No sé de qué se extraña el PSOE, un partido que se ha desgañitado diciendo que si dos gobiernos en uno, que si vetos a Iglesias, que si nada que hablar con los independentistas y luego, cambiar de discurso en 24 horas con un sorprendente viraje hacia la izquierda (de lo que me alegro profundamente). Finalmente no estaba tan loco Iglesias cuando decía que un gobierno en coalición era posible, que el diálogo con independentistas era la única salida, que el SMI se podía subir y tantas medidas que defendía mientras, como dice la canción, le llamaban loco. Toca aguantar el chaparrón y las presiones que el mismo Sánchez dijo que había sufrido, luego que no y ahora vemos sin tapujos que sí.
Desde el otro lado aprovechan cualquier rendija para meter dinamita y para ello utilizan la justicia, los medios de comunicación y lo que haga falta, escrúpulos ni uno. Qué hartazgo con la unidad de España y qué cansinos con la constitución de las narices que más valdría que la cumplieran.
Pedro tiene que aguantar el tipo, que lo hubiese pensado antes y más de un disgusto se habría ahorrado, ahora, a lo hecho pecho.
Espero que el gobierno progresista salga adelante, que se muestre fuerte y cohesionado para lo que se le viene encima que no es moco de pavo, que resistan los envites y que esas medidas acordadas vean la luz.
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El PP, VOX y C´s proponen un modelo social, político y económico ya obsoleto, la ciudadanía se ha dado cuenta y por eso están en la oposición. La crisis se ha producido precisamente por el fracaso de un sistema pervertido que ha propiciado el aumento de la brecha social haciendo posible el enriquecimiento de unos pocos a costa de muchos, eso es lo que entiende la derecha por crecimiento económico, que lo ha habido, si pero para unos pocos solamente. Despidos baratos, salarios de risa, contratos basura y muchos becarios. Todo ese salario no percibido es lo que ha hecho creer la economía de unos cuantos. Lo que se propone desde el gobierno progresista es que se recuperes el estado del bien estar. Los que tengan mas que paguen mas, que haya un control efectivo de las SICAV, que los jovenes tengan un trabajo con un sueldo digno. Eso haría que aumentase la demanda interna y que la economía, la de todos, fluya mas equilibradamente. En cuanto a la cuestión territorial; una vez consolidado el Estado de las autonomías, no queda otra que la evolución de las mismas hacia una profundización del sistema, mejorando la financiación, trasfiriendo las competencias pendientes o si así se requiere evolucionar hacia un estado federal en el que todos se encuentren acomodo. Así, creo yo, el tema de las independencias dejaría de ser atractivo, ademas de que pretender hoy día de ser independiente, economicamente sería inviable. Sería a costa de perder mercados y eso no le interesa nada mas que a los fanáticos. La economía de las diferentes autonomías tiene su mercado en España y en Europa. Ser independiente comportaría perder, al menos en parte, esos mercados. Es un lujo que las empresas no se pueden permitir si quieren seguir existiendo. Mas de cuatro mil empresas catalanas han cambiado su sede a causa de ello. Es un aviso.
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El trifachito y otras yerbas llevan meses echando toda la leña al fuego, ya solo le queda el tamayazo para evitar un gobierno de izquierda y progresista, hasta que salga adelante el gobierno, no cantar Victoria, porque esta derecha es tan cerril que se puede esperar cualquier cosa.
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No sé si se está dando a la situación la importancia que tiene, y no me refiero sólo a Cataluña.
Las llamadas a la rebelión, insurrección o como se las quiera llamar contra el posible gobierno legítimo que pretende formar el PSOE en coalición -tanto in voce como a través de medios de comunicación y otros poderes- recuerda la situación que puso fin a la II República y esta vez sin que sea necesaria la toma militar pues ya se están encargando de ello las propias instituciones tomadas de forma masiva durante muchos años de ejercicio del poder por aquellos que han perdido las dos últimas elecciones pero que para gobernar les vale cualquier estrategia, aunque sea la de dividir a los españoles con proclamas indignas y falacias que sólo pueden tener cabida y aceptación por quienes no son capaces de objetivar los hechos ni de ir más allá en su fundamentación que de repetir el mensaje de terror con el que bombardean un día sí y otro también cada vez de forma más grosera y repugnante a los ciudadanos desprovistos de ideas propias y, como nos tienen acostumbrados, pretendiendo justificarlo en la españolidad que parece es patrimonio único de los propios alborotadores (por llamarlos de alguna manera).
Ante esta situación, además de preocuparse, cabe la opción, por cierto democrática, del dialogo y el apoyo al gobierno que de forma legítima pueda formarse por quienes no se sitúan en el lado de la insurrección, sean quienes sean los que lo formen, pues su mandato no resulta de otro lado que de las propias urnas a diferencia de lo que pretenden los que precisamente en ellas no obtuvieron la posibilidad de gobernar y que quieren recuperar a cualquier precio para lo que no van a parar de maniobrar, cosa que no les cuesta demasiado dado su hábito y dilatada práctica.
El momento exige mucha atención y sobre todo coherencia para no desviarse de lo importante ni dejarse confundir, pues lo contrario sólo conduce al caos que puede llevar a los españoles a desencuentros como el que se ha llegado en Cataluña y del que no está exento el resto de país dada la dinámica de los hechos y el material ideológico con el que se está alimentando la cada vez más crispada situación.
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Los conservadores, la caverna, sueñan con las terceras tanto o más que Sánchez con La Moncloa. Los poderes fácticos (y algunos no tan fácticos) dispuestos a que “los suyos” lleguen, tras vencer en las urnas. ¿Sobrevuela el “tamayazo”? por falta de intentarlo muy probablemente no será. Si a ello se le añade que la vieja guardia del PSOE no se encuentra feliz, tenemos una situación de incertidumbre en grado elevado.
Casi todo parece indicar que la solución a la ecuación es cuestión de horas. Pocas. Suerte para España. Y mucha más para los españoles. Sánchez ganó las elecciones, disponiéndose a gobernar en coalición.
Un recuerdo para Luis Gómez Llorente.
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Como español y orgulloso de la España que avanza, reconozco que el PSOE está haciendo un esfuerzo enorme en esta encrucijada de la España del siglo XXI, que aporta soluciones a los conflictos en los que vivimos. Lastima que esta nueva era que se anuncia, haya políticos que no estén a la altura, y remen para atrás. Con estos nuevos líderes de la derecha actual, tan inmaduros políticamente, y me atrevo a decir que desleales a los españoles, no será fácil, pero es realmente ilusionante, y la sociedad civil tenemos que estar ahí, con ilusión y esperanza.
Y gracias a infolLibre, como parte importante de esta sociedad civil que apuesta por la autenticidad y libertad
Karlos
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www.infolibre.es ISSN 2445-1592
He visto el debate, y como Andalus he sentido envidia de esos partidos nacionalistas, cuándo nos tocará.
Para arreglarlo hemos abierto otro cortijo a VOX.
Viva Andalucía libres España y la humanidad, algún algún día estaremos ahí, somos y estamos muchos.
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