Investidura de Ayuso

Ayuso es investida presidenta con el apoyo de Vox, que exhibe su discurso más machista y racista

Rocío Monasterio felicita a Isabel Díaz Ayuso tras ser investida presidenta de la Comunidad de Madrid.

Isabel Díaz Ayuso fue reelegida este viernes como presidenta de la Comunidad de Madrid en primera votación con los votos a favor de la mayoría absoluta de la Asamblea de Madrid. La candidata conservadora recibió el respaldo de los diputados del PP y Vox. Un apoyo que llegó tras un pleno profundamente marcado por el discurso machista, homófobo y racista de Vox, que cargó desde la tribuna de oradores contra el diputado de origen senegalés Serigne Mbayé y anunció que exigirá al futuro Ejecutivo conservador la derogación de lo que califican como "leyes de género"

Pocas horas después de que la candidata a la Presidencia de la Comunidad de Madrid anunciase sus planes para la región, la oposición tomó este viernes la palabra. Y lo hizo para avisar a la candidata conservadora de que le esperan dos años de marcaje continuo. Las formaciones de izquierdas dejaron claro en sus intervenciones que no dejarán respirar a la dirigente del PP, que tendrá su aliento en el cogote. Porque esta legislatura, avisaron, no será de "rodillo y seda".

"A partir de hoy comienza la cuenta atrás para la segunda vuelta", avisaron desde el bloque progresista en un debate que estuvo marcado por la intervención racista, machista y homófoba de Vox. Una ultraderecha que dedicó buena parte de su discurso a cargar contra PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos y a poner sobre la mesa al futuro Ejecutivo que liderará Isabel Díaz Ayuso algunas exigencias. Como la derogación de lo que califican "leyes de género". Como el cierre de la radiotelevisión pública.

"Hoy nace su gobierno, pero también nace una oposición férrea a su gobierno", se encargó de recordar la cara visible de Más Madrid, Mónica García, durante su intervención en la Cámara de Vallecas, en la que avisó a la presidenta de que "a partir de ahora" va a tener "el aliento" de su boca "un poquito más cerca". La líder de la oposición dijo a la candidata a la Presidencia que se vaya "olvidando" de una legislatura de "rodillo y seda".

"Hoy comienza la cuenta atrás para la segunda vuelta", apuntó la sanitaria. "La derrota tiene algo positivo: nunca es definitiva. En cambio, la victoria tiene algo negativo: jamás es definitiva. No nos vamos a rendir y antes o después la vamos a desalojar de la Puerta del Sol", señalaron, por su parte, desde Unidas Podemos, desde donde recordaron que hay dos años por delante "para construir" una "alternativa" que "reconstruya las instituciones como una herramienta útil al servicio del bienestar de la ciudadanía" y del "fortalecimiento de toda la comunidad", no solo "de unos pocos".

"Su supuesta libertad es una tapadera de la desigualdad"

Las tres fuerzas progresistas cargaron con dureza contra la candidata del PP. "Votar contra su investidura es un acto de responsabilidad cívica. Mucho más que un posicionamiento político, que una decisión de partido. Decimos no a su forma de hacer política", aseveró desde la tribuna de oradores la portavoz socialista, Hana Jalloul, quien ha acusado a Ayuso durante su primera intervención en la Asamblea de Madrid de reducir la "libertad", un "valor universal", a un "mero trampantojo" de lo que "siempre" ha sido para la "derecha": "el privilegio".

"Su supuesta libertad es una tapadera de la desigualdad. Usted lo que defiende es la libertad de los que más tienen de separarse de los que menos tienen", aseveró. Un concepto al que también han aludido desde los otros dos grupos de la izquierda. "Ustedes no son precisamente su mejor exponente, como ya han demostrado oponiéndose sistemáticamente a cualquier concepto de libertad que incluyese amar en libertad, morir en libertad, estudiar en libertad", dijo García.

La izquierda centró buena parte de sus discursos a poner el foco sobre la gestión de Ayuso. Haciendo hincapié, sobre todo, en el ámbito sanitario. "Eso de gobernar para usted es aburrido porque le dan pereza los problemas del día a día, la sanidad, la Educación y la Dependencia", apuntó Jalloul. La portavoz de Más Madrid, por su parte, afeó a la candidata conservadora que se dedique a afirmar que la región tiene "la mejor Atención Primaria" de España cuando hay profesionales que "huyen" de Madrid o "dimiten de sus funciones porque no pueden más" mientras el Ejecutivo "cierra centros de salud".

"No es solo una broma de mal gusto, es una indecencia sin paliativos. Desmantelar la sanidad pública es ruin. Aprovechar una pandemia para hacerlo no tiene perdón", señaló, al tiempo que afeaba a la futura líder que en su discurso de investidura no hiciese "ni una sola mención" a los sanitarios que "se han dejado la piel, la salud y algunos hasta la vida".

