Venezuela: la Octava Isla José Antonio Martín Pallín
Del cordón a Vox a la ausencia de Feijóo
En cuatro años hemos pasado del cordón sanitario a Vox en los debates a que el ausente sea Alberto Núñez Feijóo. El candidato del PP no ha ganado el debate con su incomparecencia, como esperaban en Génova. Librarse no le ha hecho más fuerte. Ahora es un candidato que implícitamente teme no ser capaz de ganar dos veces y rechaza rematar la jugada a cuatro bandas. Escondido ante su socio, el tono flojo de Abascal hizo de torniquete a esa fuga de votos que el PP esperaba recibir como efecto de escuchar al candidato ultra. Si el PP tiene esos 160 escaños en los que confía, el precio de ignorar el debate público será nulo. Pero si necesita movilizar algo, ha sido una oportunidad perdida. Ambas cosas a costa de un derecho de los ciudadanos vulnerado por el candidato del PP.
Es posible también que Feijóo se haya librado de estar muy incómodo en el debate. Pero es que la incomodidad es permanente, medular en el bloque PP-Vox, connatural a los pactos y a la incapacidad del presidente del PP para decirle a los españoles qué gobierno les espera si gana y depende de esos votos. Se ha librado de exponer sus principios, sus líneas rojas. Incapaz de decírselos a Vox a la cara y por extensión de ser honesto en público. Se ha librado de mentir y del fact-checking.
Abascal, vicepresidente de la derecha por incomparecencia de Feijóo, no ganó ningún bloque. Atrapado en la conspiración de la agenda 2030, el antieuropeísmo ultra disimulado, volvió a los bulos. Es falso que desde que la primera Ley de Violencia de Género de 2004 haya habido más mujeres asesinadas. En 20 años han descendido en torno a un 30%. La presunción de inocencia existe y no hay tribunales de excepción contra los hombres utilizada en procesos de divorcio. El patinazo con la reforma laboral fue antológico. Bildu votó en contra, como ellos. Y Abascal estaba en la tribuna como diputado para saberlo.
En un debate donde el PP dejó todo el terreno a Vox, la ganadora fue Yolanda Díaz. Por frenar los bulos de Abascal, por el brío en el debate, las propuestas y por conseguir imponer su voz en una campaña donde apenas se ha escuchado a Sumar
El candidato de la ultraderecha ha estado más moderado que Feijóo en el cara a cara con Sánchez. Un tono seguramente intencionado para que Sánchez y Díaz no le acorralaran, para no activar el voto útil al PP, para suavizar su imagen ante una posible coalición. El fondo ha sido el mismo. Xenofobia, machismo, antieuropeismo, conspiraciones e incompetencia en la gestión. No acertó en los números de los ganaderos, un supuesto caladero de Vox, ni expuso medidas fiscales, de empleo o económicas. Cargó contra las leyes de violencia de género, pero no mencionó ninguna política de protección a las mujeres porque no las tiene. El PP está cómodo porque esta campaña no va de economía. Y menos mal, porque su socio no domina ninguna de esas agendas.
En un debate donde el PP dejó todo el terreno a Vox, la ganadora fue Yolanda Díaz. Por frenar los bulos de Abascal, por el brío en el debate, las propuestas y por conseguir imponer su voz en una campaña donde apenas se ha escuchado a Sumar. Díaz se diferenció de Sánchez defendiendo la mejora de los salarios para llevarlos más allá del 60% del SMI y aumentar las pensiones sin aumentar la edad.
Pedro Sánchez se manejó mejor y se desquita del primer cara a cara. Controló los datos, las réplicas y dejó espacio a Díaz. Mantuvo un perfil institucional y, aunque no brilló, hizo su papel. No dibujó una España donde la economía va “como una moto” y en el tándem con Díaz no cayeron en la España negra. El debate fue la primera vez en que el bloque progresista visualiza con más eficacia qué harían juntos durante cuatro años.
Es posible que a tres días de votar no se mueva mucho el voto. Pero ha sido un debate necesario. Con modelo, con propuestas, con política. La única aportación del PP en la jornada del debate, además del silencio sepulcral en redes, fue la ridícula maqueta del Falcón colocada en la madrileña plaza de Colón. La misma plaza de aquella foto. Entonces fue noticia por la novedad. Y donde antes había cordón sanitario, ahora hay gobiernos a dos manos y un líder ausente. Aquel Colón, estos acuerdos. Han pasado muchas cosas en España y Europa desde 2019. El 23J se vota también volver a esa foto, con los pactos de hoy.
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