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Las tensiones en la coalición

Iglesias intenta marcar el paso y Sánchez deja que se anote tantos: la arriesgada "ciencia" detrás de los conflictos de la coalición

Sánchez e Iglesias, tras la firma del acuerdo de Gobierno de coalición.

Una vez pasada la tormenta, todo son frases que, en esencia, vienen a decir eso de que 'aquí no ha pasado nada' o 'esto ocurre en las mejores familias'. Pero, por el camino, efectivamente ha habido tormenta, han quedado heridas abiertas y se ha intentado instalar la idea de que unos son los ganadores y otros los que ceden. El Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos está a punto de soplar su primera vela, de celebrar su primer cumpleaños. Lo hace en un momento en el que las negociaciones para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado han agudizado las tensiones entre las dos formaciones que lo integran. En la cara A, el resultado es que Pedro Sánchez acaricia un apoyo más que sobrado, por encima de la mayoría absoluta, y que esto le pone en la pista de despegue para agotar la legislatura. En la cara B, queda un Gobierno que ha dirimido muchas de sus diferencias en público y al que le quedan todavía muchas decisiones que tomar y mucho que gestionar.

Los principales protagonistas de esta historia, la del primer Gobierno de coalición de la democracia, parecen haberse conjurado para restar importancia a los enfrentamientos de las últimas semanas y poner una especie de punto y final a las tensiones. Pedro Sánchez las achacó a la falta de experiencia de fórmulas políticas de este tipo en España. "La experiencia es la madre de todas las ciencias, también de la ciencia de los gobiernos de coalición", dijo este pasado miércoles en Palma. "Hay que trabajar con humildad, aprender y ser conscientes de que la principal tarea de un gobierno es avanzar en políticas y en los objetivos de gobierno que se han marcado", añadió en lo que pareció un llamamiento a todos los ministros a que se centren en lo que importa.

Pablo Iglesias, por su parte, abogó por "seguir consolidando una cultura de la coalición" que, aunque sitúa al Ejecutivo "ante debates y situaciones que no se producirán con gobiernos de un partido único", conlleva "resultados positivos" como, por ejemplo, el de la prórroga de la prohibición de los desahucios sin alternativa habitacional mientras dure el estado de alarma, una de las últimas batallas en las que Unidas Podemos se anota la victoria.

¿Ha habido un patrón en todos los conflictos que se han planteando en el seno del Gobierno de coalición en el último año? ¿Intenta Unidas Podemos hacer valer su fuerza como formación que permite a Sánchez ser presidente? ¿Es esta la tónica habitual en otros gobiernos de coalición? infoLibre intenta dar respuesta a estas cuestiones de la mano de miembros de ambas formaciones y expertos en Ciencia Política.

Podemos dispara primero

El politólogo y profesor en la universidad Carlos III de Madrid Pablo Simón considera que en lo que va de legislatura Unidas Podemos ha intentado marcar su propio perfil dentro del Gobierno. La estrategia, dice, es "siempre" la misma. La de "ganar por fuera las batallas".

La secuencia, resume, suele ser la siguiente: el enfado o malestar del sector del partido morado en el Gobierno salta a los medios de comunicación, el sector del Partido Socialista reacciona virando, modificando un planteamiento inicial y, como cierre, el partido morado se anota una victoria. "Este es el esquema que hemos visto desde el principio", dice. "Si Podemos ha marcado el paso es porque Moncloa le ha dejado hacer", añade.

Esta secuencia se ha cumplido en las dos últimas crisis: la de la prórroga de los desahucios y la de la composición de la comisión que gestionará los fondos europeos.

Este miércoles, durante su comparecencia en la Comisión Mixta de Seguimiento de la Estrategia Española para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, Iglesias anunciaba un acuerdo en el seno del Gobierno para impedir desahucios de personas vulnerables hasta el fin del estado de alarma. El acuerdo llegaba después de que Unidas Podemos se hubiese sumado a una enmienda de ERC y EH Bildu en ese sentido y que pilló por sorpresa al sector socialista de La Moncloa, desde el que salieron acusaciones de "deslealtad".

Fuentes socialistas consultadas por infoLibre lamentan que desde el partido morado se intenten colgar una medalla en una cuestión en la que el Gobierno —"al completo", esgrimen— ha mostrado sensibilidad desde el primer momento y cuando esta situación está cubierta hasta el 31 de enero. Ligado a esto, ha escocido mucho que el debate se haya llevado al ámbito presupuestario cuando era una cuestión que podrían haber resuelto, como va a ocurrir, a nivel Gobierno vía decreto. "Había tiempo de negociarlo, hay cobertura hasta finales de enero", insisten en su queja.