Mayores a los que se ha dejado "morir solos y abandonados"

En ese repaso de los dos últimos años de gestión, el bloque progresista también se ha detenido en la hecatombe en los geriátricos madrileños, el talón de Aquiles de Ayuso a lo largo del último año y medio. "Cuando usted dice libertad, yo me acuerdo de los familiares de los fallecidos en residencias", dijo Alejandra Jacinto, portavoz adjunta de Unidas Podemos, que se repartió las intervenciones con Carolina Alonso, voz principal del grupo parlamentario.

La oposición insistió en que no se olvidará de lo ocurrido, de que se dejase "morir solos y abandonados" a los mayores con unos "protocolos vergonzantes". "Mucho me temo que tras el abandono ustedes intentarán imponer el olvido con argumentos como que no hay que renovar el pasado, que hablar de la pandemia es abrir heridas o mi favorito, del señor Casado: ‘Los de izquierdas son unos carcas, siempre hablando de las batallitas de los abuelos’. En este caso han sido 7.000 batallitas y queremos escucharlas", apuntó García.

La portavoz de Más Madrid recordó que desde las filas conservadoras no se ha aportado "nada nuevo", solo "un copia y pega de las recetas más viejas y reaccionarias salpimentadas con un poquito de confrontación y ocurrencias". Desde la oposición criticaron el proyecto de cheque bebé que anunció Ayuso durante su discurso, recordando que el requisito de los diez años de empadronamiento deja fuera a muchas mujeres y considerando la ayuda insuficiente: "Solo lo que cuesta pagar una escuela infantil ya es lo mismo que su ayuda".

Y, por supuesto, la promesa de bajar medio punto el IRPF a todos los tramos. "Plantea una rebaja fiscal que beneficia al 7% de las rentas más altas", dijo Jalloul. Una medida que supondrá, como recordó, una merma en la recaudación de 300 millones de euros. "Las cuentas no salen. Usted baja impuestos pero aumenta el gasto", sentenció la socialista, quien mostró su preocupación por que Ayuso vuelva a alcanzar la Puerta del Sol de la mano de un discurso que se rechaza en el resto de Europa, en referencia a la ultraderecha.

El respaldo condicionado de Vox

La extrema derecha llegó a la investidura dejando claro que será el pilar de apoyo del PP durante toda la legislatura. Y así se ha visto en el discurso hilvanado por la portavoz de Vox, Rocío Monasterio. Una intervención más propia de partido de gobierno que de oposición, en la que dedicó buena parte del tiempo a cargar contra las fuerzas de la izquierda parlamentaria. No obstante, también puso sobre la mesa algunas exigencias al futuro Ejecutivo.

"En Madrid tenemos leyes de género propias de una izquierda radical. Entiendo que su anterior socio de Gobierno no les dejase derogarlas, pero nosotros se lo vamos a exigir", apuntó la líder de la ultraderecha, que también puso el foco en las normas LGTBI. Además, aseguró que presionarán para cerrar la radiotelevisión pública: "Hay que cerrar Telemadrid, porque es un pozo sin fondo". Y si no se puede hacer de forma inmediata, "habrá que reducir drásticamente su coste".

El discurso de Monasterio estuvo en línea con todo lo visto durante la campaña electoral. Habló de okupación, de seguridad o de "gasto ideológico". "Por eso, vamos a pedir una auditoría de todas las subvenciones", recalcó. Y de "multiculturalismo", lo que calificó de "condena para todos los españoles". Y, en ese contexto, puso el foco sobre el diputado de Unidas Podemos Serigne Mbayé, originario de Senegal y con nacionalidad española.

"Es una persona que entró en nuestro país de forma ilegal. Y se lucró vendiendo de forma ilegal a las puertas de esas pequeñas y medianas empresas", dijo sobre quien fuera portavoz del Sindicato de Manteros. Y, en ese punto, el pleno se rompió. Acabada la intervención de la ultraderecha, Mbayé pidió la palabra para exigir a Monasterio que retirase sus declaraciones: "El racismo no cabe en esta Cámara y tampoco en España". Toda la izquierda aplaudió al unísono. Y comenzó un tira y afloja entre la portavoz de Vox y la presidenta de la Asamblea de Madrid, Eugenia Carballedo.

–¿Retira sus palabras?

–Por supuesto que no.

–Usted tiene derecho a retirar o no sus palabras. No obstante, le invitaría a que lo hiciera.

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–¿Qué palabras quiere que retire?

–Bueno, por lo que veo no quiere retirarlas. Continuemos.

Un enfrentamiento que, lejos de terminar, se repitió durante el turno de réplicas. "La presidenta se ha puesto del lado de las mafias", dijo Monasterio. Y que, por supuesto, marcó parte de la respuesta de los grupos de la izquierda. La portavoz socialista envió al diputado de Unidas Podemos un "abrazo muy sentido" porque "las personas no son ilegales, en todo caso están en irregularidad administrativa y nada más". "Ningún discurso del odio va a hacer movernos ni un ápice de nuestras convicciones. La extrema derecha ha dado un espectáculo repugnante. La frase ‘muerta la inteligencia’ se ha quedado corta hoy en esta Cámara. La extrema derecha se ha convertido en la extrema miseria", sentenció García.

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