colarme, en las gracias que te da Aroa. Por cierto, me parecen merecidas, me ha gustado mucho lo que le dices.
Responder
Denunciar comentario
Ocultar 2 RespuestasMil gracias,Damas! También a Aroa,cuyos artículos frecuentemente hablan a mí corazón,
Responder
Denunciar comentario
Ocultar 1 Respuestas
Autodeterminar la valía personal en buena medida por la posición laboral y el valor de la nómina conduce indefectiblemente a la culpabilidad por dedicar tiempo a quienes nos quieren. Si hubiera una transacción económica por medio, ese sentimiento desaparecería.
Como en todo lo transitorio, el engaño está en quienes se aprovechan de la tergiversación del diagnóstico. Y en quienes no lo ponen en duda.
Responder
Denunciar comentario
Como he agradecido tu artículo!. Romper los corsés invisibles, las consignas enviadas en gestos grandes y pequeños, recuperar la libertad completa, la dignidad de ser un individuo por encima de los roles preestablecidos, discernir qué no es propio y qué nos ha sido impuesto, es un trabajo arduo y muchas veces doloroso. La libertad descubierta a veces nos lleva a enfrentarnos incluso con nuestros seres queridos. No se trata sólo de quedarse a cuidar de un hijo con fiebre, los dilemas van más allá. Una sociedad que nos quiere explotar por ser madres y mujeres, y al mismo tiempo nos culpabiliza para hacernos pagar por ello, es una sociedad fascista . Y eso es un problema para los hombres y para las mujeres. El feminismo no es por tanto una cuestión sólo de mujeres.
Responder
Denunciar comentario
Esto de la bicefalia en la mujer, Aroa, me parece de lo más atinado: educadas para ser madres y formadas como hombres: deber de madres, deberes laborales, deber de ciudadanía...y necesidad de optar y establecer prioridades. Y además estupendas, inteligentes y monísimas...hete ahí la supermujer: maravillosa... ¿ en esto nos va la vida? Para enloquecer. Será cosa del progreso. Me identifico con lo que dices. Te aplaudo y saludo.
Responder
Denunciar comentario
No se atormente, se le presentaran mas momentos como ese, pero, decida por lo que decida, destierre el sentimiento de culpa. ¿Culpa de ser madre? ¡Ni hablar¡
Es solo un consejo de abuelo.
Me encantan sus escritos. Gracias.
Responder
Denunciar comentario
Ocultar 1 Respuestaswww.infolibre.es ISSN 2445-1592
Gracias a todos por sus lecturas y comentarios.
Abrazos.
Responder
Denunciar comentario
0
1