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Derechos humanos

Las crisis del 'Open Arms' y el 'Ocean Viking' se producen mientras la migración a Europa sigue a la baja

Foto tomada por Médicos Sin Fronteras de uno de los 356 inmigrantes que fueron rescatados por el 'Ocean Viking'.

Open Arms y Ocean VikingOpen Arms Ocean Viking. Quizás hayan sido esas las palabras que más se han repetido en los últimos días. La situación a la que han tenido que enfrentarse ambos barcos ha sido similar. El primero, de la ONG Proactiva Open Arms, estuvo 19 días con más de un centenar de migrantes a bordo esperando un puerto seguro para desembarcar. El segundo, de Médicos Sin Fronteras y SOS Méditerranée, consiguió este viernes llevar a tierra firme a las 356 personas que rescató hace casi dos semanas. Los primeros desembarcaron en la isla italiana de Lampedusa; los segundos, en Malta. Y ahora, previsiblemente, todos serán acogidos por varios países europeos. Los del Open Arms podrán ir a España, Francia, Alemania, Rumanía, Portugal y Luxemburgo; los del Ocean Viking, a Francia, Alemania, Irlanda, Luxemburgo, Portugal y Rumanía. Durante todos los días que han aguantado estos dos buques en el Mediterráneo ha habido dos tipos de discursos: el que defendía la acogida de estas personas y el que la rechazaba bajo el argumento de que estas organizaciones favorecen la inmigración ilegal. Esta última tesis ha sido defendida, sobre todo, por el partido de extrema derecha Vox. Pero también por algunos miembros de Ciudadanos como Marcos de Quinto, que llegó a preguntarse si Open Arms no estaría "siendo parte del último 'eslabón logístico' de Al Bija que cobra por llegar a la UE". Estos discursos alimentan la idea de que Europa está siendo la vía fácil de entrada de la migración, una teoría que no encaja demasiado bien con los datos reales

Las llegadas por mar a Europa han descendido. Desde el 1 de enero hasta el 21 de agosto de 2019, las costas del continente recibieron a 45.505 migrantes y refugiados, una cifra que, en el mismo periodo del año pasado, fue un 30% superior: 64.836 personas, según los datos que maneja la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Todas ellas arribaron a las costas de Italia, Malta, Grecia, Chipre y España, los países que, por posición geográfica, funcionan como la puerta marítima de entrada a Europa. Pero lo cierto es que esta tendencia no es reciente. Estos números son cada vez más bajos desde que en el año 2015 alcanzaran su pico. Ese fue el año en que la guerra de Siria expulsaba a cada vez más personas del país y el año en el que se acuñó el término de la "crisis de refugiados". También fue el año en el que los Estados miembros de la Unión Europea acordaron un reparto de cuotas de estas personas, un compromiso que finalmente no cumplieron.

Desde entonces, la cifra ha descendido. Así lo reflejan al menos los datos anuales que ha recopilado hasta ahora la OIM. Según ese organismo, las llegadas a Europa por mar en el año 2016 fueron de 364.032 personas, una cifra que descendió hasta las 172.382 en 2017 y hasta las 117.350 en 2018

La principal vía de entrada de la migración a Europa durante esos años fue Italia. Según la OIM, el país recibió en sus costas a 181.436 personas en el año 2016. Un año más tarde, la cifra descendió hasta las 119.369. Y en 2018, el año en el que el ultraderechista Matteo Salvini asumió el Ministerio del Interior, 23.370. El líder de la Liga basó su campaña en un discurso antimigratorio que ha mantenido hasta ahora. Mostró sus intenciones, de hecho, nada más ser nombrado. "Se acabaron los buenos tiempos para los 'clandestinos', llegó la hora de hacer las maletas. Enviarlos a casa será una de nuestras prioridades", dijo. Y desde entonces, las cifras han mostrado que el cierre de puertos que puso en marcha ha desbancado a Italia como principal puerta de entrada al continente. Este año, hasta el 21 de agosto, tan sólo ha recibido a 4.709 personas

Grecia, por su parte, recibió en sus costas a 173.614 personas en 2016, una cifra que descendió hasta las 29.501 en 2017. En 2018 hubo un repunte y llegaron 32.742. Distinta evolución tuvo Chipre, que en 2016 recogió a 345 personas; en 2017 a 1.078 y en 2018 a 1.268. Malta, en cambio, dio el salto en 2018, cuando el número de llegadas a sus costas se situó en 1.445 personas. En 2016 y 2017 la cifra tan sólo rondó la veintena. 

España: descienden las llegadas

Fue precisamente en 2018 cuando España se convirtió en el principal país receptor de la migración que buscaba entrar en Europa. Según los datos del Ministerio del Interior, en 2018 llegaron a las costas de nuestro país —peninsulares, de Baleares, de Canarias y a través de Ceuta y Melilla— 57.498 personas, una cifra un 161,7% superior a la de un año antes, cuando arribaron 21.971 personas

Pero esas cifras ya han cambiado. Este año, de hecho, los datos ofrecidos por la institución que dirige Fernando Grande-Marlaska evidencian que las llegadas a las costas de nuestro país son cada vez más bajas. Los últimos datos disponibles [correspondientes al periodo comprendido entre el 1 de enero y el 13 de agosto] revelan que han llegado 14.591 migrantes irregulares por vía marítima, un 42,5% más que en el mismo periodo del año anterior, cuando la cifra era de 25.359. También descendió el número de embarcaciones. De hecho, este 2019 han llegado casi la mitad: 542 frente a 1.054, un 48,6% menos. 

Europa no es el principal destino de los refugiados

Pero el discurso antimigratorio tampoco encuentra demasiados argumentos en las cifras sobre el destino de los refugiados. Según las estadísticas, no es Europa. Tal y como reflejan los datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) recogidos por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (Cear), los países más empobrecidos son los que asumen un mayor porcentaje de acogida. Concretamente, el 84% del total de personas refugiadas en el mundo, que asciende a 29,4 millones. Así, en 2018, fue Turquía el país con más personas refugiadas: 3,7 millones. La lista la completaron Pakistán (con 1,4 millones), Uganda (con 1,2 millones), Sudán y Alemania (con 1,1 millones cada uno). El país germano es, por tanto, el único de los más ricos que aparece en los primeros puestos de este listado. Según el informe de Cear, Líbano continuó siendo el país con más refugiados en relación con su población nacional. Allí, una de cada seis personas es refugiada. 

Más de 41.800 migrantes llegaron a España en 2020, un 29% más que en 2019, 23.023 de ellos a Canarias

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¿Y Europa? Según los datos de Acnur, en el año 2018 los países más desarrollados acogieron a tan sólo el 16% de los refugiados. En paralelo, un tercio de la población refugiada total (que la institución cifra en 6,7 millones de personas) se encontraba viviendo en los países menos desarrollados. 

 

Países con mayor número de refugiados. | CEAR

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