El segundo roce de la semana tiene que ver con la exclusión del vicepresidente Pablo Iglesias de la comisión interministerial ideada para la gestión del reparto de los fondos europeos. El enfado en Unidas Podemos por apartar al líder del partido morado salta a la prensa el martes, al mismo tiempo que se celebra el Consejo de Ministros. Y la polémica dura hasta la rueda de prensa posterior, cuando la portavoz, María Jesús Montero, asegura que el documento adelantado por la cadena Sercadena Ser era un borrador y, por tanto, algo no definitivo, y que Iglesias y todos los ministros iban a tener un puesto en ese órgano.

Aquí también chocan las versiones entre PSOE y Unidas Podemos, porque en el sector socialista aseguraban el mismo martes que una semana antes Sánchez ya había manifestado su voluntad de que todo el Consejo de Ministros tuviera presencia, por lo que cuando el enfado salta a los medios de comunicación, ya había sido solucionado.

Marcar perfil

Cuenta Ernesto Pascual, profesor de Ciencia Política de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), que en la Teoría de la Ciencia Política, las reglas generales son que los gobiernos con una mayoría estable tengan de media una duración superior a los tres años. Y los de coalición, dos años y medio. Y que, en este último caso, "no es lo mismo un sistema de coalición mayoritario, sobrerrepresentado, que la mayoría de ellos son estables, que un Gobierno en minoría".

Sobre el Gobierno de coalición que nos ocupa, Pascual recuerda cómo nació con los augurios de que no aguantaba una legislatura. "El Rubicón, decían muchos, eran los Presupuestos", añade. "Ahora, una vez que están a punto de aprobarse, se podrían prorrogar [los próximos años] sin problema", dice. Esto nos pone ante una legislatura larga, con recorrido.

Recurriendo de nuevo a la Ciencia Política, mantiene que la tónica general suele ser que una vez que se va a elecciones no se cambia de Gobierno, sino que se tiende a revalidar la coalición. "Esto lo saben en Podemos, muchos de ellos son politólogos", recuerda."Podemos sabe que el [partido más] pequeño de una coalición sufre en un nuevo periodo electoral si no ha marcado un perfil muy claro en la legislatura y eso es lo que está haciendo, marcando un perfil muy claro", mantiene.

En este sentido, destaca cómo ministras como Irene Montero (Igualdad) o Yolanda Díaz (Trabajo) "marcan un perfil muy claro, transmitiendo de forma muy clara las ideas de Unidas Podemos". "El partido se encarga de trasladar y destacar la capacidad de diálogo de Yolanda Díaz". En definitiva, de vender que pueden gestionar, que pueden y saben gobernar. "Si no has marcado perfil, pueden arrasar contigo", resume.

"Desconfianza infundada"

En el sector socialista del Gobierno achacan el grueso de las peleas internas a una "desconfianza infundada" de Unidas Podemos hacia el resto del Consejo de Ministros. Y, en parte, lo atribuyen a que no acaban de estar conformes del todo con un reparto ministerial al que dieron luz verde hace casi un año. En todo caso, en La Moncloa consideran que si Iglesias logra vencer esa desconfianza habrá coalición para rato. Para varias legislaturas. También ponen el foco en que por mucho que el líder de los morados tense la cuerda es consciente de que, de momento, no tiene otra alternativa que permanecer en el Gobierno.

"Quien rompe la coalición pagaría el precio. El PSOE podría tener la tentación de acercarse a Ciudadanos, pero no les da [los números]", señala Pascual.

A ojos de Simón, la táctica a la que recurre Unidas Podemos para conseguir que Sánchez rectifique es "peligrosa". "Es normal que cada uno marque perfil propio en un contexto preelectoral. Pero si va a ser así toda la legislatura, es preocupante". Porque evidentemente no estamos en un contexto preelectoral, sino en un contexto de un Gobierno que está a las puertas de aprobar sus primeros Presupuestos, con lo que la legislatura sigue adelante.

Este profesor de la Carlos III de Madrid considera que si la dinámica de enfrentamiento continúa es probable que, a la larga, "los dos socios acaben perdiendo", "desgastándose". "Se vio en la repetición electoral, los dos perdieron [fuerza]. La guerra es un desgaste global para el Gobierno. Das munición a tus rivales", considera.

