La portada de mañana
Ver
Cinco reflexiones cruciales para la democracia a las que invita la carta de Sánchez (más allá del ruido)

El futuro de Cataluña

ERC defiende pactar un nuevo candidato si el Estado impide la investidura de Puigdemont

Oriol Junqueras (de espaldas), se dirige a sus seguidores en uno de los últimos actos políticos que protagonizó antes de ingresar en prisión.

Fernando Varela

La decisión del Gobierno de poner en marcha la maquinaria judicial para impedir la investidura de Carles Puigdemont amenaza con dinamitar la delicada unidad del independentismo construida, desde la convocatoria de las elecciones del 21D, en torno a la idea de “restituir” al president al frente de la Generalitat.

Esquerra, según fuentes republicanas consultadas por infoLibre, mantiene oficialmente que sigue apoyando la propuesta del líder de JuntsxCat, pero no está dispuesta a desobedecer un hipotético requerimiento del Tribunal Constitucional impidiendo que la Cámara pueda someter a votación la candidatura a la Presidencia de Puigdemont. Y cuenta con que al menos una parte importante del PdeCAT, el partido que sirvió de base a JuntsxCat, la candidatura que el president destituido confeccionó a su medida, esté de acuerdo en que se acerca el momento de prescindir de Puigdemont y buscar una salida que evite la prolongación del artículo 155, ponga en marcha la legislatura e impida la celebración de nuevas elecciones.

El presidente del Parlament, Roger Torrent, firmó este jueves por la tarde la convocatoria de la investidurafirmóconvocatoria de Puigdemont. El Pleno comenzará el próximo martes, 30 de enero, a las tres de la tarde. De acuerdo con las fuentes consultadas por infoLibre, si para entonces Torrent tiene un requerimiento del Tribunal Constitucional en contra de que se celebre la investidura de Puigdemont, no lo desafiará. En lugar eso, abrirá una nueva ronda de consultas para que los partidos propongan candidatos.

En esa fase, Esquerra se siente con toda la legitimidad de proponer a su líder, Oriol Junqueras, encarcelado en la prisión madrileña de Estremera. Aunque si JuntsxCat da el paso, renuncia a nominar a Puigdemont y propone a otro diputado en su lugar —una de las mejor situadas es la que fue jefa de campaña del president destituido, Elsa Artadi, pero también Jordi Sànchez, expresidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), número dos de la lista de Puigdemont y en estos momentos en la misma prisión que Junqueras—, los republicanos estarían dispuestos a a darle su apoyo.

Esquerra y una parte importante del PdeCAT, sostienen fuentes republicanas, están convencidos de que sacrificar la candidatura a la Presidencia de Puigdemont sería la única manera de salir bien parados del “atropello al Estado de Derecho” que supondría un requerimiento “preventivo” del Constitucional, en los términos anunciados este jueves por la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.

Un Govern libre de amenazas judiciales 

En lugar de desafiar la legalidad constitucional, los republicanos apuestan por negociar y poner en marcha un Govern compuesto por hombres y mujeres libres de cualquier amenaza judicial, lo que en principio descarta a todos los dirigentes políticos y sociales encausados por el Tribunal Supremo por el intento de proclamar la independencia de Cataluña. Esquerra no renuncia a su objetivo de una Cataluña independiente, pero en este momento, y en plena ofensiva judicial del Estado, quiere una legislatura tranquila que le permita consolidar la mayoría independentista manteniéndose en el marco de la legalidad vigente.

A favor de la renuncia de Puigdemont estaría, según las citadas fuentes, Joaquim Forn, el destituido conseller de Interior encarcelado junto a Junqueras que acaba de dejar al escaño que había conseguido formando parte de la candidatura de JuntsxCat. Forn habría enviado una carta al president en el exilio pidiéndole que se eche a un lado para facilitar la formación del Govern. Jordi Sànchez estaría considerando pedirle lo mismo, siempre según fuentes republicanas.

El plan de ERC para dejar a un lado a Puigdemont depende, en cualquier caso, de que JuntsxCat —y el propio interesado— estén dispuestos a dar su brazo a torcer. La primera reacción del grupo parlamentario del president destituido no va precisamente en esa dirección. Su portavoz en el Parlament, Eduard Pujol, reiteró que el candidato sigue siendo el mismo y condicionó el apoyo de su grupo al presidente de la Cámara a que haga “todo lo que tenga que hacer” para mantener la investidura. Si el presidente Torrent emprende “las acciones legales que hagan falta para defender la acción de la Mesa, su propia figura y su capacidad de ordenar el debate nos tendrá a su lado”, precisó Pujol.

Comín (ERC) defiende un Govern "interior" para "levantar el 155" y otro en Bruselas para avanzar hacia la República

Comín (ERC) defiende un Govern "interior" para "levantar el 155" y otro en Bruselas para avanzar hacia la República

Fuentes del PdeCAT consultadas por infoLibre admitieron que una parte del partido está dispuesta a prescindir de Puigdemont para desbloquear el inicio de la legislatura y evitar tener que desafiar el previsible requerimiento del Constitucional.

No obstante, advirtieron, lo más complicado para que esta solución sea viable es convencer al propio Carles Puigdemont. La razón es estrictamente matemática: si el independentismo renuncia a desafiar al Constitucional, con toda probabilidad la CUP no formaría parte del acuerdo, lo que dejaría la suma de JuntsxCat y ERC en 66 diputados. Aunque todos estuvieran de acuerdo en respaldar a otro candidato a la Presidencia, si Puigdemont no lo apoya serían sólo 65 votos a favor, los mismos que previsiblemente votarán en contra (Ciudadanos, PSC, Catalunya en Comú y PP), lo que haría inviable la investidura al no alcanzar ni siquiera la mayoría simple en la segunda votación.

La tensión entre Esquerra y JuntsxCat se remonta a los últimos días del Govern, antes de la intervención de la autonomía catalana, durante los cuales la relación personal y política entre Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, entonces president y vicepresident del Govern, se fue deteriorando. Las diferencias no hicieron más que aumentar durante la campaña electoral que culminó el 21D y durante la cual la candidatura de Puigdemont fue capaz de echar por tierra las expectativas de los republicanos y situarse como primera fuerza independentista.

Más sobre este tema
stats