La legislstura, bloqueada

Sánchez e Iglesias acuden a la Zarzuela cinco meses después del 28A sin lograr un acuerdo de investidura

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, poco antes de iniciar una reunión en el Congreso el pasado julio.

Fernando Varela

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias acudirán este martes al Palacio de la Zarzuela, cinco meses después del 28-A, sin un acuerdo que haga viable una sesión de investidura y evite la repetición de las elecciones.

El PSOE vive horas de incertidumbre, temor e incredulidad. De un lado, los que todavía confían en algún movimiento por parte de Pablo Iglesias, Unidas Podemos y sus confluencias que conduzca a una investidura in extremis, al límite del plazo legal. Del otro, los que creen que la repetición de elecciones es inevitable, aun cuando todo indique —así lo reconocieron a infoLibre fuentes conocedoras de los sondeos que maneja Ferraz— que, en el mejor de los casos, la subida del PSOE será muy contenida y apenas podrá compensar el descenso, también matizado, de Unidas Podemos (los escenarios demoscópicos menos favorables harían mucho más difícil de lo que ya es ahora un acuerdo por la izquierda).

En plena jornada de contactos con el rey —por la Zarzuela fueron pasando los grupos minoritarios que aceptaron reunirse con Felipe de Borbón (todos excepto Esquerra y EH Bildu, que declinaron atender el llamamiento a consultas)—, la expectación se centró en Pedro Sánchez, de gira por las provincias afectadas por la gota fría. Especialmente después de que, en una inesperada rueda de prensa, y tras tachar a Sánchez de incapaz, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, se ofreciera a facilitar su investidura, siempre y cuando cumpliese determinadas condiciones y el PP formase parte de la operación, algo que Pablo Casado declinó hacer tras una reunión "privada" con el líder naranja.

En el PSOE leyeron la oferta de Rivera como un síntoma de debilidad de Ciudadanos. Cs, concluyeron los socialistas, habría hecho este movimiento, que contradice toda su estrategia desde antes del 28A, por el temor a sufrir un serio retroceso si se repiten las elecciones. Y Sánchez aprovechó la oportunidad para subrayar que no existe “ningún obstáculo real” que impida a la formación naranja y al PP decidirse por una “abstención” técnica, destinada exclusivamente a permitir que el Gobierno eche a andar y que no les comprometa a seguir respaldando después al Ejecutivo en el Parlamento.

Habrá que esperar a ver “qué deciden exactamente” PP y Ciudadanos, declaró Sánchez para negarse a anticipar si aceptará el encargo de Felipe de Borbón de presentarse a una nueva investidura. Del interés que ha despertado en el PSOE el cambio de estrategia de Rivera es buena muestra el comunicado oficial difundido por el partido a última hora de la tarde instando “a Ciudadanos a facilitar, con su abstención, la formación de un Gobierno progresista y evitar la repetición electoral”.

Algo que Pablo Iglesias cree que no va a pasar y que, además, se va a volver contra el PSOE, según fuentes de la formación morada, porque les va a llevar “a elecciones con el peor relato posible” de cara sus propios electores, que el mismo 28 de abril le exigieron que “con Rivera no”.

En la misma nota de prensa los socialistas evitaron hacer una nueva propuesta a Iglesias más allá de limitarse a pedirles que voten a favor de Sánchez. “Con su voto afirmativo, Unidas Podemos tendría la oportunidad de facilitar un Gobierno cuya principal causa fuese la justicia social. Está en su mano no bloquear nuevamente la investidura”.

Ese es el mensaje que el presidente en funciones volvió a transmitir el lunes por la mañana, apenas a unas horas de que el Jefe del Estado decida, tras escuchar a los portavoces, si propone un nuevo candidato: UP “tiene que decidir si quiere poner en marcha” una legislatura “progresista”.

“Lo que le pido a Unidas Podemos es que valore si por tercera vez va a decir que no a la investidura de un Gobierno progresista liderado por el Partido Socialista. O si se compromete con el país y podemos tener un Gobierno progresista que evite las elecciones del 10 de noviembre”, enfatizó Sánchez.