Simón sostiene que una estructura "más funcional" del Ejecutivo quizá ayudaría a evitar parte de los conflictos. "El solapamiento entre departamentos genera roces", añade. Los más sonados son los que mantienen la vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, en el sector de Unidas Podemos. 

"Nos cuesta entender..."

Hace unos días, en una entrevista concedida al italiano La Stampa, Pablo Iglesias defendía que en España "nos cuesta entender qué es un Gobierno de coalición". "Es normal que haya diferencias y tensiones internas, porque los partidos tienen ideas e intereses diferentes. Esto para vosotros es natural y lo tenéis interiorizado", decía. 

Lo que hace diferente a este Gobierno de coalición de otros de la UE es que ambas fuerzas están en minoría parlamentaria. El hecho de que no sumen mayoría absoluta no tiene precedentes, dice Simón.

El factor Ciudadanos, aparcado... de momento

El vicepresidente Iglesias se anota esta semana tres victorias: la de los desahucios, la de su inclusión en el órgano que supervisará el reparto de los fondos europeos y la de que Ciudadanos diga adiós a votar 'sí' a los Presupuestos Generales del Estado. Esta última tiene gran importancia para el partido morado porque supone, en definitiva, que la coalición se oriente hacia un bloque determinado. "Podemos está consiguiendo que se mueva toda la coalición en dirección a formaciones independentistas y nacionalistas", resume Simón.

Con estos movimientos, de momento, a Sánchez se le cierra la vía de los diez escaños de Cs que sectores del PSOE pedían mantener abierta para articular mayorías diferentes en la legislatura y "cuidar" a Inés Arrimadas para no cerrar la puerta a posibles alianzas con el partido naranja en el futuro.

Mientras en Unidas Podemos dan por amortizado al partido naranja, en el PSOE no dan por rota la relación con Cs y siguen con la idea de llegar a acuerdos en una legislatura que será "larga". De hecho, algunos incluso mantienen que Arrimadas todavía está a tiempo de dar una vuelta a su negativa a los Presupuestos y cambiar al 'sí'.

¿Y el control? Los lunes, en maitines

El control, el seguimiento del contenido del pacto de Gobierno de coalición, corresponde a la "Comisión Permanente de Seguimiento del Acuerdo" [aquí estructura y funcionamiento]. Integrada por miembros del Gobierno, de los departamentos de Comunicación de Sánchez e Iglesias y de los grupos parlamentarios socialista y de Unidas Podemos, se reúne con la periodicidad "que acuerdan sus miembros". 

En el Ejecutivo admiten la importancia de foros como este pero destacan que la coordinación es prácticamente diaria porque el contacto entre Sánchez e Iglesias es "permanente" y recuerdan que todos los lunes se celebra la reunión de "maitines", donde se fijan las prioridades de la semana y se repasan los temas de los consejos de ministros y cualquier fleco pendiente. Fue, por ejemplo, en la reunión del pasado lunes en la que Sánchez le trasladó a Iglesias que se abordaría la cuestión de los desahucios en el seno del Gobierno, al margen de los Presupuestos.

Como norma general, a estos encuentros acuden presidente y vicepresidente, sus jefes de gabinete, Iván Redondo y Juanma del Olmo, respectivamente, y los ministros van rotando en función de las prioridades. También es frecuente la presencia de los portavoces parlamentarios, Adriana Lastra (PSOE) y Pablo Echenique (Unidas Podemos).

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Respecto a las reuniones de coordinación, hasta la fecha se han conocido un par de ellas celebradas en marzo, cuando la coalición llevaba menos de dos meses en marcha y previas al estallido de la pandemia. Y una del pasado 16 de julio.

En la primera del mes de marzo, el día 6, se dirimieron diferencias en materia de la ley de libertad sexual, inmigración y sobre la decisión de Unidas Podemos de pedir una comisión de investigación en el Congreso sobre "las presuntas actividades corruptas" de Juan Carlos I.

En la del 16 de julio se analizó analizar la labor del Gobierno en lo que iba de pandemia, las medidas que se habían ido aprobando para hacer frente a la crisis económica y social derivada del covid-19, el estado de las negociaciones sobre los fondos europeos y las iniciativas que tenían previsto impulsar para la reconstrucción.

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