El presidente en funciones, según fuentes del PSOE consultadas por infoLibre, ya sólo está a la espera de saber si Unidas Podemos cambia de opinión y vota a favor de su investidura, hasta el punto de que habría dado orden de no intentar ningún nuevo contacto con la formación de Pablo Iglesias.

Sin avances

Sánchez e Iglesias no dieron este lunes muestra alguna de estar dispuestos a ceder en sus posiciones. La posibilidad de plantear a Unidas Podemos un acuerdo de investidura basado en un pacto programático abierto a la negociación, después, de un Gobierno de coalición, no parece haber convencido al presidente, pese a las evidencias de que encontraría eco al menos en las confluencias de Podemos.

infoLibre constató este fin de semana un movimiento dirigido al PSOE para que los socialistas planteasen al menos una contrapropuesta a la oferta que Iglesias le trasladó por teléfono el pasado jueves y que fue rechazada en pocos minutos desde Moncloa. En ella insistía Iglesias en el gobierno de coalición, aunque proponía su revisión al cabo de un año y el mantenimiento posterior de su apoyo parlamentario si Sánchez considerara que la fórmula de gobierno no funcionara. Fuentes socialistas consideran que lo prioritario es ganar confianza y descartar "dos gobiernos en uno", lo cual permitiría ofrecer a Iglesias el orden inverso a su propuesta, es decir: programa común y apoyo en investidura, y compromiso de revisión en un año para estudiar entonces la posibilidad de un Ejecutivo de coalición.

Algunos sectores del PSOE consideraron en los últimos días un error que la Moncloa decidiera rechazar tan rápidamente la oferta de Unidas Podemos porque ese rechazo refuerza el discurso de que Sánchez no está haciendo todo lo posible por alcanzar un acuerdo y creen que los socialistas deberían haber contraofertado para retomar la iniciativa. En este sentido se pronunció este viernes el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, que rechazó la última propuesta de Unidas Podemos argumentando que ahora mismo "no hay confianza suficiente" para conformar una coalición, pero abrió la puerta a integrar a la formación morada en el Gobierno pasado un tiempo si Iglesias apoya la investidura de Sánchez.

"Creo que la confianza no se crea en la lotería, hay que crearla y construirla, y probablemente lo que corresponde ahora es hacer una investidura, ponerse de acuerdo en un programa y, a medida que esa confianza realmente se establezca, entonces plantearse en el futuro un Gobierno de coalición", señaló Iceta. Su planteamiento recogía el guante lanzado hace días por otros dos barones del PSOE, Ximo Puig (Comunitat Valenciana) y Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha), que plantearon en las páginas de El País la opción de que Sánchez e Iglesias firmasen un acuerdo programático que incluyera un compromiso de revisión en un tiempo en el que se estudiase la entrada de Unidas Podemos al Gobierno.

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Este martes las consultas en la Zarzuela continuarán a las 10 de la mañana con Laura Borràs (Junts), Jaume Asens (En Comú, aliado de Unidas Podemos), Santiago Abascal (Vox) y Pablo Iglesias (Podemos). Por la tarde despacharán con Felipe de Borbón, Albert Rivera (Ciudadanos), Pablo Casado (PP) y Pedro Sánchez (PSOE), que está citado a las 18.00 horas. Será una hora más tarde cuando sepamos si habrá un nuevo intento de investidura o vamos definitiamente a elecciones.

Si hubiera un acuerdo que permitiera investir presidente, el Pleno debería convocarse como muy tarde para el día 20, con el fin de que la primera votación, en la que el candidato necesita mayoría absoluta del Congreso, se celebrase el día 21 y la segunda, en la que solo se requiere mayoría simple, 48 horas después, el mismo día 23.

El artículo 99 de la Constitución establece que si, pasados dos meses desde la primera votación de investidura, ningún candidato ha sido investido presidente, el rey disolverá las Cortes y convocará nuevas elecciones con el refrendo de la presidenta del Congreso. En este caso, los comicios tendrán lugar el 10 de noviembre.

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